MADRID | Lo
normal es ser ganador en un momento –o situación- y perdedor en otros. Ganador
o perdedor debiéramos contrastarlo con respecto a una situación determinada;
sin embargo lo más habitual es acabar adoptando una etiqueta que nos ponen los
demás o nos ponemos nosotros mismos, donde estamos convencidos de que somos
ganadores o perdedores.
Es obvio
que al que triunfa mucho se le llama triunfador o perdedor en caso contrario,
pero según los expertos en Psicología no deberíamos olvidar que todos ganamos o
perdemos en función de una circunstancia concreta y sería mucho más lógico
juzgar esa situación en particular (¿hemos tenido éxito o fracaso?) y no
extrapolar el resultado a nuestra vida en general.
FRACASOS ANTES DEL TRIUNFO
El triunfo brilla tanto, que eclipsa todos los
fracasos cosechados hasta llegar allí. Así se explica que muchas personas
piensen que los ganadores son individuos a quienes todo lo que hacen les sale
bien. Pero la realidad nos demuestra que es imposible no fracasar y más cuando
uno se enfrenta a tareas nuevas o que requieran un aprendizaje.
Para llegar
más lejos, necesariamente hay que pasar por más fracasos. Por ejemplo, antes de
dominar un deporte, lo más seguro es haya que soportar muchos ensayos;o, lo que
es lo mismo, fracasar varias veces. Pero una persona que al caerse en el primer
o segundo intento lo deja, se considerara una fracasada. El mismo mecanismo
podría aplicarse ante cualquier otra situación de la vida.
CUESTIÓN DE ACTITUD
Creer que
se puede lograr algo, y estar dispuesto al sacrificio por lograrlo es básico
para tener una mentalidad ganadora. Las diferencias entre quienes se consideran
ganadores o perdedores no se refieren a las veces que triunfan o fracasan. Es
un problema de actitud.
Una persona
con una mentalidad de fracasada anticipa el resultado negativo, por lo tanto ni
siquiera las intenta lograr muchas cosas.
Si empieza
cualquier acción, al primer problema que se presente se retirara y luego se
justifica diciendo que esa prueba no era para él. En cambio el que tiene una
mentalidad triunfadora anticipa un resultado positivo por lo que lo intenta con
una mayor motivación. Incluso si fracasa, lo ve como un camino hacia el triunfo
y aprende de lo que ha salido mal.
ACTUAR
CON FE
Fe es creer
en lo que no podemos ver, tener certeza de lo que se espera. Esa fe hace que
cuando vienen los obstáculos, que siempre aparecen, uno siga confiando en lo
que está haciendo para conseguir lo que quiere lograr. Y justamente aquellos
que tienen la cualidad de creer pese a los resultados aparentes son los que
poseen una mentalidad ganadora.
En el mundo
del deporte podemos encontrar buenos ejemplos de mentalidad ganadora: Fernando
Alonso fue embestido por otro piloto cuando iba el primero en el campeonato del
mundo el pasado septiembre. Quedó fuera de la carrera y en lugar de lamentarse
por lo que había pasado, dijo que esperaba a la siguiente carrera para
compensar. Florentino Pérez dijo que sería presidente del Real Madrid el día
que perdió las elecciones. Jorge Lorenzo perdió el primer campeonato de moto GP
en la última carrera a pesar de haberlo podido ganar. Lo primero que dijo
cuando se bajo de la moto fue que sería campeón del mundo. Un año después lo consiguió.
COSAS
ESENCIALES
¿Sabes lo
que quieres? ¿Crees que puedes conseguirlo y estas dispuesto a hacer lo que
haga falta por alcanzarlo? Entonces, tienes mucho ganado . Sin tener un
objetivo claro, es imposible ser una persona ganadora. Entonces, el primer paso
es fijar el objetivo y no perderlo de vista bajo ningún concepto.
Cuando
vengan las dificultades, que sin duda vendrán, deja de lamentarte y focalízate
en el objetivo. Finalmente, si estás dispuesto a esforzarte por acercarte y
perseverar hasta conseguirlo, ya formas parte del grupo de gente ganadora.
Una
característica de los grandes deportistas es que ellos están seguros de que por
grande que sea el reto, pueden conseguirlo y esa confianza en sus posibilidades
y el convencimiento de que lo conseguirán es una fuerza poderosa que los
impulsa a alcanzar el objetivo.
Creer que se puede alcanzar algo (fe); estar
dispuesto a hacer lo que haga falta por conseguirlo (esfuerzo y perseverancia);
considerar las dificultades como parte del aprendizaje necesario, sin perder de
vista el objetivo. Estas son tres cosas esenciales de la mentalidad ganadora.
Fuentes: El Plural
Editado
por: Protestante Digital 2012
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