viernes, 5 de septiembre de 2014

Dios te Ama en tu Quebrantamiento



BY RICK WARREN — En Génesis 32 nos dice que,  Jacob había luchado toda la noche con un hombre, que realmente era  Dios. Génesis 32:27 dice: “¿Cómo te llamas? —le preguntó el hombre. —Me llamo Jacob —respondió.” (NVI)

 Que pedido tan insólito. Obviamente Dios conocía el nombre de Jacob. Igualmente, cada vez que Dios te pregunte algo, no es porque necesite información. Él ya sabe la respuesta.

La razón  por la que Dios preguntó fue porque quería que Jacob admitiera quien era. En la antigüedad, los nombres eran escogidos por su significado, no por lo bonito que se escuchaban. Así, podrías haberte llamado según la profesión que desempeñes, como panadero, carpintero o herrero. Podrías llevar el nombre de un familiar o llevar el nombre de la situación que estuvieras atravesando. Por ejemplo el nombre de Jabez significa “dolor” debido a que nació en un parto doloroso.

Pero la mayoría de los padres daban el nombre a sus hijos de acuerdo a su carácter. Y cuando la gente pronunciaba sus nombres, ellos estaban diciendo que clase de personas eran.

El nombre de Jacob significa “embustero/mentiroso” ¡y él vivió según su nombre! Toda su vida el mintió para conseguir lo que quería, yendo de conflicto en conflicto porque él era un mentiroso. Un manipulador. Cuando Dios preguntó a Jacob por su nombre, Él quería que Jacob se diera cuenta la clase de persona que era.

Aquí está la parte más interesante de todo esto. Cuando Jacob dice, “Yo soy un manipulador” Dios no se sorprendió. Él no le dijo: “¡Tienes que estar bromeando! ¿Estoy peleando con un manipulador? ¿Cómo pude pasar por alto esto? No lo vi venir. Dios ya sabía todo lo malo acerca de Jacob, de igual forma que sabe todo lo malo de ti. - incluso las cosas que no sabes de ti mismo.

La Biblia dice en Malaquías 1:2 “A Jacob lo he amado.” Me gusta este versículo porque me da esperanza. Si Dios amó a Jacob quien era indigno de ser amado, era un ser despreciable, manipulador, sinvergüenza. Tremendo bandido y mentiroso – entonces Dios puede amar a alguien como yo también.

Si quieres tener un cambio permanente en tu vida, deja de poner excusas y de estar racionalizando y culpando a otros por sus fracasos. Se honesto con Dios y contigo mismo y admite con humildad. “Yo soy el problema.”

¿Cómo Dios responde a nuestro quebrantamiento? La Biblia dice, “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.” Salmo 34:18 (NVI)

Reflexiona sobre esto:

¿Qué crees que Dios quiere que admitas acerca de ti mismo para que puedas avanzar en tu recuperación?

¿Por qué es tan difícil ser honesto con Dios, incluso sabiendo que El conoce todo acerca de ti?


¿Qué es lo que tienes que piensas que eres indigno de ser amado? Habla con Dios acerca de esas debilidades, pídele ayuda, acepta su amor incondicional y deja que Él te cambie.

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