¿Qué piensa Dios de ti?

 BY RICK WARREN — Si tú no te sientes amado por Dios, seguramente no le vas a ofrecer amor a nadie. Es imposible demostrar afecto a menos que comprendas y recuerdes como Dios te ama.

 Necesitas recordarte a ti mismo cada día, lo que Dios piensa de ti –no lo que el mundo piense o lo que pienses tú mismo. Eso va a remover tus miedos.

Permíteme darte cuatro cosas que Dios piensa sobre ti, para ayudarte a recordar por qué y cómo amar.

Tú eres completamente aprobado.

Gastamos mucho de nuestras vidas tratando de ganar la aprobación de nuestros padres, compañeros, de aquellos a quienes respetamos, envidiamos y aún de completos extraños. Pero necesitas darte cuenta de que Dios ya ha fijado los términos de aprobación: “Gracias a Jesucristo… Dios nos aceptó” (Tito 3:6ª,7ª TLA). El sacrificio que Jesús hizo en la cruz, te dio completa aprobación ante Dios –no importa lo que hayas hecho o vayas a hacer.

Tú eres amado incondicionalmente.

Dios no dice, “Yo te amo si…” o “Yo te amo porque…” Él dice, “Yo te amo.” ¡Y punto! No puedes hacer que Dios deje de amarte, porque su amor no está basado en lo que haces pero si en quién es Él. Isaías 54:10 dice, “Aunque se muevan los montes y tiemblen las colinas, mi amor por ti seguirá firme” (PDT).

Tú estás  perdonado completamente.

Porque Jesús murió en la cruz y dio su vida como pago por tus pecados, tú has sido completamente perdonado. Romanos 8:1 dice “Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús” (NTV). Dios no va a recordarte tus pecados; él los ha olvidado.

Tú eres considerado extremadamente valioso.

Hay dos cosas que crean valor: Lo que alguien tiene y lo que alguien más está dispuesto a pagar por él.

Tú eres un hijo de Dios y “… nos hizo libres por medio de la muerte de Cristo” (1 Corintios 7:23 TLA). Jesucristo pago por ti con su vida. Ese es el valor que tienes.

Cuando tú recuerdas que eres aprobado, amado, perdonado y valorado para el Creador del universo, más vale que te prepares a demostrar amor a otros y tener mejores relaciones.

Reflexiona sobre esto:

Sabiendo cómo piensa Dios de ti ¿Cómo cambia tu forma de pensar sobre ti mismo?

¿Qué evita que tú completamente ames, aceptes y perdones a las personas con las que tienes trato?

¿Cómo debes mostrar a otros que ellos son valiosos para ti?