Llegaste
acá con el anhelo que una palabra de parte de Dios pueda ayudarte en este
momento de enorme necesidad en tu vida. Estás cansado, muy cansado, una enorme
carga pesada sobre tus hombres que te hace pensar que no podrás esta vez salir
adelante. Sientes como todo a tu alrededor se comienza a derrumbar por
diferentes razones y quizá una de ellas son tus malas decisiones en el pasado.
Estás allí
expectante, con pensamientos de derrota, con un sentimiento de inestabilidad,
realmente no hallas que hacer, piensas en soluciones que no son las correctas y
que Dios no aprobaría nunca, y es que tu mente cansada de tantos problemas
alrededor no te deja pensar con claridad y sabiduría.
¿Sabes?, te
entiendo, hay momentos en donde simplemente quisiéramos que las cosas fueran
diferente, en donde quisiéramos retroceder el tiempo para evitar problemas
actuales que realmente nos afectan, pero eso no es posible, pues lo hecho,
hecho está, ahora es momento de afrontar las consecuencias y ser fuerte.
Estás allí
solo en ese lugar, con una carga muy pesada, ¿No crees que es hora de descansar
en Dios?, quizá ese es tu anhelo, pero por diferentes razones te sientes hasta
con vergüenza de acercarte a Dios porque solo lo buscas cuando lo necesitas y
no cuando todo va bien, pues a pesar de todo lo que pienses, Dios sigue estando
allí a tu lado esperando el momento en que vuelvas tu mirada hacia Él y
reconozcas que ya no puedes luchar solo.
Me imagino
a Dios viéndote con ojos de amor mientras tú por tu vergüenza no quieres
acercarte a Él. Me imagino a Dios viendo como derramas lágrimas en soledad,
mientras Él sigue con sus brazos abiertos esperando el momento en que decidas
volver.
La tristeza
te embarga, la soledad se hace cómplice, parece que todo esta mal, muy mal, un
sentimiento feo se apodera de tu vida, mientras en tu mente sabes que la única
salida es buscar de Dios, pero buscarlo de verdad cómo lo tienes que buscar.
Es allí en
medio de lágrimas y sentimientos encontrados cuando por fin decides doblar tus
rodillas delante de Dios, te humillas reconociendo tu enorme necesidad mientras
lloras como niño, mientras le dices a Dios que quisieras ser como eras antes,
cuando lo amabas con todo tu corazón, cuando tu único objetivo era vivir para
Él, cuando todo lo que hacías en tu vida tenía que ver con Él.
Lloras
desconsoladamente mientras varias frases dirigidas a Dios salen de tu boca, hoy
estás teniendo un encuentro especial con Dios.
Dios te
mira con ojos de amor, te recoge, te consuela, te hace sentir amado mientras tu
te sientes inmerecedor de ese amor, sin embargo Dios no te ama porque te lo
merezcas, sino porque decidió amarte con un amor eterno(Jeremías 31:3), por eso
Él está dispuesto a perdonarte, a transformarte y a ayudarte en eso que hoy te
abate.
No quieres
levantar tu cabeza porque te siente apenado con Dios, pues muchas veces
necesitaste su ayuda y prometiéndole hacer muchas cosas y Él cumpliéndote, tú
no cumpliste. Pero, ¿Sabes?, Él no tiene rencor ni resentimiento, de hecho Él
sabía que no cumplirías y a pesar de eso te cumplió, es que te quería demostrar
su fidelidad a pesar de tu infidelidad, porque Él siempre permanece fiel(2
Timoteo 2:13).
Dios te
consuela mientras levanta tu rostro y solo ve en ti un hijo o hija que
realmente está arrepentido, humillado y con una necesidad muy grande, Dios no
tiene nada que reprocharte, pero tiene mucho porque amarte, porque tú vales la
sangre de su Hijo.
Querido
amigo o amiga no importa lo que estés pasando Dios ha de ayudarte si de corazón
sincero lo buscas, no importa si un día le prometiste algo y no le cumpliste,
porque Él sigue esperándote, así que hoy puedes comenzar a cumplir lo que un
día prometiste. No importa si piensas que solo lo buscas cuando tienes una
necesidad, porque Él no ha de negarte nunca su ayuda, pero es necesario que
comiences a valorar todo lo que Él hace por ti para que tu puedas retribuirle a
través de una vida que realmente le agrade.
Hoy quiero
invitarte a descansar en Dios, a depositar tus cargas en Él, a echar fuera toda
vergüenza que no te deja acercarte al Señor, Dios sigue esperándote y la llave
que abrirá ese momento precioso es la humildad que tienes que tener para
reconocer tu enorme necesidad y tu actual estado delante de Él.
Dios quiere
darte descanso, Él quiere tomar tus cargas, pero sobre todo Él quiere comenzar
a tener una verdadera relación personal contigo.
¡Dios está
a tu lado, no desperdicies está oportunidad!
“Luego dijo
Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo
les daré descanso.” Mateo 11:28 (NTV)
FUENTE: ALIENTO DIARIO
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