BY RICK
WARREN — Uno de las causas más comunes del estrés es la perdida. Puedes perder
el trabajo, perder tu salud, tu dinero, tu reputación o una persona que
amas.
Cuando las
personas pasan por una perdida, siempre hay dos reacciones comunes. Una es el
miedo y la otra es el duelo. El duelo es bueno. El duelo es la forma en que
pasamos las transiciones de la vida. De
hecho, si no haces duelo, te estancas. El duelo no te va a matar si lo
enfrentas.
Por otro
lado, el miedo es cosa mala. Ni siquiera una sola vez dice en la Biblia, “no
hagas duelo” “no tengas pena” “no llores”. Pero lo que dice es “no tengas
miedo” ¡y lo dice 365 veces! Porque el duelo no te paraliza; el miedo si.
David dice
en Salmos 23:4, “Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal
alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento”
(NBLH)
Los
pastores siempre llevan una vara y un cayado para proteger las ovejas. David lo
sabía, de la misma forma que Dios tiene las herramientas para protegerlo, y
David confió en Él, incluso en el valle de sombra de muerte.
Algunos de
ustedes están pasando por el valle de sombra en estos momentos — de pronto por
el valle de sombra de muerte, o por el valle de sombra de la deuda, o por el
valle de sombra del conflicto, o por el valle de sombra de la depresión, o de
pronto por el valle de sombra del desamino.
Las sombras
son miedosas. ¿Recuerdas como le temías a la sombras cuando te ibas a la cama
de niño? He aprendido algunas cosas acerca de las sombras.
Primero,
las sombras no te pueden hacer daño.
Segundo,
las sombras siempre son más grandes que la fuente.
Y— esta es
la buena noticia — donde quiera que haya una sombra, tiene que haber una luz.
No puedes tener una sombra sin luz. Así que la clave para atravesar el valle de
sombra es darle la espalda a la sombra y mirar la luz. Porque mientras tengas
los ojos puestos en la luz — Jesús es la luz del mundo — la sombra no te
asustara.
Así es como
pasas por el valle de sombra de muerte. Así es como bajas tu estrés. Confías en
Dios en los valles oscuros, así como David quien oro, “Cuando estoy por
rendirme, tú, Señor, sabes por dónde debo ir.” Salmos 142:3ª (RVC).
Reflexiona sobre esto:
¿Qué
sombras estas enfrentando recientemente? ¿Por qué son tan desalentadoras para
ti?
¿Cómo puede
ayudarte a enfrentar los miedos en tu vida memorizando las Escrituras?
¿Por qué
crees que el miedo llena de estrés a las personas?
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