sábado, 22 de octubre de 2011

Ante nuestros problemas y Dificultades



SALMO 100:1-2”Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo”.

La práctica del pasaje de la Palabra de Dios del día de hoy parece a simple vista impracticable, especialmente cuando estamos atravesando problemas y dificultades. La tendencia natural del ser humano, cuando vienen los problemas y dificultades es preocuparse, deprimirse, quejarse y ponerse triste.

Como cristianos tenemos una alternativa diferente: Podemos reaccionar espiritualmente a nuestros problemas naturales. En la medida que aprendamos a reaccionar espiritualmente ante los problemas y las circunstancias difíciles terrenales, nuestra victoria estará asegurada.

La reacción natural, cuando llegan los problemas y dificultades es preocuparse, quejarse, deprimirse y hablar palabras negativas. Todo eso crea, alrededor nuestro, un clima negativo de derrota. La reacción espiritual que practican los cristianos obedientes al Señor, ante los problemas es alabar y regocijarse. La palabra regocijo implica un doble gozo. Esto sólo se puede lograr con la ayuda del Espíritu Santo. Cuando damos lugar a la presencia de Dios en nosotros, viene el gozo sublime en medio de los problemas.

Si vamos a esperar a que no tengamos ningún problema y/o dificultad, para empezar a alabar y a gozarnos, nunca lo lograremos. La clave de nuestra victoria está en empezar a hacerlo en medio de los problemas y las dificultades.

Dios te está invitando en este día a ejercitarte en las reacciones espirituales, pues ellas crean y cambian las situaciones terrenales. Cuando el cristiano fielmente obedece la palabra de Dios el clima interior y el exterior de su vida y circunstancias, cambian.

Esto es un milagro de Dios y está disponible para ti en este momento, si por fe empiezas a dejar de hablar palabras negativas, quejosas, de lamento y cambias la sintonía natural por la espiritual comenzando a alabar a Dios. El resultado será que vendrá primero el gozo y luego el doble gozo o regocijo.

Oracion:
Señor, dame las fuerzas para cambiar mi sintonía natural en sintonía espiritual a fin de poder alabarte y regocijarme en Ti, oh Dios. Por Cristo Jesús, amén.

Fuentes: El Versículo del Día

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