Leer: Salmo
116:5-9 | La Biblia en un año: 1 Juan 1 | ¿T e hablas a veces interiormente? En
ocasiones, mientras trabajo en algún proyecto (por lo general, debajo del capot
de un automóvil), me resulta útil pensar en voz alta para evaluar qué hacer
para mejorarlo. Si alguien me descubre en mi «conversación», me da un poco de vergüenza; aunque la mayoría
de la gente habla sola en algún momento del día.
En Salmos,
los escritores solían hablarse a sí mismos. El autor del Salmo 116 no es la
excepción. En el v. 7, escribe: «Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque el
Señor te ha hecho bien». Recordarse a sí mismo la bondad y la fidelidad de Dios
en el pasado le resultaba de ayuda y consuelo en el presente. Con frecuencia,
vemos «conversaciones» similares en los Salmos. Así, David se dice a sí mismo
en el Salmo 103:1: «Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo
nombre». Y en 62:5, afirma: «Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él
es mi esperanza».
Es bueno
recordarnos la fidelidad de Dios y la esperanza que tenemos en Él. Podemos
seguir el ejemplo del salmista y pasar un tiempo mencionando las numerosas
maneras en que el Señor ha sido bueno con nosotros. Hacerlo nos incentivará. El
mismo Dios que ha sido fiel en el pasado seguirá amándonos en el futuro.
Señor, quiero mantener mi corazón en contacto
contigo.
Recordar
la bondad de Dios puede mantenernos
llenos de su paz.
NUESTRO PAN
DIARIO
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