Leer: Colosenses 1:15-20 | La Biblia en un
año: Mateo 20:17-34 | Uno de los poemas cristianos más antiguos de la
literatura inglesa es The Dream of the Rood [El sueño del crucifijo]. Un
crucifijo es la imagen de Cristo crucificado. En esa antigua poesía, la
historia de la crucifixión se narra desde la perspectiva de la cruz. Cuando el
árbol se entera de que lo convertirán en una cruz para matar al Hijo de Dios,
rechaza la idea. Pero Cristo consigue la ayuda de ese árbol para dar redención
a todos los que creen.
En el huerto de Edén, un árbol fue el
origen del fruto prohibido que comieron nuestros primeros padres, haciendo que
el pecado entrara en el género humano. Cuando el Hijo de Dios derramó su sangre
como el sacrificio supremo por el pecado de toda la humanidad, también fue
clavado en un árbol. Cristo «llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre
el madero» (1 Pedro 2:24).
La cruz es el punto de inflexión para todos
los que reciben a Cristo para ser salvos. Desde aquella crucifixión, ese madero
se ha convertido en un símbolo notable de la muerte sacrificial del Hijo de
Dios para rescatarnos del pecado y de la muerte. La cruz de Cristo es la prueba
maravillosa e inefable del amor de Dios por nosotros.
Señor, que cada vez que vea una cruz, mi
corazón te alabe al recordar que me amas y que moriste en la cruz en mi lugar.
Cristo dio su vida sobre el árbol de
la cruz para salvarnos.
NUESTRO PAN DIARIO
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