BY RICK
WARREN — Cuando estés ministrando a un amigo que está muriendo, debes dar tu
presencia física a tu amigo, pero también debes asistirlo en una forma
práctica. ¿Qué significa eso? Significa que debes hacer lo que sea necesario
para ayudar a tu amigo, y también ayúdalo en pequeñas pero prácticas maneras.
Alguien que
está muriendo por lo general no se siente bien. A menudo están sintiendo dolor.
Puedes dar comodidad atendiendo las pequeñas cosas que pueden hacer una gran
diferencia. ¿Quieres las luces prendidas o apagadas? ¿Puedes conseguir algunos
trozos de hielo? ¿Necesitas un masaje en la espalda? Tú muestras amor al
ofrecer asistencia práctica para aliviar el dolor y el malestar.
No tengas
miedo de hacer preguntas. No tengas miedo de sugerir cosas. La Biblia dice:
“Hermanos, les rogamos que amonesten a
los perezosos. Alienten a los tímidos. Cuiden con ternura a los débiles. Sean
pacientes con todos” (1 Tesalonicenses 5:14 NVI).
Cuando las
personas están con dolor, no se sienten felices. Cuando se están muriendo, a
menudo se vuelven malhumoradas porque no se sienten bien. Tú muestras compasión
cuando no los presionas y extiendes la bondad y la paciencia con ellos.
¿Por qué es
esto importante? Porque otro de los temores de que la gente tiene cuando se
está muriendo es el miedo a perder el control. En primer lugar no pueden
manejar. Ahora no pueden caminar o levantarse de la cama o al baño por su
cuenta.
Puedes
ministrar a las personas que están muriendo no solo simplemente por estar al
tanto de sus necesidades, sino también dándoles opciones en cómo se atienden
estas necesidades. Cada vez que se les da a elegir, les das control de nuevo.
“¿Te gustaría ponerte tus pantuflas o no?” “¿Deseas que te cambie el canal? ¿Qué
te gustaría mirar?” “¿Deseas desayunar ya o más tarde?”
A veces, el
gesto más pequeño o una atención considerada pueden tener el mayor impacto en
alguien que se enfrenta a la muerte. Tu presencia es un ministerio en sí mismo,
y también lo es tu compasión a través de una asistencia práctica.
Reflexiona sobre Esto
¿Qué
situación has evitado porque no sabes cómo ministrar o servir de ayuda?
¿Cómo
cambia tu actitud cuando consideras el impacto que tu presencia y pequeños
gestos pueden hacer?
Si
estuvieras enfrentando la muerte, ¿cómo quisieras que la gente te ministrara?
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