Detesto el
ir de iglesia a iglesia. Sin embargo, acepto el hecho de que hay momentos en
que los cristianos deben transferirse de una iglesia a otra. Pero hay un
momento adecuado y una manera correcta de salir de una iglesia.
¿Cuáles son
las razones legítimas para salir de una iglesia? ¿Cuándo es el momento adecuado para salir de
una iglesia? ¿Cómo se debe salir de una iglesia para unirse a otra?
Luz
roja: razones equivocadas para dejar una iglesia
Aquí hay siete razones equivocadas
para abandonar la iglesia.
1. Pecado
Alguien ha
pecado. Tal vez fue un líder. ¿Es esta una buena razón para salir? Irse a causa
del pecado no promueve la santidad. Hubo un grave pecado en la iglesia de
Corinto. Pero Pablo mandó a la iglesia a tratar con el miembro que había
pecado, no a salir de la iglesia (1 Corintios 5:9-13). Cuando Pablo mandó a los
santos a "salir de en medio de ellos", él se estaba refiriendo al
mundo, no a la iglesia (2 Corintios 6:14-18). Debemos responder a los hermanos
que pecan con restauración, no con amputación (Gálatas 6:1-5).
2. Desacuerdos sobre asuntos
doctrinales secundarios
Las
convicciones bíblicas son importantes. Pero no debemos estar dispuestos a morir
en cada colina. Contiende ardientemente por la fe. Pero no se debe romper la
comunión por cualquier desacuerdo sobre las Escrituras. Pablo aconsejó a
Timoteo: "No dejes que nadie olvide estas cosas. Pon a Dios como testigo,
y advierte a los miembros de la iglesia que no deben seguir discutiendo. Esas
discusiones no ayudan a nadie, y dañan a quienes las oyen. Haz todo lo posible
por ganarte la aprobación de Dios. Así, Dios te aprobará como un trabajador que
no tiene de qué avergonzarse, y que enseña correctamente el mensaje verdadero.
No prestes atención a las discusiones de los que no creen en Dios, pues eso no
sirve de nada. Los que así discuten, van de mal en peor "(2 Timoteo
2:14-16 Versión Lenguaje Actual).
3. La falta de unión
Dios odia a
los que siembran la discordia entre los hermanos (Proverbios 6:16-19). Pero la evidencia de la salvación es el amor
por sus hermanos y hermanas en Cristo (1 Juan 3:14). Y este amor se demuestra
por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:1-3).
No abandones el barco porque no puedes llevarte bien con los demás. Lo único
que lograrás es tener el mismo problema en la próxima iglesia. "No hagan
nada por rivalidad o vanagloria, sino con humildad cuenten a los demás como
superiores a sí mismo", Filipenses 2:3.
4. Ofensas personales
Habrán
momentos en que los cristianos pequen unos contra otros. ¿Entonces qué? Irte no
es la respuesta. Desplazarse cada vez que seas (o te sientas) agraviado solo
conducirá a múltiples transiciones de iglesia a iglesia. O te mantendrás en los
márgenes de la iglesia, que es igual de malo. Jesús da la respuesta: "Si
tu hermano peca contra ti, ve y repréndele, entre tú y él a solas. Si te hace
caso, has ganado a tu hermano", Mateo 18:15. Estas simples instrucciones
podrían impulsar el reavivamiento en muchas iglesias. Pero, ¿y si no hace caso?
Presiona (Mateo 18:16-20).
5. Falta de voluntad para someterse a
la autoridad
Aarón tal
vez era más espiritual que Moisés. Josué puede que fuera un mejor líder. Pero
la vara estaba en las manos de Moisés. No luches contra los que el Señor pone
en el liderazgo sobre ti. Por supuesto, no debes sentarte bajo un liderazgo no
bíblico, inmoral, o abusivo. Pero hay una manera de lidiar con los líderes
descalificados (1 Timoteo 5:19-20). Sin duda, tus pastores deben rendir cuenta.
Pero no ates a los líderes espirituales de la iglesia a tus preferencias
personales, tradiciones vacías, o prioridades que no son bíblicas. Deja que los
líderes guíen. Y sé dispuesto a seguirlos (Hebreos 13:07, 17).
6. Una baja visión de la iglesia
No hay
ningún capítulo y versículo bíblico que te ordene ser miembro de una iglesia.
Pero la Escritura enseña tanto por lo que se asume como por lo que manda. No
existe una categoría bíblica de un "cristiano sin iglesia". Los
apóstoles se preguntarían: "¿Por qué lo llaman cristiano si no es parte de
la iglesia?". Cristo es la cabeza de la iglesia, y él no tiene
experiencias fuera del cuerpo. No se puede estar conectado a la cabeza y
desconectado del cuerpo. Cristo ama a la iglesia (Efesios 5:25-27), y amar a
Cristo es amar lo que él ama.
7. Desobediencia a la verdad
Pablo le
encargó a Timoteo a predicar la palabra (2 Timoteo 4:2). Luego advirtió que la
fidelidad a esta carga podría causar que algunos huyeran: "Porque vendrá
tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de
oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán
sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos", 2 Timoteo 4:3-4. La
predicación fiel impulsará a algunos a irse de la iglesia. Pero no se irán a
casa. Van a encontrar una iglesia donde el predicador haga cosquillas a sus
oídos. No permitas que te ocurra a ti. Si estás siendo enseñado en la sana
doctrina y la predicación fiel, por el amor de Dios, ¡quédate!
Luz
Verde: cuando es tiempo de dejar una iglesia
Aquí hay tres razones básicas y
aceptables para salir de una iglesia.
1. Una razón del evangelio
Si la
iglesia a la que vas no cree o enseña el evangelio bíblico, tienes que irte. Y
ya. Los pecadores son salvos por la gracia mediante la fe en Cristo, sin añadir
ni restar nada. Nada de lo que hacemos nos salva. La salvación es un don
gratuito de Dios a aquellos que confían en la justicia de Cristo que murió por
nuestros pecados y resucitó de entre los muertos para nuestra justificación.
Cualquiera que enseñe cualquier otro "evangelio" es anatema (Gálatas
1:6-9). Y cualquier iglesia que abraza un falso evangelio no es una iglesia cristiana.
¡Corre por tu vida!
2. Una razón doctrinal
Aquí está
el asunto: debes salir de una iglesia cuando te exija negar en lo que crees o
creer aquello a lo que te niegas. Uno tiene tres responsabilidades cuando se
trata de la fe: (1) El derecho a vivir por fe (Romanos 14:23); (2) la
vigilancia de la conciencia contra el pecado (Santiago 4:17); y (3) el
mandamiento de poner a prueba todas las cosas (1 Tesalonicenses 5:21-21). No
trates los asuntos doctrinales a la ligera. La verdad y la paz deben ser protegidas.
Pero pasar por alto la verdad por causa de la gente solo produce una
"paz" aparente.
Hay muchas
razones personales para dejar una iglesia. La más común es la reubicación. Si
te has mudado a una ciudad diferente, es necesario ponerse bajo la autoridad de
una iglesia local en el sitio donde vives. Esa fue la situación de Febe
(Romanos 16:1-2). O tal vez tu iglesia está tan lejos de donde vives en la
ciudad que salir de tal iglesia se es conveniente. Estas y otras razones personales
similares son aceptables, son a veces razones necesarias para dejar una
iglesia.
Luz
amarilla: cómo salir de una iglesia
¿Cómo se puede salir de una iglesia
local de una manera que honre a Cristo?
1. Ora
Las
decisiones importantes deben realizarse únicamente después de la oración
diligente. Dejar una iglesia es una de esas decisiones. Ora sobre tus motivos,
tu ministerio y tus relaciones. Ora porque tu corazón sea guardado (Proverbios
4:23). Ora por sabiduría (Santiago 1:5). Ora por la sumisión a la voluntad de
Dios (Colosenses 1:09). Ora en voz baja.
Es decir, ora, no hables. Hablar por hablar acerca de tus pensamientos y
sentimientos –que ni están procesados– puede sembrar discordia.
2. Examina tus motivos
¿Por qué
quieres irte? No estoy hablando de las razones políticamente correctas que les
dices a los demás. Estoy hablando de las verdaderas motivaciones de tu corazón.
¿Las sabes? Pídele a Dios que te examine (Salmos 139:23-24). Entonces, sé
honesto contigo mismo. Y sé honesto con Dios. Ten cuidado de no moverte por las
razones equivocadas.
3. Revisa los compromisos que has
hecho para servir
¿Prestas
algún servicio en la iglesia? ¿Eres un líder? ¿Tu salida interrumpiría el
ministerio? Responde a estas preguntas en oración antes de irte. Si has hecho
compromisos, haz cuanto esté a su alcance para cumplir con ellos. Pon el honor
de Cristo antes que el tuyo. Deja en el pasado los asuntos indignos (1
Corintios 15:58). No quieres encontrarte "ausente sin permiso" fuera
de una misión que Dios te haya encomendado.
4. Asegúrate de que no tienes
conflictos interpersonales no resueltos
No dejes
una iglesia porque estás enojado por algo. No la dejes porque alguien te ha
ofendido. Debes estar preparado para perdonar y buscar reconciliación. Jesús
dijo: "Si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas de
que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y
vete. Reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu
ofrenda", Mateo 5:23-24. La comunión rota interfiere en la verdadera
adoración.
5. Piensa en cómo tu traslado afecta
a los demás
El
cristianismo no se trata de ti. Se trata de Cristo y de los demás. Si tu
corazón está bien, sentirás el peso de la forma en que tu potencial salida
herirá o influirá en los demás. Si te puedes ir sin afectar a nadie, no eres un
buen miembro. Si tu presencia importa, considera cómo tu ausencia conmoverá a
otros. "Que cada uno de ustedes vele no solo por sus propios
intereses", indica Pablo, "sino también a los intereses de los
demás", Filipenses 2:4.
6. Determina dónde transferirás tu
membresía antes de ir
No es la
voluntad del Padre que sus hijos estén espiritualmente sin hogar. Pablo dice:
"Así pues, ya no son extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos y miembros de la familia de Dios" (Efesios 2:19). El Señor generalmente conduce hacia un lugar,
no nos saca de un lugar. Debemos ser capaces de dejar una "dirección del
destinatario" espiritual cuando salgamos de una iglesia. Y uno debería
estar en la capacidad de ir a una nueva iglesia con la recomendación de su
antigua iglesia.
7. Ten una reunión acerca de tu
salida con tu pastor
Es justo
que hables con tu pastor antes de salir de una iglesia. ¿Es él la razón por la
que te quieres ir? Esa es otra razón por la qué uno debería programar una
reunión. Hebreos 13:17 dice: "Obedecezcan a sus pastores, y sujéntese a
ellos, porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Para
que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso para
ustedes".
Este
articulo fue publicado originalmente el 17 de junio 2014 en el blog de H.B
Charles Jr.. Traducido por Eddy Garcia.
HB Charles
Junior es el pastor-maestro en la Iglesia Bautista Metropolitana Siloé de
Jacksonville, Florida, donde ha servido desde el otoño de 2008. También el
autor de dos libros y maneja de un podcast de predicación. Está casado
con Crystal y tienen tres hijos.
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