domingo, 17 de junio de 2012

Pieza Faltante



Jigsaw puzzle with missing piece

“Él hizo el corazón de ellos,  así que entiende todo lo que hacen.”Salmos 33.15

Nosotros mismos nos interponemos en nuestros logros, mas que cualquier otra cosa o persona. Somos capaces de cosas que ni siquiera hemos hecho o inventado aun. Hay amor, paciencia, fidelidad y amabilidad en nosotros, lo cual tiene el poder de transformar las vidas de los que nos rodean. El problema es que a menudo nos interponemos en nuestro propio camino y terminamos sin lograr nada de eso.


Dos de las cosas que ayudan en esta distracción vienen de nuestra propia autopercepción. Si creemos alguna de estas cosas, terminamos fallando dar en el blanco. Lo primero es que creemos que no somos especiales. Miramos al mundo alrededor y no creemos que podemos agregar algo especial. Entonces entramos y salimos de cada situación sin afectarla con nuestras habilidades únicas. Hay cambios que solo tu puedes hacer, sin embargo, no los haces porque crees que no puedes. La otra percepción sobre nosotros mismos que se interpone en el camino, es la creencia de que somos tan diferentes a los demás, que simplemente no pertenecemos. Con esta creencia deambulamos en nuestras habilidades exclusivas sin invertirlas en otras personas o causas. Tal vez sentimos que somos demasiado especiales para ellos o que nunca nos entenderán. De cualquier manera, somos ineficaces en el mundo que nos rodea.

El versículo mencionado señala algo indispensable cuando se trata de entendernos a nosotros mismos. Dios personalmente nos hizo, hizo quienes somos por dentro, nuestra singularidad, nuestras habilidades, como un artista o escultor haciendo una nueva pieza de arte. Nacemos de Su creatividad y somos únicos. No hay nadie que sea idéntico a ti. Sin embargo, eres parte de algo mas grande que tu. Eres parte de la raza humana. Lo que te hace único es intencionado para ser diferente de los demás. En otras palabras, eres único, sin embargo, no lo eres. Eres una parte individual de una totalidad. Eres especial pero no puedes ser especial a menos que seas parte de los demás.

Nos cuesta creer esto y es nuestra falsa creencia de que quienes somos lo que se interpone en poder llegar a ser quienes fuimos creados para ser.

Hoy, no creas que no eres especial. De la misma manera, no creas que eres tan especial que no perteneces. Eres únicamente especial, por lo tanto si perteneces. Hoy, sé parte de algo mas grande que tu. Sé parte del plan de Dios y cambia al mundo que te rodea. Eres parte de un gran rompecabezas divino. Por ti mismo solo eres una pieza con una forma rara pero sin ti el rompecabezas nunca estará completo.

Robert & Rebecca Vander Meer
LaArboleda.net
Ezekielsgrove.com

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