lunes, 6 de septiembre de 2010

NAVEGANDO EN CONTRA DE LA CORRIENTE



Saben muchos de nosotros hemos estado orando por muchas peticiones, si así pudiera llamarse, pero una de la cosa que he visto es que nosotros oramos y al mismo tiempo le ponemos las condiciones al Señor.

Les indicamos a El como vas a hacer la obra y como la queremos y no solo eso, sino que también lo ponemos en tela de juicio, si realmente va acontecer; parece ser como si Dios fuera un personaje que esta ahí, esperando recibir ordenes de nosotros para ejecutarla.



1 Timoteo 1:

15 La cual a su tiempo mostrará el Bendito y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores.

Soberano: Que ejerce la autoridad suprema. Que se ejerce sin control.

Nuestro Dios es Soberano, quiere decir esto que no acepta ordenes de nadie, que lo que El hace , lo hace ; cuando El quiere, como quiera, donde quiere y a la ora que El quiera.



El salmón es un pez que cuando va aparearse , sale de las aguas abierta, penetra al rio y navega rio arriba, o sea navega en contra de la corriente.

Muchos de esos salmones no pueden llegar a su destino, pierden la vida en su travesía y muchos de los afortunados que logran llegar, lamentablemente no vuelven a bajar; quizás puede estar equivocado en esto de los salmones.

Lucas 8:

43 Y una mujer que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
44 vino por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se estancó el flujo de su sangre.
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién me ha tocado?
46 Y Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque sé que ha salido poder de mí.
47 Entonces, viendo la mujer que no se había ocultado, vino temblando, y postrándose delante de Él le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
48 Y Él le dijo: Hija, ten buen ánimo; tu fe te ha salvado; ve en paz.

La realidad es que muchos de nosotros estamos navegando en contra de la corriente; cuando le decimos al Señor como hacer la cosa y cuando la queremos, estamos navegando en contra de la corriente.

Cuando oramos y escogemos dudar en vez de creer, estamos NAVEGANDO EN CONTRA DE LA CORRIENTE.

Nosotros los cristianos tenemos dos opciones, nos vamos en contra de la corriente , que es dudar o nos vamos con la corriente, que es creer en Dios.

Que es más fácil creer en Dios o no creer en Dios; cual es el más fuerte Dios o el Satanás; debemos dejar de navegar en contra de la corriente y dejar que sea el Señor quien guíe nuestra vida.

Nuestra vida es como una montaña rusa, en un momento estamos arriba y en el otro estamos abajo, pero es importante que entendamos que en toda la subida y la bajada de la vida no podemos quitar nuestra mirada del Maestro, que podamos decir como dijo Job "aunque El me matare en El esperaré".

La gloria postrera sera mayor que la primera.

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