Daniel,
Ananías, Misael y Azarías fueron jóvenes de la realeza de Judá que fueron
llevados a cautiverio en Babilonia. Y como orden del rey fueron entrenados en
toda sabiduría y la cultura local para
servir en el palacio. A estos jóvenes
incluso se les cambiaron sus nombres por nombres babilónicos: Beltsasar,
Sadrac, Mesac y Abed-nego.
A pesar de
encontrarse bajo el yugo de una nación pagana como Babilonia, estos jóvenes se
mantuvieron íntegros y en fidelidad a DIOS. Sin importarles las posibles
consecuencias de obedecer primeramente al SEÑOR en vez de al hombre. Cuando la
orden del rey fue que ellos comiesen y bebiesen lo que se preparaba en el
palacio, Daniel arriesgó su vida al pedir que él y sus compañeros comiesen
solamente vegetales y bebiesen solo agua para no contaminarse (Daniel 1:8-15).
Y DIOS les respaldó dándoles mayor fortaleza y bienestar que aquellos que
comían y bebían lo que se preparaba para el rey.
En otra
ocasión el rey Nabucodonosor ordenó que todos los habitantes de su territorio
tendrían que adorar una estatua del rey cada vez que sonara una trompeta, pero
los jóvenes judíos se rehusaron a cometer ese acto abominable para DIOS. Y como
consecuencia tres de ellos fueron echados dentro de un horno, no obstante el
SEÑOR los guardó del fuego. A manera que al sacarles vivos ni siquiera olían a
quemados (Daniel 3:19-30).
Sin
importar dónde te encuentres, debes mantenerte íntegro y vivir tu cristianismo.
Si lo haces da por seguro que el SEÑOR siempre te respaldará. Él no ha perdido
poder, aún puede guardarte del fuego, cerrar bocas de leones y usar a las
personas cómo mejor le parezca.
DIOS es soberano, y está de tu
lado para que solamente te hinques ante Él. Teme solo a DIOS y no al hombre.
Autor:
Richy Esparza. Escrito para Devocional Diario
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