LEA: Juan
17:20-26 | Desde una altura de 320 kilómetros, Chris Hadfield, astronauta
canadiense y comandante de la Estación Espacial Internacional, se unió a un
grupo de alumnos en un estudio en la Tierra para cantar una canción titulada
¿Hay alguien cantando?, escrita en forma conjunta por Hadfield y Ed Robertson.
Una frase
de la canción me llamó la atención: «No se distinguen las fronteras desde aquí
arriba». Aunque los seres humanos trazamos muchas líneas para separarnos los
unos de los otros (nacionales, étnicas, ideológicas), la canción me hizo pensar
que Dios no percibe tales distinciones. Lo importante para el Señor es que lo
amemos a Él y los unos a los otros (Marcos 12:30-31).
Como un
padre amoroso, Dios desea que su familia esté unida. No podemos llevar a cabo
lo que Él tiene preparado para nosotros si nos negamos a reconciliarnos unos con
otros. En su oración más apasionada, una noche antes de que lo crucificaran,
Jesús le rogó a Dios que uniera a sus seguidores: «para que todos sean uno;
como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros…»
(Juan 17:21).
El canto
ilustra el concepto de la unidad, ya que armonizamos en la letra, la melodía y
los ritmos. También puede promover la unidad al unirnos en un vínculo de paz,
proclamar el poder de Dios mediante la alabanza y demostrar su gloria al mundo.
Cantar
alabanzas a Dios nunca pasará de moda.
Nuestro Pan
Diario
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