domingo, 9 de enero de 2011

DANDO A LUZ



Hace tiempo que viene teniendo dolor, dolor ligero, pero dolor; este es un dolor que tu puede soportar; pero de repente algo a cambiado y ese dolor paso de ser dolor ligero a un dolor que ya no puede soportar; siente que ese dolor te esta matando, te esta asfixiando.


No sé cuanto tiempo tú has estado así, cuanto tiempo lleva con dolor; pero una cosa si yo sé y es Dios te tiene presente; la Biblia nos habla de muchos milagros de los tanto que Jesús hizo, pero entre ellos me llama la atención dos milagros y es la mujer del flujo de sangre y el paralítico de Betesda.

Mateo 5: 5 Y había allí un hombre que hacia treinta y ocho años que estaba enfermo.
Mateo 9: 20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acerco por detrás y toco el borde de su manto.

La mujer del flujo de sangre es algo que hay que resaltar, esta mujer con este tipo de enfermedad, tal vez despreciada por la sociedad o quizás considerad como inmunda, no escatimo obstáculos y se abrió una brecha por el medio de la multitud para llegar a Jesús y de repente ella estaba ahí tocando el manto de Jesús.

Una cosa que me llama la atención del paralítico de Betesda es su dedicación, su consistencia; este paralítico se mantuvo ahí , tal vez en el mismo lugar por treinta y ocho años; con la misma fe y la misma esperanza; y quizás confiando que algún día el iba a recibir su milagro.

Sabe durante el proceso del embarazo y durante el proceso de nuestro milagro venimos sintiendo dolores todo el camino, dolores ligeros, dolores que causan molestia; pero ese dolor has cambiado.

Tal como la mujer cuando va a dar a luz, siente un dolor que no pude casi soportar; ahora nosotros también tenemos un dolor que no podemos aguantar; estamos dando a luz.

Ahora se hace necesario que tal como la mujer que esta dando a luz, esta empujando y gritando; y ella aunque esta gritando, aun así continua empujando; que nosotros pujemos o empujemos hacia nuestro milagro.

Después de haber concebido el milagro de la vida, esta mujer se olvida del vía crucis que tuvo pasar, de los nueve meses que llevar a este bebe en su vientre, de los dolores de parto que tuvo que sufrir todo el camino, del dolor tan grande que sintió al momento que daba a luz .

Debemos mantenernos constante como el paralítico y empujando como la mujer del flujo de sangre que se abrió una camino por el medio de la multitud, tal vez a punto de empujones.

Es que cuando la noche esta mas oscura, es que está a punto de amanecer; cuando el dolor esta mas fuerte, esta a punto suceder un milagro; si ya tu no puede soportar la situación, siente que te mata, que te asfixia, que te ahoga; tenlo por seguro que esta a punto de suceder un milagro, puedo verle la cabeza a tu milagro.

Durante el proceso de dar a luz, muchas mujeres pierden la vida, así mucho de nosotros, tal vez perdemos la vida; pero de algo si estoy seguro y que dan a luz su milagro, así nosotros debemos estar seguro que conseguiremos nuestro milagro, la vida eterna., la salvación de nuestra alma.

Moriremos creyendo en Dios

Felix Abreu

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