Génesis 15.6 | Biblia en un año: Josué
10-12 | Abraham es uno de los personajes del Antiguo Testamento que más ha
impactado mi vida espiritual. Por medio de su ejemplo veo la necesidad de vivir
por fe.
La separación es a menudo parte de nuestro
desarrollo espiritual. Antes de que podamos encargarnos de algo nuevo, el Señor
puede pedirnos que dejemos algo que tenemos. En Génesis 12.1-3, Dios le dice a
Abraham que emprenda un viaje que implicaba dejar su país, su pueblo y el hogar
de su padre. La obediencia significaba decir adiós a las personas y a las cosas
importantes para él. Los únicos parientes que viajaron con Abraham fueron su
esposa y su sobrino; atrás quedaba la vida que había conocido en su tierra.
Pero este varón de Dios no dudó; su gran fe le permitió decir que sí.
Avanzar en medio de la incertidumbre puede
ser otro aspecto de la obediencia al Señor. A Abraham se le dijo que viajara
sin saber su destino. Trate de imaginar lo que sería decirle a sus amigos que
usted se está marchando a un lugar lejano, pero que no tiene idea de a dónde se
dirige. Esta falta de detalles no detuvo a Abraham. Su confianza inquebrantable
en su Padre celestial le permitió responder de todo corazón al llamamiento
divino. A pesar de la falta de detalles específicos, Abraham estuvo preparado
espiritualmente para decirle sí a Dios cuando Él le llamó.
Obedecer a Dios requiere vivir por fe, lo
cual significa: confiar en la guía del Espíritu Santo (Jn 16.13) cuando no
vemos cómo encajan todas las piezas; creer que Dios obra siempre para nuestro
bien (Ro 8.28) y para su gloria; y desear agradar a nuestro Padre celestial.
¿Estará usted listo para cuando Él le llame?
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