
Comer sano
significa conseguir el equilibrio justo de nutrientes que nuestro cuerpo
necesita para funcionar correctamente. Además de hacer mucho ejercicio, el
tener una dieta saludable es uno de los mejores hábitos que se pueden
incorporar. A pesar de que casi todos tenemos esto muy claro, a veces es
difícil saber qué y cuánto comer, sobre todo cuando estamos en la adolescencia
o en la juventud.
Para tener
una noción más específica de lo que tenemos que incorporar a nuestra dieta para
que sea sana, aquí les traemos algunos consejos alimenticios para jóvenes.
Concentrarnos
en las frutas

Es
importante comer una gran variedad de frutas, tanto frescas como congeladas,
secas, enlatadas o en jugos. Lo importante es optar por ellas e ingerir al menos
dos tazas de fruta al día. Este es un hábito súper saludable y muy beneficioso,
desde todo punto de vista, para nuestro cuerpo.
Variar las
verduras

No debemos
asumir que comemos verduras sólo por acompañar nuestras comidas con lechuga. La
variedad de verduras es inmensa y sus beneficios varían según aquella que
comamos. No solo debemos quedarnos con las típicas verduras de color verde sino
optar por la mayor cantidad que podamos. Cada una aporta una bondad diferente
al cuerpo y entre todas se complementan.
Elegir
alimentos ricos en calcio

El calcio
es muy importante para el bienestar de nuestros huesos y por eso si ingesta se
vuelve elemental. Tres tazas de leche baja descremada o una cantidad
equivalente de yogurt bajo en grasa y/o queso bajo en grasa son una buena forma
de adquirir las cantidades necesarias de este nutriente.
Optar por
los granos enteros

Es muy
bueno comer cereales integrales, panes, galletas, arroz o pasta todos los días
ya que nos aportar energía, nos quitan el apetito desmedido y nos facilitan
fibras. El incorporar este tipo de granos al desayuno o al almuerzo nos permite
enfrentar la jornada con ánimo y ganas de hacer cosas.
Ingerir
proteínas

Otro de los
hábitos a incorporar es el ingerir carnes magras, de aves de corral y todas
aquellas comidas que nos aporten proteínas. La modalidad de cocción que es más
recomendable es el hornear los alimentos para así no sumar la grasa del aceite
y poder obtener los beneficios netos a nivel proteico que poseen alimentos como
las carnes, el pescado, los frijoles, guisantes, nueces y diversas semillas.
Evitar las
grasas

Todos lo
sabemos. Las grasas deben ser evitadas en el marco de cualquier tipo de dieta
saludable. Para esto es importante optar por los alimentos bajos en grasas
saturadas y grasas trans y preferir aquellas grasas saludables que se hallan en
el aceite de oliva, las nueces, semillas y aguacates.
Teniendo en
cuenta estos sencillos aspectos podremos hacer que nuestra dieta se vuelva más
sana y adquirir en base a eso una vida más saludable y libre de problemas
derivados de una mala alimentación que suelen aparecer en la juventud y
adolescencia.
Fuentes: Vivir salud
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