El rol pastoral bíblico no tiene que ver
tanto con autoridad, sino con apacentar y enseñar.Entrevista realizada por Wolfgang Streich
con el Dr. Alfred Neufeld.
¿Puede
explicarnos qué involucra bíblicamente el término Pastor?
La idea del pastor viene de la tradición
pastoral de Israel. La cría de animales, especialmente ovejas, su alimentación
y cuidado, su protección y corrección, servían de ejemplo para el cuidado
espiritual del pueblo de Dios. Dios mismo es identificado muchas veces como el
Buen Pastor, tal como lo expresa el Salmo 23.
Jesús se identifica como el Buen Pastor que
da su vida por sus ovejas, que logra ovejas obedientes, que prestan atención a
su voz y lo siguen, y quien protege a sus ovejas de modo que nadie las
arrebatará de su mano. Los pastores de hoy haremos bien en tomar en cuenta el
carácter pastoral de Dios y la vida pastoral de Jesús como modelo ministerial.
¿Cuánta
autoridad debería tener el pastor en la iglesia?
Bueno, primeramente es importante notar que
los pastores aparecen en el número cuatro de la lista de dones espirituales de
Efesios 4, y son un integrante más en el equipo de liderazgo espiritual de la
iglesia. La concentración actual en la autoridad pastoral, representada en una
sola persona, no es del todo bíblica. El rol pastoral bíblico no tiene que ver
tanto con autoridad, sino con apacentar y enseñar. Por otro lado, no cabe duda
de que la Biblia enseña un liderazgo espiritual y pastoral firme. También hay
que tomar en cuenta que es muy probable que los términos “pastor”, “obispo”,
“presbítero” y “anciano” sean sinónimos en la Biblia.
¿Podría
explicarnos cuáles son las tareas, actividades y funciones principales que debe
cumplir un pastor?
El pastor tiene un importante rol educativo
en la iglesia. Los pastores, juntamente con los maestros, son necesarios para
consolidar las iglesias. Esto ocurre a través de la enseñanza, el cuidado
pastoral y el liderazgo espiritual. Es notable que el texto griego, “pastores”
y “maestros” están unidos de forma especial (tous de poimenas kai didskalous).
Quizá estos dos ministerios debieran ir más unidos de los que es nuestra
práctica actual. Bien podría unírselos en un solo título: “pastores-maestros”.
Es necesario mantener un buen equilibrio
entre tareas administrativas, tareas de enseñanza y tareas de cuidado pastoral.
El pastor debería velar bien por los tres
ámbitos, pero a la vez desarrollar el ámbito que mejor concuerda con sus dones,
y buscar refuerzo en los ámbitos en los que es más débil. Si su fuerte es
enseñar, debería buscar la excelencia en la predicación y las clases bíblicas.
En tal caso necesita capacitar y dar lugar a otra gente para hacer la tarea
administrativa y de visitación. Si su fuerte es la visitación y la consejería,
debe buscar formas de asegurar que la iglesia no sufra por falta de intuición y
predicación orientadora.
Puede invitar a otros maestros o dar lugar
a miembros en su congregación para el ministerio educativo. Si su fuerte no es
la administración, debería encomendar esta parte a gente capacitada del mundo
empresarial. De todas maneras, es importante que la administración de la
iglesia sea plenamente “santificada” y coopere con las metas pastorales y
misioneras de la iglesia.
¿Debería
el pastor incentivar a que en la iglesia surjan nuevos pastores?
Es muy importante que los pastores
reproduzcan pastores. No es del todo equivocado aquel dicho que dice: La tarea
de las ovejas es producir ovejas, y la tarea de los pastores es producir
pastores. La iglesia necesita tener un departamento permanente de reproducción
y capacitación de liderazgo. Y el pastor no debería tener miedo de cambiar de
iglesia en periodos prudentes y adecuados. El muy pronto cambio de pastores no
es saludable, pero tampoco es muy útil si los líderes se perpetúan en una
iglesia local. Ya que todas las iglesias son del Señor, no debe haber
pastorados vitalicios.
¿Cuáles
deberían ser los frutos del trabajo del pastor-maestro?
Los resultados de una iglesia apacentada y
entrenada son formidables. Así lo vemos en Efesios 4:13-16. Podemos hacer una
lista de ellos:
1. Hay unidad de fe: Uno de los frutos es
que la iglesia camina hacia la unidad. Esto es algo que hay que cultivar
trabajosamente. Ya esto vale dentro de una congregación como también a nivel de
la unidad intereclesial e interdenominacional.
2. Cada uno llega a conocer mejor a Cristo:
El “conocimiento del Hijo de Dios” es una realidad vivencial. No conoce a
Cristo aquel que acumuló mucha información al respecto.
Conoce a Cristo aquel que “quiere hacer su
voluntad”, aquel que “oye su voz, es conocido por él, y le sigue”.
3. Surge un ser humano “concluído”. Los
integrantes de la familia de Dios crecen a la estatura de Cristo, “el varón
perfecto. Una humanidad recreada a la imagen de Cristo.
4. Hay estabilidad de convicciones y
cosmovisión: Los miembros dejan de ser inestables, fluctuantes y dependientes
como niños. Son “inmunizados” contra falsas doctrinas humanas y diabólicas.
5. Los miembros crecen a medida que siguen
la verdad en amor. Hay quienes han luchado por la “verdad” pero sin amor. Otros
predican un “amor” sin convicciones firmes.
6. Cristo, la cabeza, coordina al cuerpo:
La iglesia funciona como un cuerpo. “Todo bien concertado”. “Armonioso”. Como
una orquesta, con diferentes instrumentos musicales, que tocan una pieza
musical.
Estamos muy agradecidos por sus respuestas,
y deseamos que el Señor siga bendiciendo su ministerio. El Dr. Alfred Neufeld
nació en el año 1955 en el pueblo chaqueño de Filadelfia, Paraguay, como hijo
de inmigrantes menonitas rusoalemanes. En 1977 inició estudios teológicos en
Basilea, Suiza, y los culminó en Fresno, California, EEUU, con la maestría en
divinidades. Por 18 años se dedicó a la docencia teológica y a la capacitación
de pastores en el INSTITUTO BÍBLICO ASUNCIÓN (IBA), de la Universidad
Evangélica del Paraguay, de la cual es decano fundador. Cursó estudios
doctorales en Ginebra, Suiza. Forma parte del cuerpo de pastores de la iglesia
Concordia de los Hermanos Menonitas. Está casado con Wilma y tienen 4 hijos.
Recomendamos la lectura del libro “Vivir desde el Futuro de Dios” editado por
Kairós, de su autoría.
Tomado de:
http://www.liderazgopastoral.com/2007/12/cul-es-el-verdadero-rol-de-un-pastor.html
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