lunes, 21 de agosto de 2017

Sostén tus Bendiciones con una Mano Abierta


A Dios le interesa más tu carácter que tu comodidad. Él no te va a dar cosas si primero no has aprendido el principio del contentamiento.



El contentamiento no es falto de ambición. Tampoco es falta de metas. El contentamiento significa que tu felicidad no depende de tus circunstancias.

¿Cómo eliminas el descontento? Eliminando la causa: la comparación. Comparamos todo en esta vida – jardines, autos, esposos y esposas, ropa, la educación de nuestros hijos (incluso ponemos en nuestros autos la calcomanía “Mi hijo fue el estudiante del mes”).

Siempre que haces comparaciones, vas a estar inconforme. Tienes que aprender a dejar de compararte con los demás.


Pablo dijo en Filipenses 4:12a, “Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación” (NTV). El contentamiento no ocurre de forma natural; es algo que tenemos que aprender. Si lo hacemos, Dios promete satisfacer todas nuestras necesidades financieras.


La Biblia dice, “La verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos.” (1 Timoteo 6:6-7 NTV).

Uno de los secretos más grande al aprender a vivir en cualquier situación es darte cuenta de que en realidad no eres dueño de nada. ¡Es un préstamo por 80 años! No trajiste ni una sola cosa a este mundo, y seguro tampoco te llevarás nada de él. Sólo lo puedes usar mientras estás aquí en la tierra. La Biblia lo llama Mayordomía. Tú eres el administrador o mayordomo de lo que Dios te permite tener mientras estás aquí, pero no es tuyo. Cuando entiendas que sólo eres un administrador de las bendiciones que Dios permite en tu vida y las sostienes con manos abiertas, no te producirá tensión el perderlas.


Así que, ¿Qué pasa si pierdes cosas? Dios puede cerrar una llave y abrir otra así de fácil. Aprende a vivir en cualquier situación, porque las cosas no perduran. Dios está más interesado en tu carácter que en tu comodidad.



Loading...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.