Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de
gracias. – Filipenses 4:6
¿Puede uno
tener una Navidad feliz aun cuando tenga muchas presiones en la vida? Sí, se puede, y no hay que irse a
otro lugar para tenerla. No importa cuán grandes o pequeñas sean las
dificultades por las que uno esté pasando, podrá tener la Navidad más maravillosa y libre
de afanes que haya tenido en la vida, y podría empezar hoy mismo.
Como
creyente, usted quizá conozca el versículo bíblico que dice que no hay que
estar afanado por nada. Pero, ¿en realidad lo ha tomado en serio
alguna vez como para aplicarlo a su vida? Es muy posible que no lo
haya hecho, porque aún no ha llegado a darse cuenta del peligro que representan
esos afanes y de que son parte de la estrategia del diablo contra usted.
Así es: el
afán, o la preocupación, es una de las principales armas del enemigo. Si el diablo puede lograr que usted se
afane, se valdrá de las presiones económicas, las presiones familiares y las
presiones de su agenda – que son parte “normal” de la vida cotidiana – para
agobiarlo y meterlo en más dificultades de las que usted pueda imaginarse.
La ciencia
médica nos dice que la gran mayoría de la gente hospitalizada en los Estados
Unidos padece de enfermedades causadas por el afán y la tensión. Sin embargo, a pesar de esa
realidad, hay muchos creyentes que se afanan sin siquiera darse cuenta de ello.
Se afanan porque son muy pequeños o muy flacos o por alguna otra cosa. Se
afanan mucho por esto y lo otro y no se dan cuenta de que han estado pecando.
“¿Pecando,
hermano Copeland?”
¡Sí! Para
el creyente nacido de nuevo, lleno del Espíritu y que tiene la Biblia, afanarse
es pecado. Por lo tanto, aunque las tarjetas de Navidad se enviaron tarde y 45
personas van a llegar a la cena de Navidad, no se afane. Haga lo que la Biblia
dice: ore, presente sus peticiones a Dios y alábelo, y dele gracias por la
respuesta; entonces tendrá paz.
Así que,
disfrute de una verdadera Navidad feliz, libre de afanes.
Mateo 6:24-34
6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá
al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis
servir a Dios y a las riquezas.
6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué
habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni
recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis
vosotros mucho más que ellas?
6:27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane,
añadir a su estatura un codo?
6:28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los
lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
6:29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se
vistió así como uno de ellos.
6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en
el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o qué vestiremos?
6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero
vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas.
6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el
día de mañana traerá su afán. Basta a
cada día su propio mal.
Kenneth Copeland
Fuentes: Devocionales Cristianos
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