martes, 19 de junio de 2012

El Dios de los procesos y estrategias



- Lectura Josué 5:2-12. Me gusta la manera como Dios llevaba a su pueblo en grandes victorias, es impresionante, Dios para cada problema y batalla que enfrentes siempre tiene una estrategia.

Hoy te quiero hablar del Dios de las estrategias, esas estrategias son comunes, son parámetros a nuestras vidas para poder vencer las batallas, lo que aplica a ellos también a nosotros para obtener batallas. Vemos en la Biblia batallas impresionantes, pero pocas veces vemos los procesos por los que Dios tuvo que llevar.


No era solo gritarle a los muros de Jericó, sino que antes debían hacer un proceso de circuncisión, no podían entrar sin un pacto de intimidad con el Señor.

Cuando Israel sale de Egipto, esa nación libre tiene una promesa de extenderse, pero por 40 años dan vuelta a un monte, el Señor antes de llevarlo a Jericó les dice que tienen que circuncidarse, eso era un pacto que en la antigüedad, establecido por Abraham primero, ese proceso se había perdido, porque la generación que creció en el desierto no era circuncisa.

1. Debes circuncidar tu corazón: si quieres tener conquistas, es necesario para que Dios nos de victorias continuas. Conquistas casuales cualquiera puede, pero conquistas constantes y permanentes es de obedientes únicamente. En esta segunda generación que sale de Egipto, que no conoció el éxito, se hacen líderes obstinados, siendo machistas, pecando, adulterando, ios hace lo que hoy estoy haciendo, recordándoles como comenzó todo.

Hoy quiero llevarlos al pedernal, hacer lo correcto es de poderosos. Los que hacemos las cosas bien somos los poderosos y valientes, somos poderosos porque Dios nos da la fuerza para serlo, para poseer la tierra tenemos que estar circuncidados de corazón, circunspectos de corazón, hay cosas que duelen al hacerlas, pero hay que hacerlas. Muchas de las cosas que hago no me agradan pero debo hacerlo para disfrutar de las que me agrada. No podemos conquistar sino estamos circuncidados de corazón.

El pedernal tiene menos filo que el hierro, a los israelitas les cortaron el prepucio que significa la carne para nosotros, el dolor se sentía al tercer día, pero había que hacerlo, porque era una marca de intimidad, Dios le dice cuando lo hacen, que ha quitado el oprobio y la esclavitud de sus vidas. Cuando no tomas la decisión de cambiar, el oprobio y la vergüenza te seguirán toda la vida, la esclavitud te seguirá toda la vida, lo que no agrada a Dios debemos dejarlo, aunque duela, pero vamos adelante a la tierra prometida.

Los egipcios se burlaban de ellos, hay muchos cristianos de los cuales sus familiares ricos se burlan, porque no ven un cambio, seguramente Dios no te ha concedido una gran victoria porque no has ido al pedernal. Dios hoy dice: "Voy a acabar las burlas, sabrán que son mi pueblo y yo soy Su Dios". Desde el momento que se circuncidaron comieron las cosechas de Canaan, ¿por qué hay siembras y no cosechas en tu vida? porque no hay circuncisión en tu corazón. Ellos vencieron a Jericó en el pedernal. Hoy se acaba la humillación de Egipto en tu vida. No mas maná, Dios fue fiel con ellos, pero el maná es el pan de hoy, de la misericordia, y muchos viven del diario, la perfecta voluntad de Dios no es el maná, es que aprendas a vivir de tus cosechas. El desierto no es opción, lo es la tierra prometida, ellos estuvieron en el desierto por desobediencia, por no creer, por idólatras, por murmuración, tentaron a Dios 10 veces. En el desierto te alimentas del día, pero en la tierra prometida te sacias.

No se puede conquistar la tierra con un corazón impuro, hay cosas que duelen pero que son temporales, pero el costo de la desobediencia es permanente, causa depresión, pánico. Tienes que pasar por la circuncisión. La palabra de Dios es una espada de doble filo, por un lado trae bendición, por otro corrección. La roca del pedernal es Cristo y la palabra son los cuchillos del pedernal afilado. Si quieres la bendición tienes que meterte en la palabra, si necesitas perdonar, perdona, así como Dios te ha perdonado y muchos te han perdonado. Sométete a la palabra, bendice a el que te persiguen, eso es ir al pedernal. Dios quiere tu corazón. Dios les da circuncisión y luego les da la promesa. La gloria del justo va en aumento, todas tus victorias deben ir en aumento siempre. Debemos tener dominio propio, ser radicales para lo que se viene, someter tu corazón al cuchillo afilado de la palabra de Dios. No puedes experimentar las cosechas hasta que no pases por el pedernal. Yo quiero comer de las cosechas de Canaan.

2. Dar a Dios el primer lugar. En la derrota de Jericó se caen los muros. Jericó era la ofrenda a Dios, la primera batalla era la ofrenda, tu primer sueldo es la ofrenda, tu primogénito. El domingo es el primer día de la semana, por eso nos congregamos. Dios les dice todo lo que vean en Jericó aniquilenlo, eso es mío dice el Señor. Después de la victoria van a "Hai" allí perdieron y Josué decidió no mandar a muchos después de haber obtenido la gran victoria en Jericó, y Josué comenzó a orar porque mataron a los israelitas (Josué 7:7-10) Dios le dice a Josué "Levántate…" Israel ha pecado y ha roto mi pacto, robaron, mintieron y escondieron. ¿Por qué huyes de los problemas, por qué siempre estás enfermo, por qué te estás quedando con lo que a Dios le tienes que dar?.

Dios te bendice y no entiendes que fue Dios quien lo hizo, te sana, te saca de un conflicto legal y no reconoces que fue Dios quien lo hizo. Jericó era la ofrenda. Jericó es para Dios, todo es para Dios. El domingo es un recordatorio que lo primero es para Dios ¿qué tienes guardado en tu casa que no esta trayendo tu bendición?. Dios no puede conceder victorias con guardados en nuestras casas. Josué 7:26

3. La adoración. Este era un pueblo que sabía adorar, gritaron a los muros que es una forma de adorar, por 7 días gritaron. Debemos alabar y adorar a Dios aunque los muros sigan allí.

Pero mientras se caen alábalo, mientras se abre una puerta, adóralo.

No porque no has visto los resultados, no es que Dios no esté actuando a favor en tu vida, el está actuando tras bambalinas para que tu bendición llegue.

Cada vez que Dios te de una palabra profética ora por esa palabra profética.

Por el  Pastor Miguel Arrázola

Fuente: Avanza por Más

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