Leer: 1
Corintios 1:25-31
| Fanny Kemble fue una actriz
británica que se mudó a
los Estados Unidos a principios del siglo xix y se casó con el dueño de una
plantación en el sur del país, llamado Pierce Butler. Disfrutó la vida que le
brindaba la riqueza de la plantación, hasta que vio el costo de esos lujos; un
costo que pagaban los esclavos que trabajaban en la propiedad de su esposo.
Con el
tiempo, se divorció de él y escribió el libro Diario de una residencia en una
plantación de Georgia en 1838-1839, donde describía el trato cruel que
experimentaban los esclavos. Por su oposición a la esclavitud, la ex esposa de
un dueño de esclavos llegó a ser conocida como «la abolicionista menos
pensada».
En el
cuerpo de Cristo, Dios suele sorprendernos de manera maravillosa.
Habitualmente, usa lo menos pensado (personas y circunstancias) para concretar
sus propósitos. Pablo escribió: «lo necio del mundo escogió Dios, para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a
lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios» (1 Corintios
1:27-28).
Esto nos
recuerda que el Señor, en su gracia, puede usar a cualquiera. Si permitimos que
obre en nuestra vida, ¡podría sorprendernos lo que puede hacer a través de
nosotros!
Dios desea
encontrar corazones dispuestos y listos para ser utilizados.
NUESTRO PAN
DIARIO
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