BY RICK
WARREN — Si tú quieres tener éxito en la vida, debes aprender a dominar tu
estado de ánimo. Cuando tienes una emoción que no te lleva a dónde tú quieres
ir, tienes dos opciones: o la cambias, o la canalizas.
A veces es
necesario cambiar lo que estás sintiendo.
Algunas
emociones son tan destructivas, tan perjudiciales, tan dañinas, tan poco
efectivas, que lo único que puedes hacer es cambiarlas. Tienes que cambiar lo
que estás sintiendo.
Filipenses
2:5 dice: "La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús."
(NVI).
Tu actitud
incluye tus emociones, así que lo que sientes debe imitar la actitud de Jesús.
Tú tienes que preguntarte, "¿Cómo se sentiría Jesús en esta situación?
¿Jesús se irritaría con este mesero? No. ¿Le gritaría Jesús a esa persona? No.
¿Estaría Jesús despierto toda la noche, retorciéndose las manos y preocupándose
de que no va a funcionar? No. ¿Tendría miedo Jesús? No."
Entonces,
inmediatamente descarta cualquier sensación que no te haga más como Jesús. Si
Jesús no respondería a tu esposa con esa emoción, entonces tú tampoco
debes. Deja esa actitud y piensa lo que
haría Jesús en tu lugar.
A veces es
necesario canalizar lo que estás sintiendo.
Cuando mi
hijo Matthew murió, entré en la más profunda tristeza posible que puedas
imaginar. Pero mi esposa y yo decidimos desde el primer momento que íbamos a
canalizar ese dolor por el bien y utilizar nuestro dolor para ayudar a otras
personas. Esa es una de las razones por las que soy el anfitrión de la
conferencia anual sobre la enfermedad mental en la Iglesia Saddleback. No estoy
a punto de perder una herida que pasó. Voy a usarla para bien.
Tu
ministerio más grandioso no va a salir de tus fortalezas y éxitos. Tu
ministerio más grandioso podría salir de tu dolor más profundo.
¿Qué dolor
en tu vida estás usando para bien? Si tú has estado en tanto dolor que ni
siquiera quieres hablar de ello, entonces tú necesitas aprender a manejar tus
emociones. Es necesario nombrar la emoción, impugnarla, y canalizarla si tú no
vas a cambiarla. Luego, se utilízala para el bien.
Reflexiona
sobre esto:
¿Por qué
crees que a veces es más fácil sentir las emociones que queremos sentir en
lugar de lo que sabemos que Jesús sentiría en esa situación?
¿Qué es lo
que tienes que hacer para que tengas tiempo de hacer estas preguntas en
cualquier situación?
¿Qué dolor
en tu vida puedes utilizar para ayudar a otras personas?
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