Apocalipsis
13:1 El dragón se paró sobre la arena del mar. Y vi que subía del mar una
bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas; en sus cuernos había diez
diademas, y en sus cabezas había nombres blasfemos.
2 La bestia
que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca
como la boca de un león. Y el dragón le dio su poder, su trono y gran
autoridad.
3 Y vi una
de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la
tierra entera se maravilló y seguía tras la bestia;
4 y
adoraron al dragón, porque había dado autoridad a la bestia; y adoraron a la
bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede luchar contra
ella?
5 Se le dio
una boca que hablaba palabras arrogantes y blasfemias, y se le dio autoridad
para actuar durante cuarenta y dos meses.
6 Y abrió
su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre y su tabernáculo,
es decir, contra los que moran en el cielo.
7 Se le
concedió hacer guerra contra los santos y vencerlos; y se le dio autoridad
sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
8 Y la
adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos,
desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue
inmolado.
9 Si alguno
tiene oído, que oiga.
10 Si
alguno es destinado a la cautividad, a la cautividad va; si alguno ha de morir
a espada, a espada ha de morir. Aquí está la perseverancia y la fe de los
santos.
Anteriormente,
en 12:17, vimos que el dragón "se llenó de ira contra la mujer; y se fue a
hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Me paré sobre la
arena del mar, y vi subir del mar una bestia". Ahora vemos cómo hace guerra
contra los santos por medio de la bestia que sale del mar mientras observa el
diablo ("Y el dragón se plantó a la orilla del mar", VP). La bestia
fue revelada antes en 11:7 como la bestia que subió del Abismo que hace guerra
contra los dos testigos y los mata cuando han finalizado su testimonio. Es
presentado aquí como un secuaz del Diablo; hasta se parece al diablo con sus
diez cuernos y siete cabezas. El diablo delega su poder, su trono y su
autoridad a la bestia. Es la encarnación del Diablo sobre la tierra, mediante
quien el diablo hace guerra contra los santos y los vence. Las armas usadas son
el encarcelamiento y la muerte. Todos los que juran lealtad a la bestia están
jurando lealtad al diablo. Él es la consumación de las cuatro bestias que vio
Daniel, y por lo tanto representa un imperio político mundial impío y bestial.
Más adelante en Apocalipsis él cabalga sobre la prostituta y representa a un
emperador, así que emperador e imperio son intercambiables. Él tiene autoridad
durante el mismo tiempo que los gentiles pisotean el patio exterior, el mismo
tiempo que los dos testigos profetizan y el mismo tiempo que la iglesia es
cuidada en el desierto. La bestia ejerce autoridad sobre el mundo entero y
representa el poder político; la segunda bestia representa el poder religioso y
económico. Hendriksen comenta que la primera bestia es la mano de Satanás y la
segunda bestia es su mente. "La primera representa el poder de persecución
de Satanás operando en y a través de las naciones de este mundo y sus gobiernos.
La segunda simboliza las religiones falsas y las filosofías de este
mundo". El resume a la bestia, el falso profeta y Babilonia como los tres
agentes del ataque de Satanás contra la tierra, a saber "persecución
anticristiana, religión anticristiana y seducción anticristiana".
La bestia
puede ser interpretada como el Imperio Romano en el tiempo de Juan y los
imperios impíos subsiguientes desde entonces, culminando en forma suprema en el
imperio del anticristo. El mensaje de esta sección es que a la bestia se le dio
poder para conquistar a los santos que son las únicas personas que no quieren
adorar a la bestia. Esto requiere de paciencia y de fe de parte de los santos.
En vista del hecho de que él mata a los dos testigos al final de su testimonio,
o sea que silencia el testimonio de la iglesia (11:7), y en vista de que en
17:11 "la bestia que era, y no es, es también el octavo", la bestia
es principalmente el anticristo al final de la era. Sin embargo, la bestia
también pertenece a los siete reyes, lo cual indica que pertenece a una
sucesión de regímenes tiránicos que persiguen a los santos. Como dice 1 Jn.
2:18, "según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han
surgido muchos anticristos; por esto conoceremos que es el último tiempo."
Cinco de los siete reyes han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y
cuando venga, es necesario que dure un breve tiempo (17:10). Mientras que el
hombre de pecado no se ha revelado aún, el poder secreto del pecado ya está
obrando en el mundo (2 Tes. 2:3-6).
Las
principales referencias en el Nuevo Testamento a las autoridades humanas son
dadas por Jesús en Mt. 22:17-21 (cf. Mr. 12:14, Lc. 20:22), Pablo en Rom.13:1-7
y Pedro en 1 Pedro 2:13-17 ff. Debe notarse que la respuesta de Jesús ante la
pregunta de pagar impuestos a César es repetida en cada uno de los evangelios
sinópticos (Mt. 22:17, etc.). Él propugnó el principio de que uno debería
"dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". La
actitud de Jesús ante la violencia está ilustrada cuando Pedro le cortó la
oreja a un siervo del sumo sacerdote y le dijo, "Vuelve tu espada a su
lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán..." (Mt.
26:52). Pablo destaca que las autoridades que gobiernan han recibido su autoridad
de Dios y están instituidos por Dios, y que rebelarse ante ellas significa
rebelarse ante Dios. Son los representantes de Dios para castigar a los que
hacen el mal, y el cristiano debe someterse a su autoridad. Pablo les dice a
sus lectores: "Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al
que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra" (Rom
13:7). Sin duda Pablo tenía en mente a las autoridades romanas. Pedro también
insta a sus lectores a someterse, "por causa del Señor, a toda institución
humana, ya sea al rey, como superior, ya a los gobernadores, como por él
enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen
bien". También los insta a que muestren el debido respeto a todos, que
amen a la hermandad de los creyentes, que teman a Dios y que honren al rey.
Sigue luego argumentando que uno debería soportar el dolor del sufrimiento
injusto sin represalia, igual que Jesús.
Jesús,
Pablo y Pedro estaban hablando básicamente de instituciones humanas que
mantienen la ley y el orden. Cuando Pablo fue tratado injustamente por los
judíos, apeló al César por justicia. Estas instituciones son requeridas por la
naturaleza caída del hombre. Sin el mantenimiento de la ley y el orden habría
anarquía. ¿Pero qué hacer con aquellas autoridades que toman para sí lo que le
pertenece a Dios, la adoración que sólo le pertenece a Dios. Es a esto que se
refiere el capítulo 13 de Apocalipsis. Aun aquí la Biblia no argumenta a favor
de la rebelión civil bajo regímenes tiránicos, sino más bien continuar
obedeciendo y temiendo a Dios más que al hombre, aun cuando esto signifique la
muerte. Uno puede ver un ejemplo de esto en los apóstoles que continuaron
enseñando en contra de los deseos del sumo sacerdote y los saduceos. Ellos
dijeron, "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hch.
5: 29). Cuando uno dice esto debe estar preparado para enfrentar las
consecuencias. Uno debe notar que las autoridades habían sobrepasado la
autoridad que Dios les había dado. Si el emperador exige la adoración que le
pertenece a Dios, entonces uno debe obedecer a Dios antes que al emperador, aun
cuando signifique morir. La autoridad del emperador de exigir tal cosa
claramente no proviene de Dios (los ejemplos del AT de aquellos que se
opusieron a tal tipo de orden son: Sadrac, Mesac y Abednego, Dn. 3). La
paciencia y la fe de parte de los santos son requeridas más que venganza; la
venganza le pertenece a Dios. Finalmente, en el sermón de la montaña Jesús
pronuncia una bendición sobre los que son perseguidos por la justicia y por
causa de Él (Mt. 5:10-11). La justicia y Jesús ambos prohiben el comportamiento
violento contra el estado. Jesús establece nuestra actitud en su forma más
positiva y radical en Mt. 5:44 cuando dice, "Amad a vuestros enemigos... y
orad por los que os... persiguen". Pablo, en Rom. 12:14 dice,
"Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis".
v. 1 - Me
paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia - Esta es una
continuación de 12:17 cuando el dragón se fue a hacer guerra contra el resto de
su descendencia, es decir la Iglesia. En 12:12 se declara un Ay contra la
tierra y el mar porque el diablo ha descendido a vosotros, así que es natural
que veamos al dragón parado en la orilla del mar ("Y el dragón se plantó a
la orilla del mar", VP), el límite entre la tierra y el mar, cuando sale
la primera bestia del mar; más adelante, sale una segunda bestia de la tierra.
Lo que se describe ahora es cómo el dragón hace guerra contra ella usando a sus
aliados, la bestia del mar y la bestia de la tierra. La palabra griega usada
para bestia (therion:G2342) significa un animal salvaje, no domesticado, sin
restricciones. Se dan ejemplos en el v. 2, es decir un leopardo, un oso y un
león. La misma palabra griega usada para bestias es usada en el cuarto sello,
"le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con
espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra" (6:8).
Esta es la misma bestia que la mujer (prostituta) monta (17:3). La bestia sale del
mar y el mar indica pueblos, multitudes, naciones y lenguas (17:15, Is. 17:12),
es decir los grupos de personas en el mundo: Egipto, Asiria, Bablilonia,
Medo-persia, Grecia, Roma. Dios describe a estos imperios como bestiales. Esta
es la misma bestia que sube del abismo. Abismo puede significar también el
abismo mencionado tan atrás como 11:7 cuando mata a los dos testigos. El
simbolismo de la bestia que sale del mar viene de Dn. 7:2 ff. Jack Deere, en su
libro "Surprised at the Voice of God" (Kingsway, 1996) comenta sobre
los sueños de Daniel. Otro beneficio del simbolismo en los sueños es que a
menudo revela la perspectiva de Dios. Por ejemplo, cuando el rey pagano
Nabucodonosor soñó acerca de los imperios mundiales, él vio a los imperios
sucesivos en términos de una estatua hermosa. Sin embargo, cuando Daniel soñó
acerca de estos mismo imperios, los vio en términos de bestias. El sueño de
Nabucodonosor representa el punto de vista del mundo de los imperios humanos,
en tanto que el de Daniel representa la perspectiva divina.
v. 1 -
tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus
cabezas, un nombre blasfemo - La descripción de la bestia es similar a la del
dragón (12:3 - un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez
cuernos, y en sus cabezas siete diademas). La bestia se parece al dragón, en la
misma forma que Cristo es la imagen del Padre. Los diez cuernos significan
poder; siete cabezas, es decir una multiplicidad que es difícil de matar.
También puede representar sus varias encarnaciones, como reyes o reinos. Las
coronas (diademas) representan autoridad real. Los diez cuernos son también
como la cuarta bestia de Daniel que también tenía diez cuernos que son diez
reyes (Dn. 7:24). Las diez coronas sobre sus cuernos son coronas reales
(diadema) que tanto el dragón (12:3) como Cristo (19:12) usan. Estos diez
cuernos son diez reyes (17:12). El número diez y el siete deben ser tomados
simbólicamente, con el significado de completo. La bestia es mencionada también
en 17:3 y explicada con mayor detalle en 17:7 ff. Los diez cuernos son
explicados como diez reyes en 17:12. Las siete cabezas son siete montes,
refiriéndose a la Roma del tiempo de Juan, y son también siete reyes (17:9). La
bestia debe ser contrastada con el Cordero. La bestia es la encarnación del
Diablo. Como debe ser contrastado con el Cordero, debe ser visto como una
persona, pero una persona con un reino y un pueblo que lo obedece.
v. 1 - y
sobre sus cabezas, un nombre blasfemo - Los nombres blasfemos sobre sus cabezas
indican su carácter, es decir orgulloso, arrogante, odia a Dios, el gobierno
humano independiente y desafiante de Dios. Se edifica a sí mismo a cualquier
costo con el fin de aumentar su poder y su riqueza. Compare este nombre
blasfemo con el nombre de la prostituta BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS
RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA (17:5). Contraste esto con los
Santos que tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos en sus frentes
(14:1). Algunos de los emperadores romanos exigían que se los adorara, y esto
es claramente una blasfemia. Los emperadores romanos tomaron el título de divus
o sebastos, que significa divino. Frecuentemente el nombre mismo de Dios o Hijo
de Dios era dado a los emperadores. Y Nerón en sus monedas se llamaba a sí
mismo El Salvador del Mundo. Que un hombre se llamara divino era un insulto
blasfemo a Dios. Más aún, los últimos emperadores tomaron su título de la
palabra latina dominus, o su equivalente griego kurious; ambos significan señor
y en el Antiguo Testamento son el título especial de Dios y en el Nuevo
Testamento el título especial de Jesucristo (Barclay). En Daniel el cuerno
hablaba jactanciosamente (Dn. 7:8, 7:11, 7:25). Cada vez que César exige lo que
le pertenece sólo a Dios se vuelve una bestia (Mt. 22:21).
v. 2 - Y la
bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca
como boca de león - La bestia es espantosa, en contraste con el cordero. La
bestia nos recuerda las tres primeras bestias de Daniel 7. Daniel ve cuatro
bestias: león, oso, leopardo con cuatro cabezas y una cuarta bestia con dientes
de hierro y diez cuernos. Estas están combinadas en una bestia en esta visión.
Daniel preguntó por la interpretación de las bestias. Son reinos que surgen de
la tierra; son poderes políticos (Dn. 7:16-18). Las cuatro bestias de Daniel
(en Dn. 7) representan los imperios de Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma
(Gleason). Son paralelos a la estatua de Dn. 2 en donde la cabeza de oro
representa a Nabucodonosor y el imperio babilonio, el pecho y los brazos de
plata era el comienzo medo-persa comenzando con Ciro el Grande, el vientre y
los muslos de bronce era el imperio greco-macedonio establecido por Alejandro
el Grande y el cuarto imperio, simbolizado por las piernas de hierro era el
Imperio Romano. Los pies y los diez dedos están hechos de hierro y arcilla; la
debilidad de la arcilla indica que no puede ser un poder mundial duradero. La
roca que golpeó y destruyó la estatua es el reino de Dios que aplastará a todos
esos reinos y los llevará a su fin pero él mismo durará por siempre (Dn. 2:44,
cf. el cetro de hierro de Ap. 2:27, 12;5, 19:15, Gleason). Considere esta
descripción asombrosa de Faraón, rey de Egipto de Ez. 32:2, "a leoncillo
de naciones eres semejante, y eres como el dragón de los mares...".
De los
pueblos, multitudes, naciones y lenguas vinieron los súperpoderes (ej: Roma,
Rusia, China, despiadados y arrogantes. Estas bestias tienen las mismas
características que las naciones descritas. El leopardo, rápido para caer sobre
la presa, el oso que magulla, el león que tiene la fuerza para destruir a su
presa. Por ejemplo, Rusia ha sido llamada el gran oso. En Ap. 17:11 la bestia
es descrita como el octavo rey, así que rey y su reino son intercambiables. Si
pensamos en grandes dictaduras, como la de Stalin, Mao, Hitler, esto no nos
debe sorprender. Alternativamente, podemos pensar en la bestia como un Imperio
o un emperador. Juan definitivamente ve a la bestia como el Emperador Romano
más adelante en Ap. 17, pero de nuevo imperio y emperador son intercambiables.
Finalmente, en la última generación es el anticristo, el pequeño cuerno de la
cuarta bestia (Dn. 7:8), que conduce a las naciones de la tierra contra Cristo
y su ejército (19:19) y es destruido y arrojado al fuego (Dn. 7:11). Dn. 7:13
contiene una clara referencia a la Segunda Venida de Cristo. Note que el
pequeño cuerno es (un tipo de) el anticristo; la cuarta bestia es su reino.
Caird señala que por su pecado de idolatría Nabucodonosor había sido convertido
en una bestia, comió pasto como el ganado, dejó crecer su pelo como las plumas
de un águila y sus uñas como las garras de las aves (Dn. 4:33). Fue restaurado
como hombre sólo cuando reconoció la soberanía de Dios. En contraste a la
bestia está el león de la tribu de Judá, el Cordero, el verdadero soberano de
los reyes de la tierra.
v. 2 - Y el
dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad - Vemos aquí que la
bestia es un instrumento de Satanás de quien deriva su poder, trono y
autoridad. El dragón le dio su poder (dunamis) para ejercer su autoridad
(exousia) efectivamente. En v. 7 él ejercita su poder para hacer guerra contra
los santos y conquistarlos. Este poder es delegado también a la bestia de la
tierra para realizar señales milagrosas para engañar a los habitantes de la
tierra e infundirle aliento a la imagen de la primera bestia (13:13-15). La
palabra griega para trono que se usa acá es la misma palabra usada para el
trono de Dios (thronos) y es la misma palabra que se usa para el trono de
Satanás en 2:13. En v. 4 encontramos que los hombres adoraron al dragón porque
le había dado autoridad a la bestia; en v. 5 encontramos que la bestia ejerce
su autoridad por cuarenta y dos meses; en v. 7 encontramos que le fue dada
autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación, es decir todos los pueblos
del mundo, es decir el reino de Satanás. En v. 12 encontramos que la bestia de
la tierra ejercitó toda la autoridad de la primera bestia en su nombre.
Tres veces
en el evangelio de Juan Satanás es llamado el príncipe del mundo (Jn. 12:31,
14:30, 16:11) y en Mt. 4:8-9 claramente era dueño del mundo que le ofreció a
Jesús si se postraba y lo adoraba. En 1 Jn. 5:19 se nos dice que todo el mundo
está bajo el control del maligno. En esta sección vemos cómo Satanás controla
al mundo por medio de la bestia. La tercera bestia de Daniel recibió poder para
gobernar (Dn. 7:6). El diablo usa gente y poderes políticos para llevar a cabo
sus propósitos acá en la tierra, de la misma forma que Dios usa la iglesia, que
es su cuerpo, para llevar a cabo Su propósito acá en la tierra. Los dos están
diametralmente opuestos. Mientras que la bestia podrá hacer la persecución
real, es el diablo el que está detrás de todo como lo deja en claro 2:10,
"el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis
probados". La bestia acepta la oferta satánica que Jesús rechazó (Mt. 4:8,
Pawson). El dragón salió para hacer guerra contra los santos que estaban a la
orilla del mar para observar a la bestia cuando sale del mar y que haría guerra
contra los santos (12:17).
v. 3 - Vi
una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada - La
herida fatal que había sido sanada es una parodia del "Cordero como
inmolado" (ver 5:6). En v. 14 encontramos que una espada causó la herida.
Esta herida habla de muerte y resurrección, es decir una civilización cae y en
su lugar surge otra. También podría referirse al juicio de Satanás en la cruz,
el cumplimiento de Gn. 3:15 en donde "él (Jesús) aplastará su
cabeza". Satanás recibió un golpe fatal en la cruz (Jn. 12:31, 16:11, Col.
2:15). El golpe de gracia será dado finalmente cuando Cristo venga nuevamente
(ver 20:10). La bestia tiene una apariencia similar a la de Satanás (compare
12:3 con 13:1). Recuerde que Satanás ya ha sido echado del cielo y arrojado a
la tierra (12:7-9) presumiblemente como resultado de la victoria de Cristo en
la cruz. No hay ninguna necesidad de aplicar la herida fatal sanada al mito de
Nerón redivivo (resucitado), aunque esto bien podría haberse aplicado en el
tiempo de Juan. Este mito es un ejemplo de una herida fatal que fue sanada:
Nerón murió por suicidio pero luego surgió Domiciano que compartía
características similares a las de Nerón. Nerón era tan malvado que muchos no
creyeron que la muerte fuera su fin. Surgió la expectativa de que podría
reaparecer en una forma resucitada (Morris). Puede también referirse al auge y
caída de los dictadores tiránicos; al caer uno, otro surge para tomar su lugar.
v. 3 - y se
maravilló toda la tierra en pos de la bestia - Los que siguen a la bestia (es
decir, sus seguidores) deben contrastarse con los 144.000 que tienen el nombre
del Cordero y de su Padre sobre sus frentes y que siguen al Cordero por donde
vaya (14:1-4). Toda la tierra se refiere a los no regenerados, es decir todos los
que no son santos. En 17:8 encontramos que la causa de su asombro cuando ven a
la bestia es porque era, y no es, y será.
v. 4 - y
adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la
bestia, diciendo - Este poder político ha excedido su autoridad legítima
recibida de Dios al permitirse que sea adorado. La adoración pertenece sólo a
Dios, así que quiebran el primero y el segundo mandamiento (Ex. 20:3-5). Esta
adoración puede que no sea explícita; podría ser su rechazo a permitir al pueblo
de Dios adorar a Dios como Él debe ser adorado. Cada vez que un estado hace
esto, excede su poder legítimo (ver Rom. 13:1-7). Note que Juan iguala la
adoración a la bestia como adoración al dragón. Por lo tanto, la adoración del
emperador es igualada a la adoración de Satanás. Éste sería el caso con el
Imperio Romano, que permitía la adoración del emperador, especialmente durante
los reinados de Nerón y Domiciano. Nota: al adorar a Satanás, los hombres están
haciendo lo que Jesús mismo se rehusó a hacer cuando fue tentado por el diablo
en el desierto (Mt. 4:8-10). Jesús le citó Dt. 6:13 al diablo, "A Jehová
tu Dios temerás, y a él sólo servirás". A quién adoramos es uno de los
temas clave de Apocalipsis (ver 4:10, 5:14, 7:11, 9:20, 14:7, 19:10, 22:9). Los
hombres que adoran a la bestia son todos los habitantes del mundo cuyos nombres
no han sido escritos en el libro de la vida del Cordero (v. 8). Preston y
Hanson, citados por Mounce, destacan que el hombre está hecho para adorar a
algún poder absoluto y en el análisis final le dará su lealtad a la bestia
(cuyo poder está en infligir sufrimiento) o al Cordero (cuyo poder está en
aceptar el sufrimiento). En Lc. 20:25 Jesús dice que debemos "darle al
César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Está bien pagar
impuestos a César y honrarlo a César, pero sólo Dios debe ser adorado. El
momento en que César exige ser adorado se vuelve la bestia. Hailey nota que al
rendirle honor al emperador, el mundo estaba adorando al que le había dado su
autoridad al poder romano. Esta adoración es la contrapartida a la adoración a
Dios, porque al adorar a Cristo a quien Dios le dio autoridad, el cristiano
adora a Dios que envió a Cristo y quien proveyó todas las bendiciones a través
de Él. Así que al adorar a la bestia estamos adorando a Satanás que le dio su
autoridad a la bestia. La bestia, al aceptar la adoración que le pertenece a
Cristo, niega que Jesús es el Cristo y se convierte en el anticristo, en el
sentido de anti="en reemplazo de" Cristo (Jn. 4:1-3).
También
debemos ver que la adoración involucra obedecer a la bestia (ver la definición
de Pablo de adoración espiritual en Rom. 12:1, donde debemos ofrecer nuestros
cuerpos como sacrificio vivo y sigue diciendo que debemos ser renovados en
nuestras mentes). En 3:16 encontramos que los que reciben la marca de la bestia
la reciben en su mano derecha (indicativa de sus acciones) y sobre sus frentes
(indicativa de su mente). Así, aquellos que adoran o siguen a la bestia lo
hacen en sus acciones y en su pensamiento.
v. 4
-¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? - Esta es una parodia
del versículo del Antiguo Testamento en Salmos 35:10, "Jehová ¿Quién como
tú?", Sal. 71:19, "Oh Dios, ¿quién como tú?", y Ex. 15:11,
"¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?" La adoración de la
bestia es una parodia de la adoración a Dios. El poder de la bestia es muy
real: "¿Quién podrá luchar contra ella?" Esta pregunta es contestada
más adelante en 19:19-20, cuando la bestia y los reyes de la tierra hacen
guerra sobre el jinete del caballo blanco que es el Rey de reyes y Señor de
señores, pero la bestia es capturada y arrojada viva al lago de fuego y azufre.
Mounce nota que la motivación para la adoración no es su grandeza moral sino el
poder sobrecogedor de su fuerza. Compare "¿Quién podrá luchar contra
ella?" con "¿Quién podrá sostenerse en pie?" contra la ira del
Cordero en 6:17. La respuesta se da en 19:19 ff. Sólo Cristo puede hacer guerra
contra la bestia; no la iglesia.
v. 5 -
También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio
autoridad para actuar cuarenta y dos meses - Las palabras jactanciosas y las
blasfemias son reminiscencias del pequeño cuerno de Daniel que tenía ojos como
los ojos de hombre y una boca que hablaba grandes cosas (Dn. 7:8, 20, 25; ver
también Ap. 11:36). La frase "se le dio" y cuarenta y dos meses
indican una limitación divina. Los cuarenta y dos meses son un período hasta
que venga Cristo (ver discusión sobre 11:2). Este es el mismo período que los
gentiles pisotean la ciudad santa (11:2) y el mismo tiempo en que la iglesia
testifica (1260 días, 11:3), y el mismo tiempo que es cuidada la mujer en el
desierto (12:6, 14). Es decir, es la era del evangelio que es el período del
testimonio de la iglesia en la tierra (Hch. 1:8). Así, la bestia ejerce su
autoridad durante la era del evangelio. Algunos comentaristas ven a las
cuarenta y dos semanas como un período literal de tres años y medio que
corresponden a la última mitad de la semana de Daniel (Dn. 9:27).
v. 6 - Y abrió
su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su
tabernáculo, y de los que moran en el cielo - En v. 1 tenía siete cabezas.... y
sobre cada cabeza un nombre blasfemo. Lo encontramos nuevamente en 17:3
cubierto de nombres blasfemos. Es el anti-Dios, impío y diabólico. Esta es la
actitud del mundo y se expresa finalmente por medio del anticristo que se
proclama a sí mismo como Dios (2 Tes. 2:4). Él sigue a su amo, el Diablo
(diabolos) quien calumnia al pueblo de Dios (cf. 2:9). El diablo (diabolos) se
menciona cuatro veces en Apocalipsis. Es similar al rey del norte de Daniel
(Dn. 11:36) quien se exaltará y se magnificará por encima de todo dios, y dirá
cosas jamás oídas acerca del Dios de dioses, y también al pequeño cuerno de
Daniel que habló jactanciosamente (Dn. 7:20). Esta blasfemia ocurre cuando los
gobernantes tienen poder y autoridad absolutos. Los que moran en el cielo
pueden ser vistos como la iglesia que vive idealmente en el cielo (Fil. 3:20,
Ef. 2:6). Herodes es un tipo del anticristo (Hch. 12:21), como lo es
Nabucodonosor, quien no glorificó a Dios y se volvió una bestia (Dn. 4:32).
Compare la blasfemia aquí con los siervos de Dios "los que temen tu
nombre" (11:18).
v. 7 - Y se
le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio
autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación - En Dn. 7:21 es el pequeño
cuerno de la cuarta bestia la que hace guerra contra los santos y los derrota.
La tercera bestia de Daniel recibió autoridad para gobernar (Dn. 7:6). Ya hemos
visto tres advertencias sobre la persecución: en 2:10, la iglesia en Esmirna es
advertida que el diablo pondrá a algunos de ellos en prisión y algunos hasta
morirán; en 6:9, en el quinto sello, Juan ve las almas de aquellos que habían
sido muertos por la palabra de Dios y el testimonio de Jesús; en 11:7, cuando
los dos testigos, es decir la iglesia, han finalizado su testimonio, la bestia
sube del Abismo y los atacará, los vencerá y los matará. El capitulo aquí
contiene una advertencia explícita a los Santos, que hará guerra contra ellos y
los vencerá, y en v. 10 esto requiere "la paciencia y la fe de los
santos". Note las palabras "se le permitió..." Parte del mensaje
de este libro es que, aunque la bestia tenga éxito en matar a los santos, Dios
está todavía en el trono y en control. La bestia parecerá haber vencido a los
santos, pero de la misma forma que el mundo parece haber vencido a Cristo en la
cruz, de hecho le da la victoria a los santos sobre la bestia y su imagen. Los
vencedores se encuentran cantando el canto de Moisés y del Cordero en 15:2-4
(ver también 12:11). Note que los dos testigos vuelven de nuevo a la vida
(11:11). Así como el mundo gritó "¡Crucifícale!", así el mundo odiará
y perseguirá a los santos. Si lo persiguieron a Jesús, perseguirán a los santos
(Jn. 15:20). Así como algunos judíos le dieron su lealtad a César cuando
crucificaron a Jesús ("No tenemos más rey que César", Jn. 19:15), el
mundo le dará su lealtad a la bestia y perseguirá a los santos. Detrás de la
bestia, por supuesto, está el dragón que está haciendo guerra contra los santos
(12:17). Note la descripción en cuatro partes (tribu, pueblo, lengua y nación)
de aquellos sobre los que tiene autoridad la bestia, lo que indica que vienen
de los cuatro rincones de la tierra. El reino de la bestia es un reino mundial.
La bestia trabaja muy estrechamente con la prostituta (Roma o Babilonia)
sentada sobre la bestia y ebria con la sangre de los santos (17:6). Pero la
bestia hará guerra contra el Cordero y será vencida (17:14, 19:19-20). Aquí, y
en los versículos anteriores referentes a la blasfemia, la bestia es el
anticristo en el sentido de estar "contra" Cristo.
Aquí se nos
advierte con anticipación que la bestia, es decir las naciones tiránicas,
tendrán éxito en vencer a los santos, poniéndolos en la cárcel y matando a los
santos. Estar advertidos es estar preparados. Por lo tanto, los Santos no deben
sorprenderse cuando sus perseguidores ganen (ej: Rusia, China, etc.). Su
actitud debe ser de paciencia. Daniel (Dn. 7:21) y Apocalipsis indican que
ellos ganan al final. Así como el hombre tuvo éxito en crucificar a Jesús, así
el hombre tendrá éxito persiguiendo a los santos. Un siervo no es más que su
amo; si lo persiguieron a Jesús, perseguirán a la iglesia (Jn. 15:20). En este
punto nos debemos hacer la pregunta: ¿Por qué permite Dios que Su pueblo sufra
así? La respuesta que da Caird es para que el mal siga su curso destructivo y
se consuma, dándole a la humanidad la oportunidad más grande posible de
arrepentirse. El martirio, como la cruz, es el costo de la paciencia divina (2
Pedro 3:9).
v. 8 - Y la
adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en
el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo -
Así como la bestia tiene autoridad política sobre toda tribu, pueblo, lengua y
nación, también tiene autoridad religiosa. Todos los que no lo conocen a Dios,
adorarán a la bestia. "Todos los moradores de la tierra" es un
término que incluye a todos porque todos, fuera de los santos cuyos nombres
están escritos en el libro de la vida del Cordero, adorarán a la bestia (ver
también 17:8). Esta persuasión es tan grande que todo el mundo adora a la
bestia. Son, por supuesto, engañados. En 1 Tes. 2:9-12 encontramos que aunque
son engañados por el hombre de pecado y los milagros falsos satánicos y las
señales y maravillas, es Dios también que les envía una falsa ilusión para que
crean la mentira. Él hace esto porque ellos se han rehusado a amar la verdad y
así ser salvos, aun después de las advertencias de las trompetas (9:20-21).
Sólo los nombres del pueblo de Dios están en el libro de la vida del Cordero
(21:27). Para el "libro de la vida" ver también Sal. 69:28, Fil. 4:3.
El Cordero fue muerto antes de la fundación del mundo porque fue decidido en la
eternidad pasada, así como Dios escogió a los que están en el libro de la vida
antes de la creación del mundo (1 Pedro 1:20, Ef. 1:4). La adoración de la
bestia del mar es orquestada por la bestia de la tierra (ver v. 12-15) quien
usa señales y maravillas y la amenaza de muerte para hacer que la gente de la
tierra adore a la primera bestia. Debe notarse que en 1 Pedro 2:17 se nos dice
que temamos y honremos al rey. No se nos dice que adoremos al rey; eso le
corresponde sólo a Dios. Aquellas personas que conocen a su Dios no quebrarán
el primer y segundo mandamiento para adorar a la bestia (Ex. 20:3-6). Es loable
que un hombre soporte el dolor del sufrimiento injusto así como Cristo mismo
hizo (1 Pedro 2:19-24).
v. 9 - Si
alguno tiene oído, oiga - Una palabra solemne a los santos para que escuchen el
próximo versículo. Esta es la única repetición de la fórmula usada para las
siete iglesias (ver 2:7). El versículo anterior implica que los santos, cuyos
nombres están escritos en el libro de la vida, no adorarán a la bestia, pero
esto tiene consecuencias que debemos mirar con detenimiento en el próximo
versículo.
v. 10 - Si
alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada
debe ser muerto - Este versículo indica las consecuencias asociadas con la no
adoración de la bestia, se decir la cárcel y la muerte. Esto está tomado de las
palabras del Señor a Jerusalén, que estaba por destruir por el pecado de su
pueblo (Jer. 15:2-3). Esto enfatiza la inevitabilidad de la persecución. Note
que la cárcel y la muerte son las dos formas de persecución sobre las que fue
advertida la iglesia de Esmirna (2:10). No tiene sentido y no es cristiano
resistir con la espada. Jesús advirtió en Mt. 26:52 que todos los que tomen
espada, a espada perecerán. Esto indica la inevitabilidad de la cárcel o la
muerte causadas por la bestia. Ocurrirá; que los santos estén advertidos. La
muerte por persecución es parte de la suerte del santo. En 12:11 los santos
vencen a Satanás "por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte". Pablo
nos dice que venzamos al mal con el bien y que nos sometamos a las autoridades
que gobiernan (Rom. 12:21-13:1-7). Lo mismo hace Pedro (1 Pedro 2:13, en v. 19
dice "esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante
de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente". Él lo pone a Cristo
como el ejemplo supremo de uno que pasó por un sufrimiento injusto; Él no había
cometido ningún pecado y no se vengó ni hizo amenazas, sino que se encomendó a
Dios (1 Pedro 2:21-23).
v. 10 -
Aquí está la paciencia y la fe de los santos ("Aquí se requiere la
paciencia en el sufrimiento y la fe de los santos", BJ - "Por eso,
los que pertenecen al pueblo de Dios necesitan fortaleza y fe", VP) - Se
requiere la paciencia en el sufrimiento y la fe de los santos porque deben
someterse sin resistencia al ataque vencedor de la bestia (Caird) así como Juan
se sometió a su exilio en Patmos (1:9). Uno no puede remediar un mal con otro
mal (1 Pedro 3:9). Jesús no se vengó de sus acusadores (1 Pedro 2:23). Recuerde
la advertencia de Jesús sobre la persecución en Lc. 12:4, "No temáis a los
que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién
debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder
de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed." La paciencia y la fe
frente al sufrimiento es uno de los temas de este libro y se requiere de los
santos. También se encuentra en 1:9. En 14:12 nos advierte que la paciencia y
la fe es requerida porque los que adoran a la bestia y a su imagen sufrirán el
tormento eterno. La paciencia frente al sufrimiento se encuentra en otras
partes de las Escrituras: "sufridos en la tribulación" (Rom. 12:12);
ver también 2 Cor. 1:6, Col. 1:11, Stg. 5:7-11. En 6:9 y 20:4 encontramos las
almas de los mártires que han sido fieles hasta la muerte. Fueron muertos por
su obediencia a la palabra de Dios y el testimonio de Jesús que habían
mantenido hasta la muerte. Ver también Mt. 5:11-12 (bienaventurados sois cuando
os vituperen...), Mt. 5:38-39 (no resistáis al que es malo), Mt. 5:43-48 (amad
a vuestros enemigos). Jesús no absorbió el mal y la injusticia hecha contra Él
aun hasta el punto de dejar a la gente malvada que lo crucificara hasta la
muerte, y Él espera que sus seguidores sigan Su ejemplo (1 Pedro 2:21-23). No
debemos enfrentar el mal con el mal, sino con el bien (Rom. 12:17-21). Ver
"The cross of Jesus", Cap. 7, Leon Morris, The Paternoster Press,
1994.
24. La
bestia de la tierra (13:11)
(Ap. 13:11) Después vi otra bestia que
subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero
hablaba como un dragón. {12} Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en
presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la
primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. {13} También hace grandes
señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra
delante de los hombres. {14} Y engaña a los moradores de la tierra con las
señales que se la ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los
moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de
espada, y vivió. {15} Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la
bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
{16} Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y
esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; {17} y
que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marco o el nombre
de la bestia, o el número de su nombre. {18} Aquí hay sabiduría. El que tiene
entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su
número es seiscientos sesenta y seis.
Este es el
segundo de los secuaces del diablo. La bestia de la tierra es conocida también
como el falso profeta y completa la trinidad no santa del Dragón, la bestia y
el falso profeta. Si el Diablo le da toda su autoridad a la primera bestia y la
segunda bestia le da gloria a la primera bestia, entonces tenemos una
falsificación del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Si la primera bestia
representa el poder político, esta representa el poder religioso. Más adelante
es llamado el falso profeta, se parece a un cordero y habla como el diablo. Es
un falso Cristo. Él recibe su autoridad del poder político y su función es
obligar a los habitantes de la tierra a que adoren a la primera bestia. Él
realiza milagros falsos, señales y maravillas como lo hará el anticristo. Al
igual que la religión falsa, puede ser una filosofía falsa hecha por el hombre
que apoya al estado como el nazismo o el comunismo. También ejerce el control
económico dentro del estado, así que nadie puede comprar o vender a menos que
tenga la marca de la bestia sobre su mano derecha o sobre su frente. Los santos
no reciben la marca y como resultado sufren por esto. El número de la bestia es
666; 6 es el número del hombre porque el hombre fue creado el sexto día. Por lo
tanto, 666 es una trinidad de seis, es decir la religión o la filosofía del
hombre.
Podemos ver
algunas de las formas que el dragón y la bestia hacen guerra contra la iglesia
a través de la bestia de la tierra:
Se parece a Cristo (un cordero) pero habla como
un dragón, es decir habla mentiras y falsa doctrina; es un falso profeta
Realiza señales falsas y maravillas que
engañan al mundo y podría engañar a los elegidos
Mata a todos los que se rehusan a adorar la
imagen de la bestia. Esto es persecución
Obliga a todos a recibir la marca en la
mano derecha o en la frente sin la cual nadie puede comprar o vender. Esto es
control económico
v. 11 -
Después vi otra bestia que subía de la tierra - El diablo había sido arrojado a
la tierra (12:4) y en 12:12 se pronuncia un Ay sobre la tierra y el mar porque
el diablo ha bajado allí y está lleno de ira. La primera bestia salió del mar,
es decir gente, naciones, y la segunda bestia salió de la tierra. La tierra es
significativa; podría sugerir un hombre (nota: el hombre salió de la tierra,
Gn. 2:7) o perteneciente al hombre. Esto se sugiere aun más en v. 18: el número
de la bestia es el número del hombre, 666. Seis es el número del hombre porque
fue creado el sexto día. Seis es uno menos que la perfección. Stg. 3:14-17
contrasta la sabiduría de la tierra que conduce a la envidia y a la ambición
egoísta, que son terrenales, no espirituales y del diablo, con la sabiduría que
viene del cielo que es pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y
de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Pablo contrasta a Adán que
era del polvo de la tierra con Jesús que vino del cielo (1 Cor. 15:47-48, cf.
Jn. 3:31).
v. 11 -
tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón -
Parece bastante inofensivo hasta que abre su boca para proferir mentiras
completamente satánicas y engaño, así como el dragón trato de destruir la
iglesia con su río de mentiras en 12:15. Parece un cordero, es decir Cristo,
pero viene como un lobo vestido de oveja y por adentro como un lobo feroz (Mt.
7:15). Este cordero es diferente al que fue muerto (5:6). Tiene dos cuernos
como una oveja, es decir como Cristo que tenía siete cuernos, pero no ha sido
muerto (Cristo sin la cruz) y hablando como un dragón. Los dos cuernos
representan su testimonio. Compare con los dos testigos que son los verdaderos
profetas de Dios. Él es la falsificación de Cristo (5:6) pero habla las
palabras (mentiras) del dragón, es decir Satanás. Esto indica la falsa religión
y la falsa filosofía que imita a la falsa religión; es una falsificación de la
cosa verdadera. Él opera mediante el engaño; parece un cordero pero cuando
habla dice mentiras. Más adelante la bestia de la tierra es llamada el falso
profeta (16:13). Su objetivo es engañar al mundo y a los santos, si puede, para
que acepten la marca de la bestia y para que adoren su imagen (19:20). Esto
completa la trinidad no santa: el dragón, la bestia del mar y la bestia de la
tierra (el falso profeta). Jesús nos advierte acerca de los falsos profetas y
los falsos mesías que aparecerían antes del fin y que engañarían a muchas
personas (Mt. 24:4, 5, 11, 23, 24). Esta bestia parece personificar al
anticristo en el sentido de "en vez de" Cristo, aunque como Juan lo
llama más adelante el falso profeta (que apunta a un falso Cristo) parece estar
hablando de dos personajes. Berkhof señala que Daniel se refiere a la
naturaleza política del anticristo y Pablo (2 Tes. 2) se refiere a la
naturaleza religiosa del anticristo. Estos dos aspectos están combinados en
Apocalipsis (ver la sección sobre el anticristo, en la introducción).
v. 12 - Y
ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que
la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida
mortal fue sanada - Debemos notar la progresión de autoridad delegada. Primero
del dragón a la bestia (13:2); luego, de la primera bestia a la bestia de la
tierra. Hasta el dragón sólo puede actuar con el permiso de Dios que está
claramente en control y juzgará finalmente al dragón. La autoridad de la
primera bestia es mundial, como se ve en v. 7. La segunda bestia está
respaldada por el estado y, por lo tanto, por el diablo. Él tiene la aprobación
de la primera bestia y ejerce toda su autoridad en nombre de ella; esta es una
coalición entre la religión y el estado. Uno que está en presencia de alguien
está dispuesto a cumplir con los requerimientos de esa persona. La misma
preposición se usa para los dos testigos en 11:4: "estos son los dos
olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la
tierra". Como antítesis de estos dos testigos, los falsos profetas derivan
su autoridad y ministerio de la primera bestia. Note los dos cuernos de la
bestia comparados con los dos testigos. El falso profeta comparado con el
verdadero profeta de Dios.
Su objetivo
es hacer que todos los habitantes adoren a la primera bestia (v. 15). Es un
papel sacerdotal (cf. Dt. 10:8, 2 Cr. 29:11, Jer. 33:18, Ez. 44:15). Un
verdadero profeta alienta a la gente a que adore a Dios, pero el falso profeta
obliga a que sea adorada la bestia. Así como Cristo recibió Su autoridad del
Padre, la segunda bestia deriva su autoridad de la primera bestia. Su objetivo
es obligar, es decir forzar, al mundo a adorar a la primera bestia y quebrar el
primer y segundo mandamiento (Ex. 20:3-5). Esto lo hace mediante señales
milagrosas (v. 13), engaño (v. 14) y por la fuerza. Él representa el poder
religioso, la falsa religión o la falsa filosofía. Considere el comunismo que
es la filosofía que sostiene los grandes poderes como Rusia y China. La bestia
sería el estado. A fin de explicar el orden creado el hombre ha reemplazado al
Dios Creado con la teoría hecha por los hombres de la evolución. El hombre
tiene que tener un sistema de creencia y si rechaza al cristianismo entonces
debe reemplazarlo con algo. Estos son todos los prototipos de la religión final
mundial que conducen y culminarán en una religión que permite la adoración del
anticristo, el acto final de idolatría de la humanidad. Adoraron a la primera
bestia y le darán su lealtad, y por tanto a Satanás. La herida fatal que había
sido sanada (v. 3), fue causada por una espada (v. 14).
v. 13 -
También hace grandes señales - En Dt. 13:1 el pueblo de Dios es advertido que
no sigan a profetas que realizan señales y maravillas si inducen a la gente a
seguir a otros dioses. Esto no significa que todas las señales y maravillas
están mal; la iglesia, como los dos testigos, también realiza señales y
maravillas (11:6). Así como la iglesia realiza milagros auténticos en el curso
de su testimonio, el falso profeta realiza milagros falsos como los magos
egipcios copiaron las primeras tres plagas sobre Egipto (Ex. 7:10-12, 7:22,
8:7) pero no pudieron copiar la cuarta plaga. Note que las señales milagrosas
son demoníacas, son falsas, son usadas por él para engañar al mundo. Tanto en
Ap. 16:13 como en 19:20 es llamado el falso profeta. Él autentica su tarea
mediante el engaño, así como el Señor autentica Su palabra mediante señales y
maravillas. El hombre de pecado también realizará milagros falsos (2 Tes. 2:9).
Se da un comentario solemne sobre esto en 2 Tes. 2:10-12 (ver comentario sobre
v. 8). La hechicería era común en el tiempo de Juan (Hch. 8:9). Mt. 7:22-23
demuestra claramente que profetizar y realizar muchos milagros no es una prueba
de que uno es cristiano, porque el Señor les dice, "Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad". El falso profeta es también una
parodia del Espíritu Santo y sus dones (1 Cor. 12:7-11), y encontramos una parodia
de la trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo; Dragón, Bestia del mar, Falso
Profeta.
v. 13 - de
tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los
hombres - La bestia es el falso profeta y es la falsificación de Elías, el
verdadero profeta que hizo descender fuego del cielo en dos oportunidades (1
Reyes 1:10, 2 Reyes 18:38), y la bestia de la tierra produce milagros falsos.
Es también la falsificación de los milagros obrados por los dos testigos
(11:5-6). Se los describe como teniendo el poder de detener la lluvia como hizo
Elías, y sale fuego de sus bocas. La bestia es descrita aquí como la
falsificación de la iglesia. Cada vez que la iglesia está testificando en
poder, entonces la bestia estará produciendo falsificaciones. Hay algunos que
estarán de acuerdo conque representa a la iglesia apóstata, representada
históricamente por la Iglesia de Roma. Note que es una figura pública, no está
oculta, como Satanás. Así como los dos testigos representan el testimonio
público de la iglesia. Nota: esto es también la falsificación del fuego de Dios
que desciende del cielo y devora a los que se rebelan contra Dios en la
rebelión final de Satanás (20:9).
v. 14 - Y
engaña a los moradores de la tierra con las señales que se la ha permitido
hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le
hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió - En 19:20 es
llamado falso profeta y se mencionan también sus señales y su engaño. El falso
profeta está vinculado a la bestia y al dragón en 16:13 (ver también 13:12,
donde ejerce toda la autoridad de la primera bestia). Él obra por engaño. Note
la advertencia dada por Cristo en Mt. 24:24 que "se levantarán falsos
Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera
que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos". Ver también Mt.
24:4-5. Se nos advierte que no seamos engañados por estos milagros, aunque el
mundo será engañado. Nosotros tenemos que estar en guardia. Ver también la
advertencia de Pablo en 2 Tes. 2:9 "... cuyo advenimiento es por obra de
Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de
iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la
verdad para ser salvos." Es exitoso porque trabaja por engaño. Es
claramente un tipo del anticristo que muestra todo tipo de milagros falsos,
señales y prodigios (2 Tes. 2:9). Hace el trabajo del diablo haciendo que todo
el mundo se desvíe (12:9). Note de nuevo las palabras "se le ha
permitido", implicando la soberanía de Dios sobre todo. En 2 Tes. 2:11
Dios mismo envía un poder engañoso sobre ellos para que crean la mentira. El
engaño (planao) se menciona en 2:20 cuando Jezabel engaña a los siervos de Dios
hacia la inmoralidad sexual, en 12:9, 20:3, 8 y 10, donde el diablo engaña a
los moradores de la tierra y en 18:23 donde se refiere a la prostituta que
engaña a las naciones.
v. 14 -
mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene
la herida de espada, y vivió - En 13:4 se nos dice que los hombres adoraron al
dragón que había dado autoridad a la bestia y también adoraron a la bestia. En
13:8 se nos dice que todos los habitantes de la tierra adorarán a la bestia -
todos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero. En
13:11 la bestia que sale de la tierra hizo que la tierra y sus habitantes
adoren a la primera bestia. Luego realiza grandes y milagrosas señales para
engañar a los habitantes de la tierra. Ahora, en las etapas finales de la
idolatría, ordena a los habitantes de la tierra a que erijan una imagen (eikon)
en honor de la primera bestia para que la gente pueda adorar la imagen (v. 15)
que está en contra del primer y segundo mandamiento (Ex. 20:3-6). Adoran la
obra de sus propias manos (ver 9:20) como hacen todos los idólatras (Lenski).
Uno de los propósitos principales de este libro es dejar en claro que sólo Dios
debe ser adorado. La palabra imagen (eikon) es usada en el Nuevo Testamento
para describir la imagen de la cabeza de los emperadores sobre las monedas (Mt.
22:20). Jesús es la imagen del Padre (1 Cor. 11:7, Col. 1:15) y Pablo la usa
para describir los íconos que los hombres hicieron cuando "cambiaron la
gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de
aves, de cuadrúpedos y de reptiles" (Rom. 1:23). En vez de adorar al
Cordero que fue inmolado (5:12) y que murió pero que vive por los siglos de los
siglos (1:18), adoran a la imagen de la bestia que fue herida pero vivió. La
misma idea es expresada en la estatua de Nabucodonosor hecha de oro y que medía
sesenta codos por seis codos (Dn. 3:1, RV). Note el uso del seis (la VP
convierte las medidas en metros, 30m de alto por 3m de ancho). Note el elemento
de coerción y de autoridad: él les mandó que erigieran una imagen a la bestia.
En el tiempo de Juan esto habría sido un busto o una estatua del emperador. En
muchos países alrededor del mundo es común encontrar retratos del líder
nacional en la pared o en el lugar de trabajo.
Aquí
encontramos más información acerca de la herida fatal que había sido sanada
(13:3, 12) causada por una espada. La espada corta (gr. machaira) no es
probable que sea la palabra de Dios (1:16, 19:15, donde se usa rhomphaia,
espada larga). En 19:21 la espada larga es usada para matar a los reyes de la
tierra y sus ejércitos; aquí la espada corta es usada para herir a la bestia.
La palabra para espada, machaira, es una palabra común para espada en el NT. Es
usada para la espada que usó Pedro para cortarle la oreja al siervo cuando lo
arrestaban a Jesús (Jn. 18:10) y para la espada del espíritu (Ef. 6:17) y la
palabra de Dios (Heb. 4:12). Es usada en otras partes de Apocalipsis para la
espada que mató a los mártires (6:4) y la espada usada por la bestia para matar
a los santos (13:10).
v. 15 - Y
se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen
hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase - Se le dio poder para infundir
aliento a la imagen. Esto es una falsificación de la creación de Dios en donde
Dios da el aliento de vida y el hombre se vuelve un ser viviente. Su habla es
una falsificación de la palabra de Dios (Hughes). Contraste esto con el aliento
de Dios que volvió a la vida a los dos testigos (11:11). A diferencia de Baal
(1 Reyes 18:29) el ídolo podía hablar. Es interesante que en la descripción de
Juan de los ídolos en 9:20 dice que "no pueden ver, ni oír, ni
andar"; no dice que no puedan hablar (cf. Is. 45:20, Jer. 10:5, Hab.
2:18).
Debemos
notar nuevamente que la fuente de la voz es el dragón a través de la línea de
autoridad delegada, desde el dragón hasta la bestia del mar (13:2) hasta la
bestia de la tierra (13:12) y ahora la imagen de la bestia. Así como Dios habla
Su palabra, el Diablo habla mentiras (12:15). A la bestia se le dio una boca
para pronunciar palabras jactanciosas y blasfemias (13:5-6). La bestia de la
tierra habló como el dragón (13:11). Los espíritus malos salen de la boca del
dragón, la bestia y el falso profeta (16:13-14). Así también salen palabras de
la imagen de la bestia. Las palabras son causadas por demonios (cf. 16:14). Son
una señal milagrosa (13:13). El Cordero lucha con la palabra de Dios, la espada
del espíritu que sale de la boca (1:26, 2:16, 19:15, 21), así que la imagen de
la bestia habla mentiras y muerte. Como Nabucodonosor, obliga a todos a adorar
a la imagen de la bestia so pena de muerte. Aquellos que se rehusan a adorar la
imagen están en el libro de vida del Cordero (13:8). Al rehusarse a adorar la
imagen delatan su identidad como adoradores de Dios (11:1) y son muertos
(Beasley-Murray) pero luego los vemos en el cielo como victoriosos sobre la
bestia y su imagen (15:2)
Considere
la falsa religión (hinduismo, islamismo, etc.) o la falsa filosofía como el
comunismo. Es esto lo que le da poder y sustenta al estado. Si tomamos a Mao
como nuestro modelo de la bestia, entonces el Partido es su ministro de
propaganda (falso profeta) y su imagen equivaldría a los muchos retratos de Mao
alrededor de China. Sin embargo, debemos notar que Mao no tenía un gobierno
mundial. No es simpático de decir, pero la religión falsa se aplicaría también
a la Iglesia Católica Romana, antes de la Reforma, que también estaba basada en
Roma. Considere los títulos papales como Santo Padre - esto es claramente
blasfemo - y la infalibilidad papal, porque sólo Dios es infalible. Considere
prácticas tales como las indulgencias, que son simonía, es decir comprar el
perdón.
v. 15 -
para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase - La
adoración y la idolatría son nuevamente el tema aquí. Esto nos recuerda la
historia de Sadra, Mesac y Abednego (Dn. 3:5-6) cuando se da la orden,
"cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de
un horno de fuego ardiendo" (Dn. 3:6). Esto nos da una pista acerca de la
identidad de la bestia que en este caso es Nabucodonosor, es decir un
gobernante mundial que gobernó Babilonia, la gran ciudad. La descripción de
Daniel de Nabucodonosor en Dn. 4:22 dice, "creciste y te hiciste fuerte,
pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los
confines de la tierra". Dn. 3:7 indica que "todos los pueblos,
naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey
Nabucodonosor había levantado", so pena de muerte. A los santos se les
requiere la misma valentía que Sadrac, Mesac y Abednego que dijeron, "No
es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien
servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos
librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco
adoraremos la estatua que has levantado" (Dn. 3:16-18). El fuego de
Nabucodonosor es temporario, pero el fuego de Dios es eterno. Aquellos que
adoran la imagen de la bestia evitan el fuego del hombre pero terminarán en el
fuego de Dios en cambio (14:9-11, 20:15, 21:8). Si bien Cristo puede que no los
salve del horno del mundo, los salvará del lago de fuego que es la segunda
muerte. Si un cristiano se rehusaba a un acto de adoración al César era pasible
de la pena de muerte. Aquí la bestia obliga a la gente a la idolatría. Sólo
aquellos que conocen a su Dios se rehusan a adorar la imagen (Dn. 11:32).
Encontramos a aquellos que han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen en
15:2. Esto implica que ser victorioso sobre la bestia es ser un mártir (cf.
12:11). Resistir unirse a aquellos que adoran la imagen involucra paciencia de
parte de los santos (14:12), junto con muerte o cárcel. Sin embargo, el castigo
impuesto por Dios por adorar a la imagen es severa (14:9-11). La imagen es
mencionada tres veces en este capítulo y siete veces más en Apocalipsis
(Walvoord).
v. 16 - Y
hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se
les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente - Además de forzar a
la gente a adorar a la imagen, él también obliga a todos a que reciban un marca
sobre la mano o sobre la frente. Esta marca está en la mano y en la frente y es
por lo tanto claramente visible; no está oculta. Tenía gran poder sobre todas
las clases de la sociedad. Note los tres pares, que dan seis en total: pequeños
y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos. Contraste esta marca en la mano y
en la frente con el mandamiento de Dios a los israelitas en Dt. 6:8, "las
atarás (las palabras de los mandamientos) como una señal en tu mano
(significando fuerza, es decir acciones), y estarán como frontales en tus ojos
(es decir la mente)". Es también una parodia de la liberación de Dios de
la esclavitud en Egipto, sólo que es esclavitud. Ver Ex. 13:16 "Te será,
pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por
cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte". Pero los cristianos no
reciben la marca (20:4). Esta marca es una parodia del sellado de los siervos
de Dios en 7:2, quienes tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos sobre
sus frentes para escapar de la destrucción que está por caer sobre la tierra.
Así que los seguidores de la bestia escapan de su ira contra la iglesia
llevando su marca (Mounce). La marca afecta su acción (mano) y pensamiento
(frente). Identifica a aquellos que adoran a la bestia.
La marca
(gr. charagma) no debe ser tomada literalmente como la mayoría del simbolismo
de Juan. La marca recibida es una parodia o falsificación del sello recibido
por los hijos de Dios (ver 14:1). Este sello no es un sello visible. Tienen el
nombre del Cordero y del Padre escritos sobre sus frentes. Si no tomamos esto
como una marca literal entonces es probable que la marca de la bestia no sea
una marca literal. Aquí está descrita en v. 17 como "la marca o el nombre
de la bestia, o el número de su nombre" que se identifica como 666 en v.
18. Está vinculada estrechamente con aquellos que adoran a la bestia y a su
imagen. Los marca como de él (de la bestia). Es recibida sobre la mente, lo que
significa su mente, o sobre la mano, los que significa sus acciones, es decir
cualquiera que sigue la filosofía o lleva a cabo las acciones de la bestia. Las
características de aquellos que han sido marcados así se describen en 21:8
(también en 22:15): todo aquél que ama (marca en la frente) y practica (marca
en la mano) la mentira. De Rom. 12:1 aquellos que adoran a la bestia son los
que se conforman a este siglo (mundanos) y no renuevan su entendimiento; no
obedecen la voluntad de Dios. La marca puede significar posesión, devoción,
aceptación de la autoridad de la bestia. Así como el sello de Dios marca a los
que son de Él, la marca de la bestia marca a los que son de él. No sólo el
ganado, sino también los esclavos eran marcados como señal de posesión. Tal vez
Juan estaba pensando también en las marcas de la cruz que Jesús llevó en sus
manos y las marcas causadas por la corona de espinas. Aquellos que reciben la
marca serán castigados junto con la bestia (14:9-11, 19:20). Aquellos que
adoran a la bestia y su imagen y aquellos que reciben la marca de su nombre son
lo mismo (4:11). Los santos son aquellos que no han adorado a la bestia o a su
imagen y no han recibido la marca en sus frentes o en sus manos (20:4). Los
santos son aquellos que adoran a Dios(11:1), obedecen los mandamientos de Dios
y permanecen fieles a Jesús (14:12).
Barclay
tiene los siguientes comentarios sobre la marca. La palabra para la marca de la
bestia es charagma, y podría venir de más de una costumbre antigua.
A veces los esclavos domésticos eran
marcados con la marca de su dueño. Pero normalmente eran marcados sólo si se
habían escapado o habían sido culpables de alguna falta grave. Tal marca era
llamada stigma; todavía usamos la palabra en español (estigma). Si la marca
estaba relacionada con esto, significa que los que adoran a la bestia son de su
propiedad. Nota: la palabra usada para siervos en Apocalipsis significa
esclavos [de Cristo] así que en la misma forma aquellos marcados por la bestia
son sus esclavos o siervos.
Algunas veces los soldados se marcaban
ellos mismo con el nombre de su general, si eran soldados devotos de él. Esto,
hasta cierto punto, se corresponde con la costumbre moderna de tatuarse la
persona el nombre de una persona especialmente querida. Si la marca está
conectada con esto, significa que aquellos que adoran a la bestia son sus
seguidores devotos.
En cada contrato de compra y venta había un
charagma, un sello, y sobre el sello estaba el nombre del emperador y la fecha.
Si la marca está conectada con esto, significa que los que adoran a la bestia
aceptan su autoridad. Nota: esto podría ser también un sello de posesión.
Toda moneda tenía la cabeza y la
inscripción del emperador estampados sobre ella, para mostrar que era su
propiedad. Si la marca está conectada con esto, significa que los que la llevan
son la propiedad de la bestia
Cuando un hombre quemaba su pizca de
incienso al César, se le daba un certificado que decía que lo había hecho. La
marca de la bestia podría ser un certificado de adoración que un cristiano
podría conseguir sólo al precio de negar su fe
El único
otro uso en el Nuevo Testamento de la palabra charagma, fuera de Apocalipsis,
está en Hch. 17:29 cuando Pablo habla a los hombres de Atenas, "Siendo,
pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o
plata, o piedra, escultura (imagen, charagma) de arte y la imaginación de hombres."
Pablo está contrastando a los ídolos con el Dios viviente que hizo el mundo y
todo lo que hay en él (ver Hch. 17:24 cf. Ap. 14:7). Debemos notar entonces la
relación estrecha entre la marca y la adoración de la imagen (13:15) que es un
acto de idolatría (cf. 2:14, 2:20, 9:20, 21:8, 22:15) y por lo tanto recibir la
marca significa ser marcado como un idólatra.
v. 17 - y
que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marco o el nombre
de la bestia, o el número de su nombre - La segunda bestia, además de tener
poder religioso (v. 15) tiene también poder económico. Nadie podía comprar o
vender a menos que tuviera la marca de la bestia sobre su frente o sobre su
mano. Es significativo que las monedas de ese tiempo tuvieran la cabeza del
emperador sobre ellas (Mt. 22:19-21) y algunos emperadores usaban títulos
divinos sobre las monedas como lo hizo Antíoco Epífanes (Gleason) quien es un
tipo del anticristo. El número del nombre se está refiriendo más probablemente
a una gematria. La penalidad por adorar a la bestia y su imagen es proclamada
por el tercer ángel en 14:9-11 y es el tormento eterno. La primera copa es
derramada sobre los que tienen la marca de la bestia y adoran su imagen. Los
que son victoriosos sobre la bestia y su imagen y el número de su nombre
cantarán la canción de Moisés y del Cordero en el cielo (15:2). Reinarán con
Cristo por mil años (20:4).
v. 18 -
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia,
pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis - Aquí se
nos advierte que se requiere sabiduría, como en 17:9 donde se requiere
sabiduría para interpretar las siete cabezas de la bestia. ¡El que tiene
entendimiento que cuente el número de la bestia! Es decir que use su mente. En
las siete cartas a las iglesias al que tenía oído se le decía que lo usara
(Lenski). Is el número del hombre, lo que significa literalmente que es el
número de un hombre, pero note que en griego el artículo definido está omitido
así que la versión Reina-Valera está en lo correcto al decir que el número de
hombre y no el número de un hombre (ver también Hailey). El número del hombre
es seis porque fue creado el día sexto. En Apocalipsis el número siete
representa lo completo, como los siete días de la semana. Dios descansó el
séptimo día de la creación (Gn. 2:2).
Algunos
interpretan este acertijo en la forma de una gematria, en donde el número
representa las letras del nombre de un hombre pero que no ha sido resuelto
satisfactoriamente al día de hoy. Pero la comprensión más sencilla es que si 7
significa completo entonces 6 siempre se queda corto de 7 y, por lo tanto, 666
es una trinidad de imperfecciones, es la religión del hombre. Por cierto Nerón,
Domiciano, Mao, Stalin y Hitler encajan en el papel de la bestia muy bien.
Cualquier iglesia bajo persecución identificará fácilmente quién es su bestia.
Para cualquier iglesia que no está bajo persecución es sólo una especulación
vacía, tendrán que esperar hasta que la bestia sea revelada (2 Tes. 2:3-7). Tal
vez debamos hacer caso de las palabras del ángel a Daniel (Dn. 12:9),
"estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin".
Sólo entonces podremos identificar el último y más grande anticristo al que el
Señor matará con el aliento de su boca. Sin embargo, todos los santos necesitan
ser capaces de interpretar las señales de los tiempos, y una comprensión de los
principios involucrados en el libro de Apocalipsis será por lo tanto de valor.
Lenski muestra que Juan escribe el número no en palabras, sino en letras
griegas: cxs, c=600; x=60; s=6 (chi_xi_sigma: G5516). Este es el número 6 más
su múltiplo de 10, es decir 60, más su múltiplo de 10 x 10 (lo completo
intensificado), es decir 600 - por lo tanto, 666, tres veces sin llegar al 7
divino (cf. las medidas de la estatua de Nabucodonosor, 60 x 6 codos, Dn. 3:1).
v. 18 -
seiscientos sesenta y seis - Hay explicaciones alternativas. Es difícil señalar
a una persona, pero esto es probablemente intencional. Cada vez que usted trate
de ser específico generalmente termina teniendo que torcer algún hecho
histórico para que encaje. El punto es que Juan está dando principios que se
aplican a lo largo de la era del evangelio y no a un punto específico del
tiempo. Recuerde que Juan está viendo la historia humana desde la perspectiva
del cielo. Como lo deja en claro Juan en su epístola, "el anticristo ha
venido, así ahora han surgido muchos anticristos" (1 Jn. 2:18). El número
puede ser interpretado simbólicamente como el número del hombre, una trinidad
de seis, o específicamente de un hombre, el anticristo.
Nos dice que es el número del hombre. 6 es
el número del hombre porque fue creado el sexto día; 666 es una trinidad, es
decir que indica a un hombre aceptando adoración debida a Dios. Esto está
reflejado en el anticristo (ver 2 Tes. 2:3-4) que se proclama a sí mismo como
Dios. Esto ocurrió en el tiempo de Domiciano que reclamó la divinidad. Esto
encaja también con Mt. 24:11 y 24:23-24. Aquí Jesús advierte que habrá falsos
Cristos realizando grandes señales y prodigios para engañar aun a los elegidos.
El número 666 es una trinidad (Satanás,
bestia, falsa profeta). Puede ser considerado también la religión del hombre, o
su filosofía hecha por el hombre, pero se queda corto de la verdadera religión
que es revelada por Dios. La evidencia está más a favor de un hombre, un
gobernador o emperador. Sin embargo, el falso profeta (un hombre) dará falsas
doctrinas. El producto resultante será una religión falsa o una filosofía
falsa. Aquellos que tienen la marca son, por lo tanto, los que siguen o creen
en el sistema religioso falso o el sistema filosófico. Por ejemplo, el marxismo,
el confucionismo, el budismo, todos se quedan cortos de la religión verdadera
revelada divinamente. No llegan a entrar en el descanso de Dios. Seis siempre
se queda corto de la perfección (siete). Yerra el blanco, la misma esencia del
pecado. Milligan señala que Juan estaría bien consciente del judaísmo
pervertido de su tiempo que terminó crucificando a su Señor; era la religión de
los hombres (Mr. 7:6-8).
iii. 666 puede ser también una gematria en
que las letras del alfabeto son usadas también como números, tanto en hebreo
como en griego. Se han hecho varios intentos, la mayoría sin éxito; traduciendo
el griego Nerón Kaisar al hebreo da 666, lo que es interesante. El principio es
que Nerón sería un ejemplo de la bestia de la tierra, y otros surgirían después
de él (ej: Domiciano). El nombre Jesús en griego es 888, IHSOUS (10, 8, 200,
70, 400, 200). Si la audiencia de Juan lo sabía, como sostiene Sweet, entonces
666 indicaría inmediatamente que 666 era la falsificación del diablo de Jesús,
es decir el (o un) anticristo. Si Nerón es el tipo, entonces los ejemplos
modernos serían Hitler (considere el nazismo, la filosofía que ayudó a
mantenerlo en el poder), Mao (comunismo), Stalin (comunismo); el cumplimiento
final es el anticristo. Si a=100, b=101, c=102, etc. entonces HITLER=666. Los
primeros seis numerales romanos I V X L C D suman 666. J. B. Smith, citado por
Walvoord dice, "todos los números desde 1 a 36 suman 666. La bestia en el
sentido mal ocurre exactamente 36 veces (6 x 6) en Apocalipsis. Mounce agrega
que todos los números de 1 a 8 también suman 36, y 8 es el número del
anticristo porque es el octavo rey (17:11). El principal problema con el uso de
la gematria es que muchos nombres pueden dar el resultado 666; no hay un nombre
único. Algunos textos hasta han sido alterados para dar 616 que puede dar Nerón
César en latín o Gaios Kaisar (Calígula) en griego (ver Sweet). Si tomamos el
número de Jesús como 888, esto encaja en el patrón de 7 días de la creación,
donde el octavo día es el primer día del nuevo orden. Los judíos creían que los
siete días de la creación correspondían a 7.000 años, basados en Sal. 90:4
donde un día equivale a mil años. El sexto día pertenece al anticristo y el
séptimo, al milenio. El hecho de que el anticristo es un octavo rey indica que
es la falsificación de Cristo (17:11), el penúltimo que reclama ser el último
(Sweet). .
El número resume el carácter de la bestia.
Para el judío, seis queda corto del número sagrado siete que es la perfección.
Triplicándolo representa el potencial del mal del que no puede haber ninguno
mayor, un destino horrendo del que no puede haber otro peor (Milligan).
¿Indica el
Apocalipsis que habrá una religión mundial cuando se revele el anticristo? Ap.
13:7 indica que la primera bestia tendrá autoridad sobre "toda tribu,
pueblo, lengua y nación". Esta descripción de cuatro partes indica los
Cuatro Rincones de la tierra. Y 13:8 indica que todos los habitantes de la
tierra adorarán a la bestia, excepto los santos. La segunda bestia ejerce control
religioso y económico sobre el mundo. Realiza señales milagrosas que engañan a
los habitantes de la tierra (13:14). Él obliga a los habitantes de la tierra a
que adoren a la primera bestia y su imagen (13:12, 15). Él fuerza a todos, de
todos los estratos de la sociedad, a aceptar la marca de la bestia sin la cual
nadie puede comprar o vender (13:16-17). Por lo tanto, la respuesta a nuestra
pregunta es que durante el reino del anticristo habrá una adoración mundial de
la bestia y de su imagen, pero los santos lo resistirán hasta la muerte. Dado
que la adoración de la bestia es forzada es probable que la religión mundial
anterior a la revelación de la bestia sea voluntaria. Debe notarse que con los
viajes modernos, los medios y las comunicaciones la estructura a través del
cual un reino mundial de la bestia está siendo construido. Cada hogar tiene
hasta su propio equipo de TV.
Es probable
que muy pronto será posible para una persona tener una marca identificatoria,
aun invisible, en la mano o en la frente que identificará en forma única a la
persona y será usada para comprar y vender. ¿Es esta la marca de la bestia?
Primero, esta marca no se aplicaba a las generaciones anteriores y sin embargo
hubo muchos que siguieron a la bestia de su generación. Goldsworthy señala que
tomar una interpretación literal de la marca como 666 tiende a desplomarse bajo
su propio peso, porque entonces cada individuo estaría estampado con
exactamente la misma marca, que tiene valor para identificar a los miembros de
un grupo pero no para distinguir a uno del otro. De nuevo, los 144.000 a los
que se refiere el cap. 7 y 14 tienen la marca de Dios en sus frentes, pero no
tomamos esto en forma literal; simboliza que están sellados en forma segura
como la posesión propia del Padre, la redención que es recibida por fe y
sellada por el Espíritu de Dios. De forma similar, la marca de la bestia
simboliza la incredulidad, el rechazo de Cristo y del evangelio (Goldsworthy).
Esta expectativa de una marca literal surge porque interpretamos Apocalipsis en
forma literal en vez de simbólica, como debería ser interpretado. También
debemos notar que tanto los ricos como los pobres tienen la marca, y es poco
probable que tuviera algo que ver con las tarjetas de crédito, que sólo tienen
los ricos.
Sin embargo,
hay un peligro aquí. Si buscamos algún dictador mundial que tenga control
económico sobre los individuos así como un control político y religiosos y que
por lo tanto se parece al "anticristo", esto no significa
necesariamente que el fin está por llegar a menos que el otro pre-requisito de
la segunda venida se cumpla, es decir la predicación del evangelio a todas las
naciones (Mt. 24:14). No debemos permitir que la especulación sobre la
naturaleza de la marca de la bestia aparte a la iglesia de su misión principal,
es decir predicar el evangelio. Cada uno de los cuatro evangelios termina con
la gran comisión (Mt. 28:18-20, Mr. 16:15-20, Lc. 24:46-29, Jn. 20:21-23), y
Hechos comienza con él (Hch. 1:7-8). Los dos testigos continuaron profetizando
hasta que la bestia los mató (11:7).
Las dos
bestias representan tanto el poder político y eclesiástico de la bestia. Los
padres fundadores de América separaron a la iglesia del estado. Reconocieron
que una amalgama de la iglesia con el estado era potencialmente letal para
ambos, iglesia y estado. La separación era para impedir que el estado
interfiriera con la iglesia y para impedir que la iglesia tuviera poder
político con el cual pudiera obligar a la gente. Reconoció la distinción entre
dar a César lo que le pertenece a César y dar a Dios lo que le pertenece a
Dios. Cuando César empieza a reclamar aquellas cosas que le pertenecen a Dios,
se vuelve la bestia. En China hay una iglesia oficial auspiciada por el estado;
de nuevo, esto es peligroso porque las demandas de Cristo sobre su pueblo están
por encima de las del estado. Cuando el emperador Constantino se declaró
cristiano, esto quitó la persecución pero tuvo un efecto desastroso sobre la
iglesia. La persecución mantiene a la iglesia pura, pero cuando se convierte en
la religión oficial la iglesia se vuelve débil y endeble y finalmente se vuelve
apóstata. La iglesia apóstata no ha retrocedido solamente, sino que se ha
apartado tanto que es parte de la estructura política de la bestia. Por lo
tanto, algunos ven a la iglesia apóstata como Babilonia la grande, cap. 17. La
iglesia apóstata se ha vuelto tan mundana que no puede distinguirse del mundo.
Finalmente,
¿cómo deberíamos reaccionar a la bestia del mar y de la tierra? La bestia del
mar, que representa a la persecución, requiere paciencia de parte de los
santos. La bestia de la tierra, que representa decepción, requiere sabiduría,
para saber la diferencia entre el Cordero que fue inmolado y el Cordero que
habla como el diablo. 666 representa la religión humana de obras, lo mejor que
puede hacer el hombre, pero se queda corto respecto de la obra completa
terminada de Cristo en la cruz.
Fuentes:
Apocalipsis.Org
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