Para
triunfar en cualquier cosa que Dios quiere que hagas, debes aprender a tener confianza, no en ti mismo, sino en Cristo. Escucha a Pablo:
“Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece” (Filipenses 4:13). Jesús dijo: “…separados de Mí nada podéis hacer”
(Juan 15:5b).
Parece ser
que aprender esta verdad lleva toda la vida. La mayoría de nuestras luchas y
frustraciones viene por poner nuestra confianza en el lugar equivocado. Pablo
dijo: “…no teniendo confianza en la
carne…” (Filipenses 3:3b). Ahora bien, él no estaba diciendo que no
confiemos en nadie. No, dijo que si ponemos en otros o en nosotros mismos la confianza que
sólo pertenece al Señor, no saldremos bien. ¡Él no nos dejará!
Para lograr algo, debemos tener
confianza, pero ante todo ha de ser en Dios. Tenemos que creer que Él desea que salgamos
bien. Puede que fallemos camino hacia el éxito, pero si confiamos en el Señor,
Él tomará nuestros errores y hará que sirvan para nuestro bien y su gloria (Ver
Romanos 8:28).
A veces nuestra confianza se
resiente cuando pasamos por pruebas, especialmente si son largas. Cuando esto
ocurre, debemos aprender a hacer lo que hizo David: “Pero David halló fortaleza en el Señor, su Dios”… (1 Samuel 30:6b).
Cuando David no tuvo a nadie que creyera en él, creyó en sí mismo y en la
capacidad del Señor de obrar a través suyo. Una mujer escribió: “El Señor me dijo que si no creía en mí
misma, es que realmente no creía en Él. Dijo: ‘Estoy en ti, pero sólo puedo
hacer a través tuyo lo que tú crees que puedo hacer’“.
Devocionales
Cristianos
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