sábado, 14 de agosto de 2010

SUEÑA OTRO SUEÑO

No siempre en la vida vamos a lograr lo que queremos, no siempre nuestro sueño se van a hacer realidad, no siempre vamos a llegar a la meta que nosotros nos proponemos.

Ten por seguro que en la vida vas a fracazar, que te vas a caer, que vas a tropezar no una vez, sino varias veces; pero todo esto no te puede quitar el sueño , ni el deseo de seguir adelante.

I Corintios 9:

24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas sólo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
25 Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene; y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; pero nosotros, una incorruptible.
26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
27 sino que sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo venga a ser reprobado.

Sabe sino puede llegar a la meta que te trazaste, pues debe trazar otra meta, sino pudiste lograr ese objetivo, pues planificate otro objetivo; si tu sueño no se hizo realidad, SUEÑA OTRO SUEÑO más grande que el anterior.

La realidad es que por un simple fracaso en nuestra vida, no podemos escharnos a morir, debemos seguir adelante.

No podemos dejarnos llevar de lo que digan los pronósticos, de lo que diga nuestro vecino, de lo que diga la sociedad; puede usted imaginar al que inventó la electricidad rindiendose al primer, no tendriamos electricidad hoy.

La vida es así, tendremos fracazo y también tendremos victroria, tendremos subida y también tendremos bajada.

Dios trabaja con gente valiente, gente que no se rinde al primer intento, gente que tienen sueños, gente que tienen metas, que tienen planes; Dios no quiere gente que vengan a sentarse a los bancos de la iglesia.

La vida del cristiano es como la vida de un atleta, estamos en una carrera; nosotro para llegar al cielo, el atleta para llegar a la meta.

Saben cuando el atleta cea, posiblemente se quede caído, pero cuando el cristiano cae, un hermano llega y lo levanta o el Señor llega y lo levanta.

Lo importante no es cuanta veces nos caemos, sino cuanta veces nos levantamos jy siete veces cae el justo, siete veces será levantado.

No importa cuanta veces nosotros hayamos fracazado, cuanta veces nos hemos caídos, cuanta veces hemos estado abajo, cuanta veces hemos pecado; lo importante es que no nos rendimos y seguimos adelante.


Siga soñando, siga planificando, siga trazando meta que tarde o temprano sus sueños se van a hacer realidad, SUEÑA OTRO SUEÑO y aun mas grande que el anterior, no se rinda al primer intento.

Todo aquel que pone la mano en el arado y mira hacia tras no es digno de heredar el reino de los cielos.

Recuerde que usted forma parte de los valientes de David.

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