lunes, 21 de marzo de 2011

EN LA PARABOLA DE LAS BODAS


Mateo 22
1 Y respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:
2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo bodas a su hijo,
3 y envió a sus siervos para que llamasen a los convidados a las bodas; mas no quisieron venir.
4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, mi comida he preparado, mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está preparado; venid a las bodas.
5 Pero ellos, lo tuvieron en poco, y se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
6 y los otros, tomando a sus siervos, los afrentaron y los mataron.
7 Y oyéndolo el rey, se indignó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad.
8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; pero los que fueron convidados no eran dignos.
9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11 Y cuando el rey vino para ver a los convidados, vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda,
12 y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste acá sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, llevadle y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
14 Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos.
En esta parábola el reino de los cielos es comparado a la realización de la fiesta de bodas; donde en primer lugar se prepara el banquete, o sea la comida y se envían a buscar a los invitados.
Los primeros invitados a la fiesta no vinieron, cada cual encontró una excusa para rechazar la invitación. Te ha encontrado alguna vez en esta posición, que por más que invite a la gente a la iglesia, te rechazan, no te preocupe, sigue haciendo tu trabajo, pues no es a ti que te están rechazando, están rechazando a Dios y tendrán que dar cuenta por eso.
Todos estos que rechazaron la invitación a la fiesta fueron destruidos; así será cuando el Señor venga por su iglesia, todos aquellos que rechazaron a Jesús, que rechazaron la invitación a la boda del cordero, que no apreciaron la sangre de Jesús derramada en la cruz, serán destruidos.
Según la parábola se envían una segunda invitación, donde sus siervos van por los caminos e invitan a los buenos y a los malos, a todo el que encuentren y se inicia las fiestas de bodas.
Marcos 4: 22 Porque nada hay oculto que no haya de ser manifestado; ni secreto, que no haya de ser descubierto.
Saben muchos de nosotros estamos en la iglesia y hacemos cosas habidas y por haber, y pasamos como si no estuviéramos haciendo nada, como que estamos santificados y nos aprendemos muchas cosas para mover la iglesia; en cierto caso, el siervo de Dios se entera, pero en la mayoría no se entera.
Es sorprendente como en esta parábola, el anfitrión de las fiestas de bodas, después de enviar a sus siervos a invitar a los buenos y a los malos, se da de cuenta que hay uno que no esta vestido de bodas y lo envía a sacar.
Así hay muchos en la iglesia, que se le están escapando al siervo de Dios, que se están colando con las ovejas; pero llegará el día cuando lo que hicimos en secreto, saldrá a la luz; pues no hay nada oculto que no salga a la luz.
Oremos: Señor del cielo y de la tierra, te pedimos que cuando Tú venga, nos encuentre siguiendo los pasos de Jesús y viviendo y haciendo la voluntad tuya.
Félix Abreu

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.