Lucas 24:
15 Y sucedió que mientras conversaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y caminó con ellos.
16 Mas los ojos de ellos estaban embargados, para que no le conociesen.
Hoy me llama la atención el evento de los dos discípulos cuando iban en el camino a Emaús, de como Dios no permite que nosotros no enteremos de cierta cosa hasta que haya llegado el momento oportuno.
Después de Judas haber entregado a Jesús, de Pedro negarlo, de los discípulos ser dispersado, de Jesús ser escarnecido y azotado, de Jesús ser sentenciado a muerte, de Jesús ser crucificado, de Jesús morir, de haber sido sepultado. Después de los discípulos haber pasado por esta tremenda situación, pienso que fueron momentos difíciles para ellos; hay que leer desde el capitulo 22 de Lucas para crearnos una idea de esta tremenda situación.
Después de Jesús resucitar se acerco a dos de sus discípulos que iban camino a Emaús; los sorprendente del asunto fue que ellos no reconocieron a Jesús o aparentemente Jesús no permitió que ellos le reconocieran.
Estos discípulos hablaban de la muerte de Jesús; y el mismo Jesús se le acercó y le preguntó de que estaban platicando y ellos le contestaron que estaban hablando de Jesús, de como le entregaron a los principales sacerdotes y a los gobernantes y lo mataron.
Entonces Jesús, al cual ellos no reconocían, comenzó a hablarle de la profecía, de como tenia que padecer y sufrir y morir por la humanidad.
Todo el camino le habló de la profecía y cuando llegaron al lugar lo invitaron a quedarse y no lo reconocieron hasta que en la mesa partió el pan y lo bendijo.
Muchos de nosotros tenemos tantos problemas y nos enfocamos tanto en los problemas que Jesús se puede acercar a nosotros y caminar con nosotros y no nos damos cuentas.
Llegan momentos en el cual no vemos ni sentimos a Jesús por ninguna parte; parese como que Jesús nos has abandonado; pero no importa como nos sintamos o que no veamos o sintamos a Jesús; lo importante del asunto es que Jesús esta caminando con nosotros aun nosotros no lo veamos ni los sintamos.
Tarde o temprano y más temprano que tarde, nuestro ojos serán abiertos y nos daremos cuentas que Jesús has estado caminando con nosotros todo el camino.
No todo el tiempo vamos a sentir su presencia, pero de algo si yo estoy seguro y es que Dios siempre esta presente.
Gracia mi buen Dios, porque en medio de las pruebas y las tribulaciones tú siempre esta conmigo.
Félix Abreu
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