“Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia.” 1 Corintios 1.4
Muchas cosas están abarcadas en la idea de la gracia. Pero por sobre todo es el recibir algo bueno que no es merecido por parte del receptor. Con esta breve definición viene una gran variedad de aplicaciones. En el versículo anterior Pablo le deja saber a los lectores que él esta constantemente dándole gracias a Dios por las buenas cosas que Dios les da. El usa la palabra “gracia”, la cual es traducida de la palabra griega “charis”. El uso de esta palabra indica que Pablo sabía que ellos estaban recibiendo cosas que no merecían. Especialmente, cuando Pablo le esta agradeciendo a Dios por la sabiduría y palabras que El le ha dado con gracia a la gente.
Voy a lo siguiente. Generalmente no nos gusta cuando la gente recibe regalos que no merecen. Mucho menos, le agradecemos a Dios por eso o reconocemos que fue Dios quien se los ha dado. Rara vez valoramos las palabras de otros o buscamos su conocimiento. Mucho menos agradecerle a Dios por las palabras o el conocimiento de ellos. Y aun mucho menos, buscamos a esta gente por sus sabias palabras o conocimiento, cuando pensamos que son gente que de alguna u otra manera no merecen nuestra interacción para después ir a darle gracias a Dios por todo esto.
Hoy, no seas tan orgulloso en pensar que mereces cosas y que otros no las merecen. Intenta no ser arrogante al pensar que otros no tienen sabiduría y conocimiento de Dios, que de alguna manera podría ayudarte. Al final de todo, recuerda que Dios da todo tipo de cosas a la gente que no lo merecen, gente incluyéndote a ti mismo. Asegúrate de darle gracias a Dios hoy por lo que le ha dado a otras personas. Toma un minuto para escuchar lo que los demás tienen que decir. Busca la sabiduría de Dios en lugares donde tal vez antes no esperarías encontrarla.
Robert & Rebecca Vander Meer
EzekielsGrove.com
LaArboleda.net
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