Leer: Salmo 37:1-6, 23-27 | La Biblia en un
año: Salmos 37–39 Hechos 26 | John F. Burns pasó 40 años cubriendo
acontecimientos mundiales para el New York Times. En un artículo que escribió
después de jubilarse, recordó las palabras de un amigo periodista que estaba
muriendo de cáncer: «Nunca olvides que no se trata de cuán lejos viajaste, sino
de lo que trajiste a tu regreso».
El Salmo 37 podría considerarse una lista
de David de lo que «trajo» de su viaje por la vida, de pastor a soldado, y
luego a rey. El salmo es una serie de contrastes entre los malos y los justos,
y reconoce a los que confían en el Señor.
«No te impacientes a causa de los malignos,
ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto
cortados, y como la hierba verde se secarán» (vv. 1-2).
«Por el Señor son ordenados los pasos del
hombre, y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
porque el Señor sostiene su mano» (vv. 23-24).
«Joven fui, y he envejecido, y no he visto
justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan» (v. 25).
De nuestra experiencia en la vida, ¿qué nos
ha enseñado Dios? ¿Cómo hemos experimentado su fidelidad y amor? ¿De qué
maneras el amor del Señor ha formado nuestras vidas?
Lo importante no es lo lejos que llegamos,
sino lo que traemos de nuestro viaje.
Señor, gracias por caminar conmigo por la
vida.
A medida que los años se suman, la
fidelidad de Dios se multiplica.
NUESTRO PAN DIARIO
Loading...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.