El Espíritu
Santo vino sobre Ananías, un hombre piadoso que vivía en Damasco. El Espíritu
le instruyó para que fuera a casa de Judas en la calle Derecha, impusiera manos
sobre Saulo y restaurara su vista. Por supuesto, Ananías conocía acerca de la
reputación de Saulo. No obstante, así es como el Espíritu Santo recomendó a
Saulo a Ananías: “He aquí, él ora” (Hechos 9:11).
En esencia,
el Señor estaba diciendo: “Ananías, tú encontrarás a este hombre sobre sus
rodillas. Él sabe que tú estás yendo, él hasta sabe tú nombre y por qué estás
siendo enviado a él. Él desea que sus ojos sean abiertos”.
¿Cuándo
recibió Saulo este conocimiento interno? ¿Cómo recibió él esta visión, esta
palabra pura de Dios? Vino a través de oración y súplica ferviente. De hecho,
yo creo que las palabras del Espíritu a Ananías revelan lo que movió el corazón
de Dios respecto a Saulo: “He aquí, él ora”.
Saulo había
estado encerrado con Dios por tres días, rechazando todo alimento y agua. Todo
lo que deseaba era al Señor, así que continuó sobre sus rodillas todo ese
tiempo, orando y buscando a Dios.
Cuando yo
estaba creciendo, mi padre predicador me enseñó: “Dios siempre hace camino para
un hombre de oración”. Ha habido períodos en mi vida cuando el Señor mostró
evidencias indisputables sobre esto. Como pastor joven en Pensilvania, una
profunda hambre se levantó en mí, la cual, me llevó a orar diligentemente. Algo
en mi corazón me dijo: “Hay más acerca de servir a Jesús que lo que estoy
haciendo. Oh, Señor, no puedo vivir tan debajo de lo que leo en tu Palabra.
Prefiero morir que vivir de la forma tan egoísta como he vivido”.
Así que
pasé meses sobre mis rodillas, gimiendo y orando por horas a la vez, cuando
finalmente el Señor me llamó para ir a la ciudad de Nueva York para ministrar a
las pandillas y drogadictos. Eso fue hace décadas.
También
estuve sobre mis rodillas, buscando a Dios con lágrimas y fuerte clamor, cuando
Él me llamó de regreso a Nueva York para empezar una iglesia en Times Square.
Una vez más, el Señor dijo: “David, Yo quiero que tengas mi sentir, mis
intereses.”
Si alguna
vez escuché de parte de Dios, no vino sólo a través del estudio de la Biblia.
Vino a través de la oración, de buscar sólo a Dios. Si hay alguna medida
visible de Cristo en mí, es a causa de pasar tiempo con Él en el lugar secreto.
Posted by World Challenge
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