martes, 27 de enero de 2015

No tengas miedo de nada


 A veces los problemas son tantos que sentimos que no hay escapada, pero Dios ha prometido que:

 Yo soy tu refugio y tu fuerza, soy tu poderoso defensor en el peligro.
Por eso no temas aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen en el mar.  Salmo 45

Salmos 3:3  Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.

Salmos 18:2  El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable.

Salmos 28:7  El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico.

Salmos 119:114  Tú eres mi escondedero y mi escudo; en tu palabra espero.

Salmos 144:2  Misericordia mía y fortaleza mía, mi baluarte y mi libertador, escudo mío en quien me he refugiado, el que sujeta a mi pueblo debajo de mí.


Fuentes: Renuevo de Plenitud

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