lunes, 17 de enero de 2011

LA BATALLA CONTINUA


Muchas veces has sangrado en batalla, has llorado, has perdido muchas batallas, te han herido tan fuente y tan fuente que a veces piensa que va a levantarte; pero como el águila que durante cierto tiempo se renueva, se esconde en lo mas profundo de la montaña y allí permanece cierto tiempo hasta que se saca las plumas y le crecen plumas nuevas.



La vida es una batalla, es una lucha, es un constante desafío; desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos luchando, pero de una cosa si yo estoy seguro y es que nosotros nos estamos solo, Dios esta con nosotros.
Con cada batalla que nosotros perdemos, nuestras fuerzas son renovadas, nuestro plumaje es cambiado y nos levantamos con nueva fuerza para seguir adelante, nosotros no somos quienes peleamos, Dios pelea por nosotros.

2 Timoteo 4: 7 He peleado la buena batalla, he acabado mi carrera, he guardado la fe.

Cuando Pablo escribe “he peleado la buena batalla, ha guardado la fe”, tiene suficiente motivo para escribirlo, debemos entender que Pablo fue perseguido, azotado, y encarcelado, o sea que puede escribir esto; no solamente esto, sino que Pablo también murió decapitado.

No se cual es tu batalla, o cuanta batalla has perdido o has ganado, lo que si puedo decir es que no rinda, que esta guerra ya fue ganada en la cruz del calvario y no importa cuanta batalla pierda al final la victoria es nuestra.

1 Timoteo 6: 12 Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.

Alguien decía, de cobarde esta lleno el infierno, Dios esta buscando gente valiente; el reino de los cielos se hace fuerte y solo los valientes los arrebatan.

No importa cuanta veces pierda una batalla, levántate nuevamente, sacúdete el polvo y vuelve a la batalla; aunque digan ahí vuelve para que lo machuquen, ahí viene la mona, ahí viene a recibir golpe; mantente firme en tu fe, en tu convicción, en tu creencia; si morimos peleando, moriremos con el Señor.

Romanos 14: 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Mucho te dirán que esta loco, que ya te rinda, que esa guerra que tu lleva no tiene sentido; que en la vida se pierde y se gana, que tu perdiste; que acepte tu consecuencia o resultado; pero tú no te desanime, mantente pelando, mantente con la misma fe, la misma esperanza, la misma seguridad.

Recuerda que lo único que le pone fin a la guerra espiritual que llevamos es la nuestra partida con el Señor o el levantamiento de la iglesia; así que mientras estemos en esta vida , debemos mantenernos peleando.

Felix Abreu

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.