Leer: 1
Timoteo 1:12-20 | A Michael Dinsmore, ex preso y relativamente nuevo creyente
en Cristo, le pidieron que diera su testimonio en una cárcel. Después de
hablar, algunos presos se le acercaron y dijeron: «¡Fue la reunión más
emocionante que hemos tenido!». Michael se asombró de que Dios pudiera usar su
sencilla historia.
En 1
Timoteo, después de que Pablo exhortó a Timoteo a continuar predicando el
evangelio (1:1-11), compartió su testimonio personal para alentar al joven (vv.
12-16). Habló de la misericordia de Dios en su vida, ya que se había burlado
del Señor, pero Él lo había cambiado. Incluso, no solo lo había considerado
fiel y le había encomendado hacer una obra, sino que también lo había
capacitado para realizarla (v. 12). El apóstol se consideraba el mayor pecador,
pero Dios lo había salvado (v. 15).
¡El Señor
puede hacerlo! Esto es lo que Pablo quería que entendiera Timoteo; y nosotros
también tenemos que entenderlo. En el testimonio del apóstol, observamos la
misericordia de Dios. Si Él pudo utilizar y salvar a alguien como Pablo, puede
hacer lo mismo con nosotros. Nadie está fuera de su alcance.
La historia
de la obra del Señor en nuestra vida puede animar a otros. ¡Haz que quienes te
rodean sepan que el Dios de la Biblia sigue activo hoy!
Nadie está más allá del alcance
del amor de Dios.
(NUESTRO
PAN DIARIO)
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