domingo, 1 de enero de 2012

El Día que Trastornó mi Vida.




• Prepárate y apercíbete. – Ezequiel 38:7. 

• Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora. – Mateo 25:13. 

«Esa mañana del 6 de junio de 1944 todo el mundo hablaba de la noticia: ¡Llegaron! Los aliados ingleses y americanos venían a ayudar a Francia que estaba en guerra. Mamá no había querido dejar a papá, el panadero de mi pueblo, en Normandía. Yo era la mayor de cinco hijos. A las 8:30 de la noche, cuando el bombardeo empezó, había treinta personas apiñadas en nuestra bodega, la cual no tenía ventanas. Una bomba cayó en la panadería y todos quedamos atrapados bajo los escombros, pero una viga nos protegió a mi padre, a mi hermanito de siete meses y a mí. ¡Los demás murieron! Quedé marcada por la guerra…».

Un día Jesús volverá, ese será el día del arrebatamiento, un día de gozo y de libertad.

¿Cómo? “El Señor mismo… descenderá del cielo…”, los que habrán creído en él serán “arrebatados juntamente… en las nubes para recibir al Señor en el aire” (1 Tesalonicenses 4:16-17), “en un abrir y cerrar de ojos” (1 Corintios 15:52). ¡En ese momento no habrá tiempo para prepararse!

¿Cuándo? ¡Nadie lo sabe! Su última frase fue: “Vengo en breve” (Apocalipsis 22:20). Para quienes no lo esperan, “el día del Señor vendrá como ladrón en la noche” (2 Pedro 3:10). “Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina” (1 Tesalonicenses 5:3).

¿Por quién regresará? Por todos los que creen en él. Pero Dios no quiere que ninguno perezca, sino que todos se arrepientan (2 Pedro 3:9). ¡No habrá una segunda oportunidad!
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Fuentes: Amen, Amen    

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