Leer:
Colosenses 3:1-11 | La Biblia en un año: Lucas 1:39-56 | En nuestra familia,
marzo significa algo especial, ya que comienza el torneo de baloncesto universitario.
Nuestra gran afición a este deporte hace que miremos los partidos y alentemos
entusiasmados a nuestros equipos favoritos.
Si
encendemos el televisor con tiempo, podemos escuchar a los comentaristas que
hablan sobre lo que pasará y disfrutar de la sesión previa, donde los jugadores
practican lanzamientos y calientan los músculos con sus compañeros de equipo.
Nuestra
vida en la Tierra es como la práctica previa a un partido. La vida es
interesante y está llena de expectativas, pero no se compara con lo que viene.
Piensa en el gozo de saber que, aunque la vida sea buena, ¡lo mejor está por
delante! O que cuando damos con alegría a los necesitados, estamos invirtiendo
en el tesoro celestial. En momentos de tristeza y sufrimiento, obtenemos
esperanza al reflexionar en la verdad de la eternidad sin lágrimas ni dolor que
nos aguarda. Con razón, Pablo exhorta: «Poned la mira en las cosas de arriba»
(Colosenses 3:2).
El futuro
que Dios nos ha prometido permite que veamos la vida con una nueva perspectiva.
Es un maravilloso privilegio vivir aquí a la luz de lo que será allá.
Señor, que
la esperanza del cielo me ayude a ver la vida desde
tu perspectiva y me
fortalezca para servirte cada día más.
NUESTRO PAN
DIARIO
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