viernes, 13 de noviembre de 2015

Su amor por ti no cambia



 ¿Has sentido esa sensación de haber fallado a Dios a conciencia?, hablo de esos momentos en donde ya habías anticipadamente prometido o por lo menos dicho a Dios que no volverías a fallar en esa área en especial.


Ahora te encuentras con un sentimiento de impotencia al darte cuenta que aquello que pensaste no volver a hacer fue lo que terminaste haciendo.


Uno de los sentimientos más duros de sobrellevar para el hijo de Dios es aquel que se produce después de haber fallado a Dios, y es que una persona que ha nacido de nuevo nunca se sentirá tranquila después de haber fallado a Dios, una persona nacida de nuevo siente dolor por pecar, por fallar, por equivocarse, y es que ese sentimiento es el que nos recuerda que ya no vivimos para pecar sino para resistirnos al pecado.

Quizá los últimos días te has sentido muy mal contigo mismo por haber fallado a Dios de la forma más “vil” que se podía. Sientes vergüenza, te sientes hasta enojado contigo mismo, sientes que Dios se está cansando de ti y que existe la posibilidad de que Dios ya no te tome más en cuenta.

Y es que es después de esos momentos de haberle fallado a Dios cuando nos hacemos más vulnerables a los ataques del enemigo, esos ataques que lanza a nuestra mente haciéndonos creer que no tenemos remedio, que somos un fracaso completo, que somos sinvergüenzas porque le fallamos a Dios; y lastimosamente hay muchos que le creen al enemigo y se dejan influenciar y poco a poco se alejan de Dios a consecuencia de la vergüenza y frustración que sienten de haber fallado.

Pero, ¿Qué es lo que Dios piensa de todo esto?, ¿Realmente Dios estará tan enojado o decepcionado de nosotros en esos momentos?, ¿Acaso crees que a Dios le sorprendió en sobremanera que fallaras?

A veces queremos ocupar el lugar de Dios y pensar por él, creemos saber lo que Dios piensa a cerca de lo malo que hicimos en base a cómo pensaría una persona humana e imperfecta como nosotros, pero la realidad es que Dios piensa muy diferente a lo que nosotros pensamos, Él lejos de juzgarnos nos restaura, lejos de despreciarnos, nos abre sus brazos, lejos de olvidarse de nosotros, nos busca.

“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” Jeremías 31:3 (Reina-Valera 1960)

Yo sé que a nuestra mente le cuesta creer que su amor es así, que a pesar que nosotros fallamos, sigue siendo fiel, que a pesar que decimos amarlo, hacemos cosas que dicen lo contrario, sin embargo el amor de Dios es real y completo, no tiene sombra de variación, su amor por nosotros no va a cambiar, nos sigue amando igual que nos amo siempre y anhela que nosotros aceptemos su ayuda y le entreguemos nuestra vida por completo para que de esa forma su amor en nuestra vida pueda tener el efecto que Él desea.

Dios quiere ayudarte, Dios ha andado buscándote, porque quiere restaurarte, quiere que sepas que Él no ha terminado contigo, que cualquier error que cometiste si tan solo te arrepientes genuinamente y le pides perdón lo recibirás. Dios no quiere que pienses que eres un caso perdido, Dios es experto en hacer milagros en las vidas de aquellos que creyeron que su vida no tenia solución, lo único que Dios necesita de ti es que reconozcas tu error, le pidas perdón y su ayuda y entonces, Él comenzará a obrar de una manera especial en tu vida.

No dejes que el sentimiento de fracaso o la frustración de haber fallado te lleven a la perdición, en su lugar deja que Dios sane tus heridas, te tome en sus brazos y haga en tu vida lo que ha pensado hacer, solamente permítele esa oportunidad y Él no te quedará mal, porque sus obras terminadas son perfectas y Él aun no ha terminado contigo.


¡Ríndete hoy a Dios y encontrarás descanso!

Por Enrique Monterroza

Escrito originalmente para Destello de su Gloria

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