LEA: Isaías
55:1-7 | Recuerdos agradables inundaban mi mente mientras asistía a un
concierto. El líder del grupo acababa de anunciar la próxima canción: «Tal como
soy». Recordé cuando, años atrás, al terminar de predicar, el pastor de mi
iglesia invitaba a las personas a pasar al frente para recibir a Cristo como
Salvador, mientras nosotros cantábamos ese himno.
No
obstante, el líder del grupo musical en aquel concierto sugirió que cantáramos
esta canción en otro contexto. Comentó que le gustaba pensar que, un día,
cuando muera y vaya a encontrarse con el Señor, le cantará con gratitud:
Tal como
soy, sin más decir, que a otro yo no puedo ir, y tú me invitas a venir.
Bendito
Cristo, vengo a ti.
Años antes
de escribir esta canción, Charlotte Elliott le preguntó a un pastor cómo podía
encontrar al Señor. Él le dijo: «Simplemente, ve a Él tal como eres». Ella lo
hizo. Más tarde, durante un desalentador período de enfermedad, escribió este
himno sobre el día en que acudió a Cristo y Él le perdonó sus pecados.
En su
Palabra, el Señor nos alienta a buscarlo: «Buscad al Señor mientras puede ser
hallado, llamadle en tanto que está cercano» (Isaías 55:6). Y agrega: «A todos
los sedientos: Venid a las aguas […]. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd,
y vivirá vuestra alma» (vv. 1, 3).
Por la
muerte y la resurrección de Cristo, podemos venir a Él ahora y estar juntos para
la eternidad. ¡Tal como soy, vengo!
…el que
tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
—Apocalipsis 22:17
(Nuestro
Pan Diario)
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