Lucas 16: 13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Hay muchos que están en la iglesia dando agua caliente y agua fría de ves en cuando y esto no debe ser así; están con un pie dentro y otro fuera o más bien son tibios; es como si tuvieran sirviendo a lo bueno y lo malo al mismo tiempo.
A mi entender estas personas bailan la música que le pongan o se mueven como mejor le convenga; en otro sentido están y no están en la iglesia, son egoístas, le hacen mucho daño a la iglesia, en este caso la feligresía.
Imagines por el momento que usted y su esposo (a) estén luchando para salir de un atolladero y cuando están casi saliendo, vuelven y regresan al atolladero; están en un va y ven; es como el pueblo de Israel.
Números 11: 5 Nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, de los pepinos, y de los melones, y de las verduras, y de las cebollas, y de los ajos.
Salimos del mundo, del pecado; pero no queremos dejar el pecado, estamos en una cuerda floja; acordando de cuando bailábamos, de cuantas chicas teníamos; no hemos dejado el viejo morir.
Estamos caminando hacia un destino que posiblemente no lleguemos allá; si continuamos sirviendo a dos señores, nos va a pasar como le paso al pueblo de Israel; la mayoría murieron en el desierto.
Oremos
Señor del cielo y de la tierra, ayúdanos a serte fiel, ayúdanos a servirte a cabalidad, no queremos servir a dos señores, queremos servirte a ti mi buen Dios y serte fiel hasta el final.
Félix Abreu
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