Hace mucho tiempo a orillas del mar
había una pequeña capilla ubicada en medio de las dunas. Durante muchos años
los pescadores de los alrededores se reunían en ella regularmente. Por ello se
intentaba que el camino a la capilla siempre estuviese libre de arena.
Pero con
el transcurso del tiempo el interés de la gente disminuyó; dejaron de ir a la
casita de oración. El viento del mar creó remolinos de arena cada vez más
densos, hasta que la capilla quedó completamente cubierta, y hoy ni siquiera se
sabe dónde está ubicada.
¡Cuántas personas hay que en su juventud
declararon pertenecer al Señor Jesús, pero dejaron que la indiferencia las
venciese, hasta el punto que hoy ya no se puede saber si son o no son
creyentes! No negaron abiertamente a Cristo, pero tampoco tomaron la firme
decisión de seguirle. Su vida espiritual fue ahogada por el egoísmo, la dejadez
y la búsqueda de sus propios intereses antes que los de Dios.
“Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas
que hemos oído, no sea que nos deslicemos”, advierte la epístola a los Hebreos (2:1).
Velemos para no descuidar las realidades eternas dejándonos absorber por las
cosas pasajeras. “Volved a aquel contra
quien se rebelaron profundamente los hijos de Israel” (Isaías 31:6).
Fuentes:
Amen, Amen
ES CIERTO. ME HA VENIDO MÁS DE UN NOMBRE A LA CABEZA AL LEER ESTO.
ResponderBorrarINCLUSO LA PERSONA A TRAVÉS DE LA CUÁL YO CONOCÍ A CRISTO. LO QUE ME PRODUCE MUCHÍSIMA TRISTEZA.
HEMOS DE ORAR POR AQUELLOS QUE EMPEZARON EL CAMINO, PERO SE DESVIARON. QUE DIOS TENGA MISERICORDIA Y LES HAGA VOLVER.
Y TAMBIÉN PARA QUE ÉL NOS MANTENGA FIRMES EN LA FE Y QUE NUESTROS PIES NO SE DESVÍEN NI A DERECHA NI A IZQUIERDA.
esta poderosa esta reflexion...
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