lunes, 29 de agosto de 2011

Dios es mi Señor


Mateo 22: 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Mateo 10: 37 El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.
Todo es cuestión de prioridades, a quien le damos el primer lugar, que ocupa el centro en nuestra vida, que tipo de sangre corre por vena, la sangre de Cristo o la sangre de un fulano de tal.
Que es lo que esta señoreando en nuestra vida; cuando algo o alguien señorean nuestra vida, quiere decir que ese algo o alguien es quien controla y dirige nuestra vida.
Cuando decimos que Dios es nuestro Señor, estamos diciendo que la voluntad de Dios es que se va a hacer en nuestra vida.
Es como cuando unas de esas grandes mujeres de la Biblia llamaban a su esposo mi señor, en otra palabra estaban diciendo, mi voluntad es la tuya; o como cuando un esclavo estaba llamando a su amo, mi señor, estaba diciendo mi voluntad es la tuya.
Hoy llamamos a Dios nuestro Señor, pero al final de cuenta hacemos lo que nos da la gana, no hacemos la voluntad de nuestro Señor; decimos que somos cristianos y no vivimos conforme a la voluntad del Señor.
Dejemos que Dios sea nuestro Señor, que El sea quien controle nuestra vida, que nuestra voluntad sea el vivir para Dios, el obedecer sus mandamientos.
Félix Abreu

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