El
siguiente artículo fue escrito por Flagratis del blog
http://www.viajesconmitia.com En él se expone el complejo tema de la simbología
secreta de hollywood y específicamente las representaciones de la figura
crística en diversos personajes. Usando el término Cristo Cinemático de Anton Karl Kozlovic, el autor detalla el
mismo patrón mencionado en muchos artículos de este blog, (300, V for Vendetta,
Fight Club) una guerra "oculta" contra la figura bíblica de Jesús que
terminaría en un adoctrinamiento gnóstico masivo, también mencionado como la
religión del nuevo orden mundial.
*Nota de
JhonKbn: el autor original a citado un extracto del Corán para sustentar su
artículo. Como cristiano e investigador del tema creo que este libro contiene
mucha desinformación, pero he decidido mantener el artículo original por
respeto al autor y a la libre expresión.
Por Flagratis
“Nadie os
engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y
se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se
levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta
en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (II Tesalonicenses,
2)
“Entonces,
si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo
creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes
señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los
escogidos”
"El
Profeta dijo: "Dios no envió a ningún profeta, sino que advirtió a su país
del mentiroso -impostor- de un solo ojo
(Ad-Dajjal). Él tiene un solo ojo –mientras que Alá no es de un solo ojo–, y
lleva la palabra ‘kafir’ (incrédulo) escrita en su frente."
Hadith,
Volumen 9, Libro 93, Número 505
"Yo he
venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio
nombre, a ése recibiréis" (Jn. 5:43).
Engineering the Antichrist (I)
…
A manera de prólogo
En los
últimos diez o quince años, hemos podido apreciar una tendencia emergente en la
narrativa cinematográfica moderna, relacionada con el uso sutil de asuntos simbólicos y mitológicos en las películas,
especialmente en el cine norteamericano. Este fenómeno, sin embargo, dista de
ser reciente, puesto que podemos rastrear ejemplos de la utilización de estos
recursos hasta en los albores de la historia del cine; bástenos recordar ahora
Metrópolis, de Fritz Lang, como ejemplo. Lo que sí es nuevo es el auge que en
la actualidad está adquiriendo esta práctica.
Comenzó a ser ostensible con la presentación de la tercera entrega de
Matrix, con todas aquellas referencias gnósticas y masónicas, ya obvias en la
primera y la segunda entrega. Pero estas mismas alusiones esotéricas no eran
exclusivas de estas cintas, y desde mucho antes eran evidentes en otras
producciones, sobre todo del género de ciencia ficción, de los primeros noventa
y los ochenta. Los argumentos parecen basarse en estructuras significativas
similares y bien pronto comienza a hacerse patente la existencia de un patrón.
En casi todas estas ficciones, al margen de la diversidad argumental, comienza
a destacar como central un motivo recurrente: es el planteamiento de la
necesidad, por parte del género humano, de la aparición de una figura
liberadora que rescate a la raza humana de una inminnente destrucción hacia la
ésta se encamina fatalmente. Esta idea de un superhombre de rasgos inspirados inequívocamente
en la figura del Cristo como Salvator Mundi, empieza a perfilarse de modo tan
claro y persistente en el horizonte del cine contemporáneo que no puede menos que llamar nuestra
atención.

Este patrón
emergente al que nos referimos, que hace tiempo es objeto de los desvelos de
miles de mentes conspiranoicas –entre las que nos contamos de tarde en tarde–
ha sido también puesto de manifiesto por eruditos y especialistas, como Anton
Karl Kozlovic (2) que no han dudado en
abordar la cuestión desde una perspectiva científica y más rigurosa, utilizando
los métodos de la crítica cinematográfica y literaria y llegando a la
conclusión, tras el concienzudo análisis de numerosas producciones
cinematográficas, desde Los Diez Mandamientos a Supermán (Richard Donner,1977), de la existencia de
una figura que han venido a llamar el “Cristo cinemático“ (cinematic
Christ-figure) al que atribuyen al menos veinticinco características
estructurales típicas que demuestran la riqueza y variedad de la misma, ilústrandolas
seguidamente con ejemplos de otras tantas muestras del celuloide moderno. (3)

El Cristo
cinemático enseña la patita por debajo de la puerta.
La
contribución de los trabajos de este y otros autores es decisiva para poner de
manifiesto la solidez de los supuestos que planteamos, aunque bajo nuestro
punto de vista distan de ofrecer una visión amplia y proporcionada de esta
tendencia hacia el esoterismo del cine contemporáneo y su fijación con la
figura –hábilmente edulcorada y deformada– del Salvator Mundi. Para nosotros, como se verá más adelante,
este Cristo cinemático no es otro que el Anticristo tenazmente promovido por
los artífices de la Nueva Era (3), fenómeno que dista de ser reciente y cuyos orígenes se remontan al menos a la
gestacion del movimiento teosófico a mediados del siglo XIX. ( ) No obstante, algunos de los rasgos
fácilmente reconocibles del Cristo Cinemático podrán servirnos para establecer
los consabidos rasgos típicos de los Anticristos del celuloide, tan frecuentes
en sus apariciones como el primero. En algunos casos, separar a uno del otro
será una tarea delicada y ardua, pero esta dificultad es inherente al problema
mismo que tratamos y de índole metafísica, porque en esta imitación casi
perfecta del modelo crístico es precisamente
donde radica uno de los principales peligros, sino el mayor, de la figura de la
que hablamos . No en vano se ha dicho: “(…) se levantarán falsos Cristos (… y tal será su nivel de imitación del
original que) que engañarán, si fuere
posible, aun a los escogidos ” (René
Guénon nos ilustra especialmente sobre estos singulares parecidos entre el
Mesías –al masïh — y el Anticristo –al
masikh– en un revelador pasaje del Reino
de la Cantidad y los signos de los tiempos).

La elección
del cine de ciencia ficción para la “promoción” de este tipo de material es
evidente, en virtud de las claves del llamado predictive sci fi programming (4
); “dada la tradicional ruptura entre ”ciencia” y “religión” , el género de
ciencia ficción resulta campo abonado para la narración de historias o asuntos
religiosos –o mitológicos– (…).
Recordemos que, de algún modo, especialmente para los más jóvenes, la
cultura popular o “cultura de masas” es cultura (esto es, en el sentido más
amplio, un depósito de valores tradicionales, un conjunto de los elementos
materiales y espirituales que caracterizan a una sociedad ). Distintos autores
han apuntado que las películas de ciencia ficción de los setenta y los
ochenta han servido al mismo propósito
que el cine bíblico de décadas anteriores (Rey de Reyes, la Túnica Sagrada, Los
diez mandamientos, Sansón y Dalila) estas fórmulas siguen cumpliendo su función
hoy día, y sin duda, seguirán haciéndolo en el final del milenio. La única
diferencia es que el programa religioso de estos filmes modernos de ciencia
ficción está magistral y hábilmente camuflado usando el recurso de la historia
paralela o el subtexto (holy subtexts). ” (2) En este contexo aparece la figura
del Cristo cinemático, construido en numerosas películas populares, particularmente
en el género de ciencia ficción. En lugar de Sansón, Apolo o Beowulf, tenemos a
Batman, el Capitán Kirk, Supermán o Indiana Jones, todos ellos, como veremos,
revestidos de algunos o todos los rasgos que caracterizan a la figura heroica
o, si lo prefieren, crística.

Hace
décadas el autor Neil P. Hurley sugería la existencia de “una poderosa fuerza
dentro de la imaginación creativa humana que configura los personajes de
ficción y los argumentos dramáticos a imagen y semejanza de los motivos,
caracteres y argumentos principales de los cuatro Evangelios de Mateos, Marcos,
Lucas y Juan”. Se han señalado
estereotipos, símbolos y formas arquetípicas y la relación que éstas guardan con otras tantos tipos del imaginario
popular, del folckore, cercanos a las
fuentes de inspiración del ser humano o al junguiano inconsciente colectivo.
Por otro lado, el uso de la figura crística o heroica no es un concepto
desconocido en la literatura y vale decir lo mismo para la cinematografía. A
veces la asociación de un personaje con el tipo mesiánico es obiva; en otras
ocasiones la sutileza de sus rasgos puede llevar a una representación metafórica o velada de la
figura crística. Como quiera que sea, no hay un género cinematográfico más
proclive al uso de esta figura que la fantasía y la ciencia ficción.

En otro
orden de cosas, no hay por qué invocar misteriosas fuerzas anónimas para
explicar la existencia de este Cristo cinemático en la filmografía moderna. Una
razón más prosaica que justifica la intervención de este recurso es simplemente
que el arquetipo o mito resulta una fórmula eficaz para estructurar sólidamente
un argumento. En algunos casos, los cineastas cristianos han podido emplear sus
películas como vehículos para compartir o difundir entre el público sus
creencias particulares –además de hacer dinero con sus creaciones– ; a veces
también los guionistas han gestado estas figuras crísticas como una especie de
broma, como confesaría años después de su estreno el guionista de Ultimatum a
la Tierra ( ), cuyo personaje
protagonista, Klaatu, es uno de las más sobresalientes expresiones del Cristo
cinémático, con el que pueden establecerse sorprendentes paralelismos, desde su
nombre de incógnito (Mr. Carpenter, un carpintero, como Jesús antes de iniciar
su ministerio) hasta su ”milagrosa” resurrección en las escenas finales.


La
explicación más razonable para la existencia de la figura del Cristo cinemático
podría partir de la influencia que las teorías del mitólogo americano Joseph
Campbell y su célebre obra Las máscaras del héroe (The hero wiht a thousand
faces) (*) han ejercido sobre los
cineastas estadounidenses contemporáneos. De hecho, la figura crística puede
ser considerada como una forma subsidiaria del ciclo heroico. Desde el momento
en que el libro de Campbell era lectura obligada para la mayoría de los
guionistas de Hollywood, y un buen número de manuales de escritura creativa se
inspiraron en aquél, es lógico pensar que, inevitablemente, muchos guiones
actuales manifiesten el influjo de las doctrinas de Campbell. Así, por ejemplo, George Lucas fue un lector
aplicado de las obras de este autor y se han señalado justamente resonancias de
sus escritos e ideas en la trilogía de Star Wars, así como en la apocalíptica
Mad Max, de George Miller.

La obra
cumbre del mitólogo J.Campbell ha influenciado a varias generaciones de
cineastas de Hollywood. via
Joseph
Campbell afirmaba que hay una pauta estructural básica en los mitos,
narraciones épicas, historias populares, etc., que se fundamentan en la
construcción de las figuras heroicas. En
términos junguianos, esas pautas o patrones son similares a los arquetipos,
mientras que el ámbito cristiano pueden ser contempladas como figuras
crísticas. De cualquier modo, para algunos, todos estos héroes tipo de Campbell
o arquetipos junguianos son equiparables
o intercambiables con la figura crística, o incluso el mismo Cristo puede ser
entendido, desde una perspectiva no cristiana –o directamente anticristiana–
como una forma episódica o particular del héroe arquetípico definido por
Cambpell.

La auténtica
pericia de estos cineastas consiste en volver a contar una y otra vez los
mismos relatos antiquísimos (“la historia más grande jamás contada”) tan
fielmente como puedan, usando los modismos y fórmulas modernos, empelando las
técicas más innovadoras y haciéndo creíbles, al menos desde la perspectiva
mítica, propia de la fábrica subconsciente, los Klaatu, E.T. Superman, Jonh
Connor, James Cole, Prot, y otras excelentes muestras de cristos cinemáticos
que serán especialmente bien acogidos por el público occidental, cuyo contexto
cultural y condicionamiento es principalmente de herencia judeo-cristiana.

Optimus
Prime murió por tus pecados. Vean más del simbolismo de Transformers aquí
Numerosos
ejemplos de esta artesanía subliminal han sido deliberada y frecuentemente
ignorada por los críticos, que se muestran en ocasiones reacios a digerir esta
forma de discurso narrativo. En 1999, uno de ellos, Leif H., a propósito de The
Matrix, diría : “la película está saturada
de un simbolismo cristiano tan obvio que puede uno atragantarse” y a
continuación identificaría algunos de los símbolos mencionados.

Algunos
elementos de origen cristiano o bíblico señalados por críticos de cine en el
subtexto de Matrix son, por ejemplo, los
nombres de procedencia bíblica, como Sión, Babylon o el nombre de la
heroina, Trinity. Referencias a Juan el
Bautista como precursor del Mesías se ven en el personaje de Morpheus como
profeta de Neo; la muy evidente alusión a Judas, el traidor, que corresponde en
la película a Cypher, quien no quiere asumir el riesgo de creer que Neo sea “el
único” (el Ungido, el Cristo) y lo vende a los agentes (líderes religiosos,
ecos del sumo Sanedrín).

La figura
del Cristo cinemático se fundamenta en la utilización en los guiones
cinematográficos de historias paralelas de temas míticos o religiosos (holy
subtexts). La narración fílmica puede tener una estructura dual, que permita la
coexistencia de un argumento abierto, lineal o “superficial” junto a una o
varias de estas historias “solapadas” de diversa complejidad, comparables a los
elementos metafóricos o simbólicos en la literatura. Con esta peculiar
organización narrativa, las películas de argumento no religioso pueden no
obstante plantearse discursos de orden religioso o espiritual, abordar asuntos
sobre personajes o cuestiones bíblicas, ideas y temas que no aparecerán
superficialmente como “religiosos”. De hecho, incontables figuras crísticas –y
anticrísticas, por lo demás– han sido dispuestos de este modo, soterradamente,
bajo la inocua apariencia de las historias del cine de masas.

Es evidente
que esta práctica de estructurar personajes y argumentos basándolos en los
rasgos crísticos es una forma de “ingeniería cinematográfica” totalmente
voluntaria y consciente por parte de directores y guionistas. En el caso de
Superman, por ejemplo, Richard Donner, admitió finalmente las referencias
cristianas del personaje que en un principio había negado por presiones del
público –según él mismo dijo–. Sin embargo, los paralelismos, especialmente en
el inicio del filme, eran flagrantes; así cuando Marlon Brando envía a su hijo
(Kal-el, Christoper Reeve) a la Tierra y dice : “Les envío a mi único hijo”,
una obvia alusión al Dios Padre del cristianismo enviando a su Hijo Unigénito
al mundo.

“La pasada
noche –nos dice un internauta de tantos– tuve ocasión de ver una de las
películas que con más insistencia promocionan esta idea del super-salvador,
Superman Returns. En esta última edición de la saga podemos constatar un nuevo
paso en la intención de sus artífices de llevar al personaje más allá de los
estrechos límites del ídolo del cómic, empujándolo hacia la esfera de lo real,
convirtiéndolo en una persona material, cercana y creíble; un ser llegado de
otro mundo para salvar al planeta entero. Combinen esto con las referencias
esotéricas en la película –como la resurrección de Atlantis y otros ausntos de
índole ocultista– y empezarán a ver que Superman no es solamente el clásico
“One man hero”, sino el mismísimo Anticristo en persona.” Umberto Eco fue de
los primeros eruditos en advertir el carácter crístico del mito de Supermán.

Aunque la
identificación pormenorizada de los elementos que componen los argumentos
subterráneos del cine popular puede ser
el principio de estudios más serios y productivos, como han demostrado
ampliamente los autores citados (2),
también constituye una práctica divertida que no obstante puede
degenerar en la más severa paranoia o, al menos, convertir la extraordinaria
experiencia de ver cine en una suerte de triste episodio de “buscando a
Wally”. Pero con ciertas dosis de
precaución, sentido del humor y un conocimiento medio del lenguaje tradicional
de los símbolos, así como un bagaje mínimo sobre cristianismo primitivo,
religiones mistéricas, gnosticismo, masonería , hermetismo, alquimia,
mitraismo… la caza será propicia y el espectáculo estará garantizado. Es decir, cuanto mayor el repertorio de
arcanos conocidos, mayores las conexiones significativas que puede reconocer –¿o deberíamos decir establecer?–
el espectador avezado. Definitivamente, para identificar y desenmascarar al
Anticristo cinemático conviene ser, como él mismo, entendido en enigmas.

El león es
un emblema de Cristo, pero lo es también
del Anticristo, según diversas tradiciones. Ambos son también dos reyes.
El Rey león y Áztlan, de las Crónicas de Narnia, abundan en este simbolismo.
Muchos han puesto de manifiesto el simbolismo cristiano de ambas películas. ¿Pero
quién ha subrayado el caracter anticrístico de las mismas? Jaime Cobreros
(n) nos recuerda las palabras de San
Jerónimo: “Cristo es un león bueno para los buenos y terrible para los malos“.
No
obstante, para no deambular sin rumbo en una maraña de símbolos y asociaciones
caprichosas, o para reducir al mínimo el componente subjetivo del análisis –por
otro lado inevitable– conviene establecer una “lista de control” de aquellos
rasgos que hemos mencionado caracterizan
estructuralmente al Cristo cinemático y su páredro e inseparable anticristo,
que los expertos han numerado y descrito hasta un total de veinticinco.(2) He
aquí algunas de las características formales más indicativas de las figuras
crísticas en el cine:
1.0
TANGIBLE
Se trata un
personaje visible, real, con frecuencia llamativo.
2.0 CENTRAL
Suele ocupar un papel principal o relevante en
la historia
3.0
OUTSIDER
Su procedencia, origen o nacimiento son a
veces misteriosos. Procede del cielo, del “más allá”, de un país remoto, de
otra dimensión.
4.0. ORIGEN
SEMIDIVINO, MISIÓN TRASCENDENTE
Desempeña una tarea trascendente, renovadora o
liberadora, a menudo espiritual, “dictada” a veces por una fuerza superior
5.0 ALTER
EGOS
Posee una
primera personalidad anodina tras la que se esconde una segunda faceta
personal, secreta u oculta que se manifiesta a veces de modo gradual o
misterioso
7.0
(TWELVE) ASSOCIATES
Hay un
núcleo variable de personajes, seguidores o asociados, que le acompañan en su
misión trascendente. En algunos casos, la asociación alude al número tres
(Trinidad) , especialmente en la variante más oscura del Cristo cinemático
(Neo, Trinity, Morpheus en The Matrix) (Lord Sith, Darth Vader, Empeardor
Palpatine en Star Wars)
8.0 FASE DE
INICIACIÓN O EDAD DEL MINISTERIO
Antes de desempeñar su “ministerio” y revelar
su identidad, a menudo el Cristo cinemático atraviesa una fase de iniciación en
la que adquiere sus “poderes” y que
puede culminar a los 33 años (viaje al Polo de Supermán)
9.0 TRAIDOR
ASOCIADO
Una alusión
a la figura de Judas Iscariote. En el círculo íntimo del Cristo cinemático
puede aparecer un pesonaje secundario , en principio aliado, que más tarde
estorba sus planes, los desvía o trata de frustrarlos
11.0
PROFETAS ANUNCIADORES
…Se
presenta como un precursor, una especie de Juan el Bautista, profeta o agorero
que prepara el camino del personaje crístico. (En la Amenaza fantasma, es la
función del personaje que encarna Liam Neeson; Morpheus en the Matrix)
12.0
PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN
Los motivos
de la herida milagrosamente curada, la muerte -real o metafórica, como una
derrota– y la Resurrección son elementos
fundamentales y definitivos entre los rasgos típicos del Cristo dinemático y su
páredro anticrístico
13.0
TRIUNFALISMO
La muerte o
primera derrota del personaje termina en una victoria triunfal sobre sus
enemigos o detractores, aunque en principio aparezca como una victoria pírrica
15.0 AUTO
SACRIFICIO
El
personaje central se auto inmola o es sacrificado para ayudar a cumplir su
misión trascendente
17.0
ASOCIACIONES CON LA CRUZ
Pueden
aparecer adoptando poses que recuerdan la crucifixión, símbolos, ropajes o
atributos que figuran entre los emblemas de Cristo
19. MILAGROS, SEÑALES Y PORTENTOS
Más
representativos del Anticristo, que imita en este punto especialemente al
Cristo cinemático. Caminar sobtre el agua, dominio sobre los elementos,
curaciones –o resurrecciones– milagrosas (Starman, Superman) son algunos de los
prodigios que puede desarrollar nuestro personaje (Phenomenon, Pleasantville)
Muy abundantes, obviametne, en el cine de superheroes, pero común en otras
producciones
25.0 NOMBRE
ESPECIAL, INICIALES J.C., REFERENCIAS CRÍSTICAS DIVERSAS
En ocasiones, los nombres de los Cristos
cinemáticos contienen literalmente las iniciales J. C. (Jesus Cristo), como en los casos
de John Coffey (la Milla Verde), or
James Cole (Doce Monos) o John Connor
(Terminator). En otros casos, más frecuentes, su nombre puede ser una alusión
velada a su naturaleza crística.

Harry
Potter, entendido en enigmas y arcanos y
portador de luz (phosphoros) , prototipo preclaro de anticristo cinemático

Terminator
T 800 (T 101?) , el gigante de un sólo ojo, otro clásico ejemplo de anticristo
cinemático
Ni qué decir tiene que no todos estos
elementos deben darse en un sólo ejemplar para catalogarlo en tan especial
categoría y que cada elemento puede ser interpretado de modo diverso en función
del contexto en que aparece. En resumen, que en todo esto caben matizaciones y
que, como ocurre en tantas otras cuestiones, dos y dos no siempre son
cuatro. De cualquier modo, insistimos,
debe haber algo similar a una referencia canónica o “lista de control” para
evitar las asociaciones puramente imaginativas, en las que uno ve exactamente
lo que quiere ver. Una de las claves fundamentales para lograr cierta ortodoxia
es, a decir de los expertos, considerar que las similitudes con la figura de
Cristo de los personajes analizados sean sustanciales y significativas:
“The [Christic] resemblance needs to be significant and
substantial, otherwise it is trivial. It also needs to be understood from the
text and the texture of the work of art, be it classical or popular, and not
read into the text with Christian presuppositions (…) (2)”

Cristo y
Lucifer como “estrella de la mañana”. Cristos y Anticristos cinemáticos suelen
descender o caer desde “lo alto” hacia la tierra, para comenzar su misión liberadora
El Cristo
cinemático describe cualquier personaje en la cinematografía que se asemeje a
Jesucristo. En el cine, guionistas y
directores basan a menudo sus personajes en la figura crística. Se habla de
Cristo cinemático cuando no nos encontramos ante una recreación directa de Jesús
(como en Rey de Reyes o La Pasión de Mel Gibson) sino cuando vemos una
representación simbólica o a menudo alegórica del mismo. Estas figuras
crísticas pueden ser identificadas por acciones o rasgos particulares que las
emparentan con Jesús (por ejemplo, alguien que es crucificado simbólicamente,
como en Pleasantville, o camina por encima del agua (Superman II, Beeing There,
El Show de Truman).

Hay muchas
maneras de construir cinematográficamente una figura crística, y la inventiva
que se ha demostrado en este sentido es realmente apabullante. Resulta también
significativo ver que en una película aparentemente no religiosa pueda revelar
tantos elementos cristianos tras una lectura profunda. La figura del cristo
cinemático es un personaje legítimo, un fenómeno perfectametne válido de la cultura
popular, y un género vivo y poderoso; Neil P. Hurley lo ha calificado de
“metagénero”. (2)

El genuino
gran impostor, también protagonista de The invention of Lying
-Fuentes y
vínculos-.
* Más en
nuestro próxima entrega Engineering the Anticrhist II
(1) Para un
estudio en profundidad del tema del Cristo cinemático, acompañado de abundosa
bibliografía, véase Kozlovic Anton Karl, How to create a Hollywood
Christ-figure: Sacred Storytelling as aplied Theology
(2) Anton Karl Kozlovic, School of Humanities, The Flinders
University of South Australia The Structural Characteristics of the Cinematic
Christ-figure
(3) Predictive Sci fi programming en conspiracy archive
(4)
Hablamos de ello en nuestro post Ficción y futuro
(5)
Cinematic savior, un libraco recomendable sobre el particular
(6) Más
Cristos y anticristos cinemáticos por cortesía del cine alumbrado
holywoodiense, en Contra el nuevo orden mundial, y en nuestro post A Menacing
Ewe
(7) Christ
figures, en wikipedia, con un buen listado de películas susceptibles de
análisis
Fuentes: Contra el Nuevo Orden Mundial
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