Aunque
todas las etapas de la vida son complejas, acaso ninguna supera la
adolescencia. En esa etapa de la vida las personas buscan su lugar en el mundo,
se sienten incomprendidas (a veces sin razón) y buscan afianzar su confianza al
relacionarse con otros jóvenes de su edad o incluso mayores.
Tener
amistades no es malo y menos en esa época de la vida donde se está en plena
flor de la existencia, donde todo necesita ser probado y experimentado. Sin
embargo, muchos jóvenes tuercen el camino cuando eligen que sus mejores amigos
pueden ser desde chicos con los que crecieron o estudiaron, hasta personas que
les son por completo desconocidas. Lo anterior ocurre porque los padres, con el
afán de controlar cada paso de sus hijos —procurando protegerlos del caos
social de hoy— lo que hacen es alejarlos y orillarlos a tomar decisiones
nefastas para su vida.
El caso de
Natalia
Lo antes
expuesto se puede ilustrar mejor con un ejemplo de la vida real, ocurrido hace
poco en Colombia. Natalia Andrea Seña es el nombre de la chica que vivió algo
que puede dejarnos una gran enseñanza. Con quince años, Natalia se hizo amiga
—vía Facebook— de Fernán Bello, un muchacho que residía en otra ciudad. Los
padres de Natalia jamás creyeron que la chica estuviera en malos pasos, ya que
conocían sus gustos y amistades, así que no controlaban el tiempo que ella
permanecía "conectada".
Después de
un tiempo, Fernán convenció a Natalia para que se vieran. Un buen día, la chica
salió de su casa con rumbo desconocido para encontrarse con su amigo. Los
padres de Natalia —tras esperar unas horas— la reportaron como desaparecida a
la policía de la ciudad de Bogotá. Fue en ese momento que arrancó una intensa
búsqueda que terminó pocos días después, tras encontrar los cuerpos sin vida
tanto de Natalia, como el de Fernán.
Protege a tus
hijos de los peligros en las redes sociales
La
situación de Natalia y su familia no es la única que se ha presentado en
Colombia y temo decir que tampoco lo es en el resto del mundo. Por esa razón y
para evitar que se presente un caso similar, la Corte Constitucional de
Colombia determinó que los padres pueden acceder a la cuentas de redes sociales
de sus hijos, cuando ellos encuentren que existen situaciones que vulneren la
seguridad de los menores.
¿Es una
medida extrema permitir que los padres accedan a las cuentas de redes sociales
de sus hijos? No lo considero así, dada la situación actual. Un padre
responsable no solo tiene la obligación, sino el derecho de cuidar a sus hijos
y, como quién dice: "el fin justifica los medios". Pese a lo
anterior, existen también algunas medidas preventivas que los padres pueden tomar
y así evitar que sus hijos sean engañados por extraños.
1. Fomenta la confianza y buena comunicación
Ésta es la
única manera en que tus hijos sentirán plena confianza en ti, para contarte o
pedirte ayuda, guía y consejo. No debes olvidar criar con amor y no con represión,
pues ésta lo único que genera es rebeldía.
2. Establece
el control parental
En la
actualidad todos los sistemas electrónicos pueden ser configurados para que los
padres controlen las páginas a las cuales sus hijos tienen acceso. Dicho de paso,
no permitas que tu hijo tenga acceso a redes sociales desde temprana edad, ya
que eso lo hace más propenso a ser engañado y a caer víctima de algún
depredador sexual.
3. Instala
programas espías
Al
computador que usa tu hijo puedes anexarle un programa espía que te permita
estar al tanto de los pasos que da, en caso que la comunicación sea imposible
con él o ella. Sé que puede resultar extremo y exagerado, por eso siempre es
mejor cultivar confianza en los hijos desde que son pequeños y así evitar este
tipo de medidas.
Educa con
amor y corrige a tiempo, esas dos actitudes te ayudarán a mantener un contacto
cercano con tus hijos.
FUENTE:
FAMILIAS
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