Leer:
Jueces 2:7-19 | La Biblia en un año: Hechos 2:22-47 | En casa, mis intentos de
reparar lo que se rompe han generado una gran frustración (por mi parte) y
risas (por parte de mi familia). Cuando me casé, intenté hacer algunas
reparaciones menores… y los resultados fueron desastrosos. Mis fiascos
siguieron después de tener hijos, y siempre le aseguraba a mi esposa que no
necesitaba instrucciones para armar juguetes «sencillos». ¡Gran error!
Poco a
poco, aprendí la lección y comencé a prestar atención a las instrucciones, y
así las cosas empezaron a encajar. Por desgracia, cuando todo salía bien, mi
confianza aumentaba y empezaba a ignorar las indicaciones… y fracasaba otra
vez.
Los
antiguos israelitas luchaban con una tendencia similar: se olvidaban de Dios e
ignoraban sus instrucciones de no seguir a Baal y los demás dioses de la región
(Jueces 2:12). Esto tuvo consecuencias nefastas hasta que el Señor, en su gran
misericordia, levantó jueces para rescatarlos (2:18).
Las
instrucciones que el Señor nos ha dado tienen su razón de ser, y mantienen
nuestro amor por Él. Solo si somos conscientes de su amorosa presencia todos
los días, podemos resistir la tentación de «armar» nuestra vida como nos
parece. ¡Qué regalo tan grande nos ha dado con su Palabra y su presencia!
Señor, ayúdame a
recordar y seguir tus instrucciones para la vida.
Nuestro mayor privilegio es disfrutar de la presencia de Dios.
Nuestro Pan
Diario
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