En Daniel
3, el rey Nabucodonosor preparó un dios de oro en Babilonia y exigió que sea
adorado. Cada oficial, líder y ciudadano en más de cien provincias de Babilonia
tenía que postrarse ante este dios o moriría. Sólo habían dos opciones:
Postrarse o ser quemado. Si alguien se negaba a adorar al ídolo de
Nabucodonosor, éste sería quemado vivos en grandes hornos.
Después de
que se emitió el decreto, tres jóvenes devotos judíos en el reino se negaron a
inclinarse. Lleno de ira, Nabucodonosor mandó a que los arrastraran delante de
él y exigió saber: “¿Qué dios será aquel que os libre de mis manos?” (Daniel
3:15). Esta fue su respuesta: "He aquí nuestro Dios a quien servimos puede
librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si
no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la
estatua que has levantado" (Daniel 3:17-18).
La
respuesta de este rey tomado por los demonios, era predecible: "Entonces
Nabucodonosor se llenó de ira…y ordenó que el horno se calentase siete veces
más de lo acostumbrado" (Daniel 3:19). Esto era puramente odio demoníaco
contra Jehová Dios. La verdad es que todos los que están por Cristo pueden
esperar tal rabia. Su obediencia siempre despierta la furia de los que toman
las instrucciones de Satanás.
Así que,
¿cuál fue el resultado? ¿El Dios de quién prevaleció en Babilonia? En medio de
este concurso, el mismo Jesús manifestó Su gloria y poder. Cuando el rey
Nabucodonosor se asomó en el horno al rojo vivo, se sorprendió por lo que vio.
Gritó: "Echamos a tres hombres en el horno, pero ahora yo veo cuatro
hombres. Están caminando alrededor del fuego, y no se están quemando. De hecho,
actúan como si las llamas ardientes no fueran nada.¡ Y el cuarto Hombre tiene
la apariencia del Hijo de Dios!" (Daniel 3:25, mi paráfrasis).
Cuando
Jesús se presenta, Sus enemigos tienen que acobardarse delante de Él.
Posted by World Challenge
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