lunes, 27 de agosto de 2018

Una vida de paz


 Leer | Isaías 26.2-4 | Su casa le da protección contra la naturaleza. Por eso, cuando una tormenta se aproxima, usted busca refugio dentro de la seguridad de esas cuatro paredes. El mismo principio se aplica a las tormentas de la vida. Si hemos construido una casa sólida sobre un fundamento de fe, entonces tenemos un refugio al cual correr cuando se formen nubes oscuras y la ansiedad amenace con arrollarnos.

 Supongamos que algo le preocupa y sus amigos y familiares tratan de entenderlo, pero se están cansando de que esté tan enfocado en el problema. Escuche ahora la alternativa liberadora que Dios le ofrece: “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentara” (Sal 55.22). Él no cancela los males que irrumpen en esta vida, pero sí nos protege del peso de la angustia, tomando las situaciones en sus manos.

No obstante, el llamado a tener una vida libre y tranquila no es escuchado a menos que la persona tenga confianza en el Señor. La confianza se construye por medio de la relación —orando durante las pruebas y las victorias de la vida diaria, buscando dirección bíblica para tomar decisiones, y experimentando la Palabra de Dios de manera práctica. Es así como se construye una casa de fe, ladrillo a ladrillo, sobre la roca sólida de Jesucristo.

La persona que confía en el Señor recibe la paz que promete Isaías 26.3. Pero la paz inquebrantable no es instantánea; se cultiva por medio de una relación constante con Dios. Depender de Él cada día de nuestra vida es la clave para soportar las tormentas con calma sobrenatural.


(En Contacto)

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