Leer Salmos
27:3 | La confianza en Dios es lo que va a darnos la seguridad para afrontar
cualquier situación o peligro que nos aceche. No basta con decir “El Señor es
mi guerrero”; es necesario vivirlo para cuando un ejército nos cerque poder
pelear hasta vencerlos.
Oímos
siempre a los demás decir sobre lo que son en Cristo y lo que harían si el
enemigo los atacara. Esto hace pensar que son grandes guerreros entrenados para
la batalla sin importar la magnitud de la misma. Pero qué sorpresa nos llevamos
cuando vemos que aquellos que hablaban y retaban al enemigo están llenos de
temor e incertidumbre. De momento, los valientes desaparecen, demostrando una
realidad muy diferente a la expresada. Da pena ver cuántas personas que dicen
ser guerreros(as) echan a un lado lo dicho como si nunca hubieran estado
conscientes de lo que dijeron.
Por eso, es
necesario que nos evaluemos para conocer cuál es nuestra condición; si somos
guerreros de verdad o de mentira. No temamos enfrentar nuestra verdad, ya que
esto nos ayudará a superar muchas condiciones que no nos atrevíamos a encarar.
El resultado, si lo hacemos conscientemente, es que seremos libres de todo lo
que impedía ser grandes guerreros.
Pastora Montserrat Bogaert
Carlos M. Thompson R.
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