Para muchos creyentes es, literalmente,
‘imposible’ que a través de ellos el Señor pueda realizar milagros y cosas
sobrenaturales. Este tipo de creyentes, sin entrar a juzgar ni a criticar,
piensan que ese tipo de poder solo está disponible para una autoridad
espiritual, por ejemplo, un pastor, un profeta o un apóstol.
Y desde hace
tiempo, vengo insistiendo para romper esta fortaleza que el enemigo ha puesto
en muchos de nosotros, ya que el Señor Jesús nos “dio autoridad para expulsar a
los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias”
(mateo 10:1 DHH) y esa fortaleza no es más que una gran mentira. Esa misma
autoridad que dio a los Apóstoles no fue exclusiva de ellos, sino de todo el
cuerpo de Cristo, es decir Su Iglesia.
Hay un texto bíblico que me llama
poderosamente la atención y es este: “Jesús le respondió: iré a sanarlo. El
capitán contestó: Señor, yo no merezco que entres en mi casa; solamente da la
orden, y mi criado quedará sano” (Mateo 8:7-8 DHH). Del texto hay dos cosas que
me impactan, la primera de ella es que el Capitán, o el Centurión en la versión
Reina-Valera, es una persona de autoridad y este la reconoció en el Señor
Jesús, o sea lo identificó como Hombre de Autoridad. Lo segundo es que este
Capitán sabía que en Jesús había poder y, no era necesario, que Él fuera hasta
su casa para hacer un milagro tremendo, lo cual implica un nivel de fe bien
grande, ese milagro era el de curar a alguien a kilometros de distancia
considerable. El Centurión sabía que en Jesús había autoridad y solo bastaba
con enviar la Palabra para que la misma naturaleza obedeciera y se hiciera como
Él quería, ¡WOW! Definitivamente, esto es nivel Dios. Es el caso de sanidad más
impactante, según mi criterio, que se haya registrado en la Biblia.
Lo que realmente quiero mostrarte en esta
mañana es que, como hijos de Dios, tenemos algo especial que nos es entregado
solo a nosotros, ¿sabes qué es? La respuesta la tiene Juan 1:12 RVR1969, “mas a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios”. Al recibir a
Jesús en tu corazón, Él nos transfirió esa potestad de hijos, pero, ¿qué es
potestad? El DRAE la define así: dominio, poder, jurisdicción que se tienen
sobre algo. Amado(a), en ti hay poder, hay autoridad, esa misma que Satanás no
quiere que ejerzas; solo di la Palabra para que en el Poderoso nombre de Jesús
todo sea hecho. Algo que también podemos rescatar de este texto es que, el
Capitán o Centurión reconoció que Cristo era una figura de autoridad. Ahora
bien, déjame preguntarte, ¿es así como te ven los demás, como una figura de
autoridad? Solo cree y ejerce el poder
que te ha sido entregado, recuerda ese poder no fue exclusivo de los Apóstoles
ni de la iglesia primitiva, ese poder sigue siendo el mismo hoy y será el mismo
mañana y por siempre, solo debes revestirte de autoridad y decir la Palabra.
Dios te bendiga poderosamente, no olvides ser de bendición y compartir con
otros este mensaje.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
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