miércoles, 28 de agosto de 2013

Una salida




 LEA: 1 Corintios 10:12-13; Mateo 4:1-11 | La carretera 77, que atraviesa los Apalaches en Virginia Occidental, Estados Unidos, tiene unas rampas para emergencias o de escape. Estas salidas están en una parte de la carretera donde el nivel desciende unos 400 metros (1.300 pies) en solo 10 km (6 millas). Esta brusca pendiente, combinada con las curvas, puede generar problemas a los automovilistas; en especial, a los camioneros.

 Así como un camión fuera de control necesita una vía de escape en una carretera, nosotros también precisamos «una salida» cuando los deseos descontrolados amenazan nuestro bienestar espiritual. Al enfrentar tentaciones, «Dios […] dará también juntamente con la tentación la salida, para que [podamos] soportar» (1 Corintios 10:13). Mediante el poder de su Palabra, el Señor nos capacita para que digamos «no» a la instigación. Jesús venció la tentación de Satanás en cuanto a la comida, la autoridad y la confianza citando versículos de Deuteronomio (Mateo 4:4-10). Las Escrituras lo ayudaron a resistir al diablo, aun después de haber ayunado 40 días en el desierto.

Cuando somos tentados, tal vez sintamos que una tragedia va a llegar en la siguiente curva. Recordar fracasos anteriores y aislarnos de los demás puede intensificar esa sensación. Sin embargo, podemos confiar en Dios en esos momentos de tentación, ya que Él es fiel y nos dará una salida para que podamos resistir ante la seducción del pecado.

La mejor manera de escapar de la tentación es correr hacia Dios.

(Nuestro Pan Diario)

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