domingo, 25 de septiembre de 2011

QUE CANTE EL GALLO


Muchos de nosotros estamos durmiendo, y lo lamentable del caso es que tenemos los ojos abiertos, para todos los demás y para nosotros mismos, estamos despierto y no nos damos cuenta que estamos durmiendo.

Hay cosas en la vida del cristiano que es imprescindible hacerla, pero no la hacemos; la razón tal vez porque estamos durmiendo o porque ignoramos lo que realmente debemos hacer.

Efesios 5:

14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.

Las personas que no han aceptado a Cristo como su salvador , están muerto, muerto espiritualmente, o sea separado del Señor.

Pero hay otras personas que han aceptado a Cristo y están durmiendo, no están haciendo lo que el Señor quiere que hagan, están en la Iglesia, pero la Iglesia no esta en ellos, o sea tienen la Iglesia como un club de diversión, escuchan las alabanzas, el mensaje y se van para su hogar, es como un pasatiempo.

Estos hermanos cuando lo aprietan un poco, son los primeros que niegan al Señor, van a la Iglesia por sus hijos, pues quieren que sus hijos sean educado en un buen camino.

Mateo 26:

69 Y Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el Galileo.
70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
71 Y cuando salió al pórtico, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el Nazareno.
72 Y negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
73 Y un poco después llegaron unos que por allí estaban, y dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque tu habla te descubre.
74 Entonces comenzó a maldecir, y a jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
75 Y Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

Aquí hay una profecía que tenía que cumplirse, pero se nota en el párrafo anterior que Pedro estaba durmiendo con los ojos abiertos, pienso que Pedro en lo más profundo de él no quería negar a Jesús.

Así estamos muchos de nosotros, durmiendo en el trabajo, durmiendo en los laureles, y lo lamentable es que estamos durmiendo con los ojos abiertos.

Que cante el gallo y que con el cantar del gallo surja un nuevo amanecer.
Que cante el gallo y que con el cantar del gallo despertemos de este profundo sueño.

Es necesario que el gallo cante en nuestra vida, que una nueva unción del Espíritu Santo surja en nuestra vida, que ese primer amor vuelva y se haga patente en cada unos de nosotros, que Dios ponga en nosotros el querer como el hacer por su santa voluntad.

Debemos despertar, debemos hacer lo que el Señor quiera que hagamos, dejemos que el gallo cante una vez más en nuestra vida, QUE CANTE EL GALLO.

SE APROXIMA UN NUEVO AMANECER.

Felix Abreu

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